Capítulo #23

848 151 116
                                    

Canción: Star Again/ Rob Simonsen & Faut Ft

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Canción: Star Again/ Rob Simonsen & Faut Ft. Elena Tonra

Y este capítulo va para usted srta Eugenia te amo mi cremi.


No existen palabras de consuelo para las que hemos perdido un bebé antes que nazca, no las hay ni las habrá. Las ilusiones, la alegría, las cositas tiernas que le compré a ese angelito que nunca completó su viaje hacia nosotros se convierten en una avalancha aplastante, todo es oscuridad, eso es realmente cierto, ella (porque estábamos seguro que era niña) siempre será mi tercer hijo que no nació. Cuando el médico nos informó que sus latidos pararon fue como si me arrancaran un pedazo de mi corazón y no puedo evitar llorar al recordar ese momento, luego me hablaban y hablaban y no pensaba en nada mi mente, esta se quedó en blanco... no recuerdo bien luego que pasó pero si me veo llorando día tras día sin embargo gracias a mis dos primeros hijos, logré sobre llevar la perdida y también el amor y apoyo de mi esposo y mi madre.

Ahora, la situación de Fiore, es mas difícil pero quiero que sepan que no es crueldad escribir sobre esto que le ocurrió a nuestra Fiorella, más adelante en los dos capítulos que faltan, sabrán la razón.





Nos habíamos mudado a un pent-house suficientemente cómodo cerca del edificio donde vivían mis padres. Mi familia nos visitaba regularmente, trataban de ayudarnos en lo posible,  a su manera porque también querían darnos espacio.

Decidí trabajar un par de horas desde una oficina en casa, y uno que otro día desde la sede en Boston, lo hacía porque pese a todo necesitaba despejar la mente o el mismo psiquiatra que ahora trataba a mi mujer lo haría conmigo.
Nicholas se quedó a cargo  de la sede en Alemania, confiábamos plenamente en él y Sojhar lo ayudaba en lo que podía mientras estuvimos en España, luego que regresaron de su luna de miel sintieron mucho al enterarse de lo sucedido y no nos dejaron ni un solo día solos.

Noté el fax que envió Ernest en la máquina de este pero no tuve ganas de leerlo. Subí a la recámara puesto que era hora de la cena y de nuevo intentaba persuadir a mi amor para que comiera.

Ingresé a la alcoba y allí estaba, sentada sobre el alfeizar de la ventana con su frente pegada  al vidrio como siempre viendo a la nada sumergida en su mente oscura, distante, lejana, de nuevo se encontraba ausente. Cada vez que veía que caía en esa situación me odiaba.  La llamé, queriendo sacarla de ese hoyo profundo al que se sumergía cuando los recuerdos la invadían, era algo que no podía evitar no estaba en ella, el principal responsable era su maldito trauma, ese que se negaba a abandonarla.

—Fiore, mi vida... —ella no me miró, no me prestaba atención, insistí de nuevo —¿ángel ? Te lo ruego —.Esa vez logré captar su atención finalmente.

—Mi amor —dijo girando su rostro hacia mí. Dejé de respirar un instante sintiendo un poco de alivio porque  por fin volvía a mirarme —¿Como estuvo tu día, ojitos azules?

Adoración Secreta, libro  2 Bilogía Secretos, BorradorWhere stories live. Discover now