O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]

Obliviate #II

Draco Malfoy había perdido parte de su memoria o eso le había explicado Pomfrey al propio Draco. Al parecer, como le había dicho la enfermera a él y a todos los que estaban allí, el Sectumsempra de Harry había tenido la fuerza suficiente para fusionarse con el Obliviate de Malfoy y regresarlo con mayor intensidad; lo que ocasionó que perdiera a gran escala parte de su memoria y que las cicatrices en su pecho no fueran tan graves. Ponfrey también les calmó un poco y les aseguró que la memoria regresaría, pero no sabía cómo ni el tiempo que eso tardará.

El conocido trio dorado no podía creerse aquello ¿Malfoy sin memoria? Seguro era un truco, una trampa para engañarlos. Pero luego de una conversación más con la enfermera acerca de lo que si y no recordaba, realmente no había duda de que no estaba mintiendo. Ellos estaban allí, realmente viendo como la cara del Slytherin se fruncía, deformaba o asombraba por las cosas que le contaban que no podía recordar. Esas expresiones eran sinceras, además ¡estaba siendo amable!. Los tres amigos veían como el rubio conversaba con la mujer con cortesía y amabilidad, sonriendo y asintiendo ante las cosas que le contaba que si se acordaba. Era todo un espectáculo.

Draco recordaba haber despertado esa mañana pero no el momento en que se encontró con Potter y se enfrentaron, el Príncipe de Slytherin se preguntó por qué se pelearía con Harry, quien había iniciado el enfrentamiento. No podía recordar mucho de sus años de Hogwarts, mucho menos de su infancia, todo lo que tenia eran unos pocos recuerdos contados vagando por su cabeza. Quería que su memoria regresara lo antes posible, no soportaba sentirse tan perdido, los recuerdos sobre Harry también eran pequeños fragmentos; sólo viéndolo desde las escaleras, por los pasillo o riendo con sus amigos pero ninguno junto a él. ¿A caso no era si quiera amigo del chico que le gustaba?

Con lo poco que había en su memoria, claramente Draco no se acordaba exactamente de la rivalidad y enemistad entre él y Harry, que su padre fue demasiado severo en su infancia, que era un Mortifago y quería que él (Draco) lo fuera; no sabía quién era Voldemort ni que se aproximaba una guerra y el jugaba del lado de los malos.

De las persona de Hogwarts sólo recordaba a su padrino Snape, quien era maestro allí y claramente a Harry Potter, pero no recordaba algún amigo o las dos personas al lado de Harry, ni siquiera a el señor de barba larga que se presentó como el director. Recordaba a sus padres y su hogar, era como si el hechizo sólo hubiera atacado recuerdos específicos, aquellos que habían hecho a Draco, Draco; El Malfoy igual a su padre.

Por eso, sin esos recuerdos, era otro Malfoy.

—Muchas gracias por atenderme —le decía con una media sonrisa muy suave en su rostro a la mujer, quien le dejaba sin poder hacer más que decirle que sólo esperara a que todo se arreglara a su tiempo.

Hasta donde Draco comprendía, él era sólo un mago más con una familia y vida normal estudiando en Hogwarts. Para él los recuerdos que había perdido no parecían poseer la importancia que realmente tenían.

El Slytherin "cruel y frío" ya no estaba, porque los recuerdos que lo habían hecho así tampoco estaban. 

Dumbledore, Severus y la enfermera Pomfrey salieron de la sala para hablar sobre el caso de Malfoy, era un verdadero problema que perdiera tal cantidad de memoria en un tiempo como en el que estaban ahora con la guerra, los Mortifagos y su familia perteneciendo al lado del enemigo. Claro que ellos no le contaron nada de eso, Pomfrey no sabía cómo tomaría o reaccionaria con esa información y tampoco quería descubrirlo, el chico podría entrar en un estado de shock. El caso empeoraba al no saber con exactitud cuando podría volver su memoria, podía ser mañana o en meses. Sólo Pomfrey veía un problema en todo aquello.

Severus, por ejemplo, no estaba tan apresurado en que la memoria de su ahijado regresara; tenia sus razones, siendo la primera mantenerlo vivo, se lo había prometido a Narcissa y a si mismo. Apreciaba y le tenia cariño al niño más de lo que dejaba demostrar, lo conocía desde que nació y lo cuidó desde el mismo tiempo. Lo vio crecer y le enseñó lo que pudo, había visto en Draco un futuro diferente al de su familia y lo que Lucius quería para él.