Obliviate #XVI

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–Gracias por ayudarme –dijo Draco secando un plato.

–No hay de que –aceptó Harry el plato que le pasaba el rubio para ponerlo en su lugar.

Todos habían ayudado a meter las cosas a la casa, algunos a la antigua y otros con magia. A la final, se suponía que George y Fred limpiarían los platos por castigo al haberse metido con los regalos, pero cuando Harry bajo a revisar si había quedado algo para comer, se encontró con Draco, limpiando solo.

–¿Los gemelos no deberían estar haciendo esto? –preguntó Harry tomando otro plato que Draco le pasaba. Habían avanzado bastante desde que Harry había decidido ayudarlo, porque si no hubiera sido así, estarían allí hasta las diez de la mañana. Sin embargo, el Gryffindor ya estaba cansado ¡Iban para dos horas limpiando todos los platos y la cocina sin poder utilizar magia! Por lo menos ya iban terminando.

–Si –El Slytherin terminó de secar su ultimo plato –Pero yo iba pasando y perdí un juego –Harry guardó el plato para ir a sentarse a una silla, cansado de todo el trabajo que habían hecho para regresar la cocina a la normalidad –además, les debía una, no me delataron frente a la señora Weasley sobre los regalos.

El león giró los ojos conociendo los juegos arreglados de los gemelos. Aunque, ignorando aquella trampa, debía agradecerles por darle una segunda oportunidad a Draco; incluyéndolo en sus travesuras y no siendo el objetivo. Todo parecía marchar a la perfección ya que Molly también se había mostrado más abierta hacia el Slytherin y Ron no había intentado asesinarlo cuando estuvieron solos. Se había disculpado de nuevo con Ginny cuando la alcanzó yendo a su habitación con Hermione, asegurándole la pelirroja que estaría bien, pero siendo firme en su decisión de alejarse un poco de él.

Exceptuando aquello, todo parecía ir tan bien, realmente bien.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no notó cuando Draco se acercó a él y le pegó en la cabeza con unas servilletas que habían quedado limpias y regadas por allí.

–Deja de flojear, Potter –Por un momento el brillo de los ojos de Malfoy le hizo recordar el pasado, al igual que el tono que había usado para decir su apellido. Pero la sonrisa burlona al final, le recordó que ese Draco si le agradaba –aun tenemos que guardar estas cosas sobre la alacena –dijo señalando unos platos de decoración navideña sobre la mesa que sólo se utilizaban para la ocasión.

¿Flojear? Era lo que más quería hacer en ese momento Harry, pero no se quejó, sólo sonrió y se levantó para ir por los platos y ponerlos en su lugar. Pero Draco fue más rápido, metiéndose entre los platos y él.

–¿Qué crees que haces Harry? Tu eres muy torpe, los puedes dejar caer, dejame a mi. Tu sólo sostén la silla y no me dejes caer –El Gryffindo dejó pasar el insulto hacia su persona ¿El muy torpe? No era así, no dejaría caer ni un plato.

El Slytherin tomó los platos con cuidado y con suma cautela subió la silla que Harry sujetó al instante para que no se moviera. Todo iba bien, hasta que Draco vio sobre la repisa donde debía poner los platos – increíble, esto esta tan sucio – comentó con indignación, como si se hubiera roto alguna regla muy importante.

–¿Quieres apurarte? Quiero irme a dormir –se quejó el Gryffindor de mal humor ya, deseoso de tocar su cama. Había sido un día realmente largo y lleno de emociones.

—Bueno, eso lo hubieras pensado antes de ayudarme —se quejó Malfoy también, un poco irritado por el tono que Potter había utilizado con él. Draco estaba igual de cansado que Harry, su día tampoco había sido miel sobre hojuelas. Primero los gemelos siendo amables con él un grado que lo superaba y lo agobiaba, al menos agradecía que no estaban siendo unos idiotas como antes. También estaba el hecho de que Ginny se le había declarado a Harry, aunque este la rechazó y ella dejó muy claro –menos para el león, que era muy lento en cierto temas– que sabía lo que Malfoy sentía por él, dejando a entender en la mirada que se dieron al salir, que lo odiaba por eso. Sin dejar aparte –gracias a Ginny–  que al parecer Potter gustaba de alguien, cosa que ocasionó una pelea entre ellos, siendo la serpiente muy insistente y Harry todo un crió al no querer responder. O al menos así lo veía Draco.

O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]Where stories live. Discover now