O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]

Obliviate #XI

Draco bajó a desayunar, almorzar y cenar de nuevo todos los días. Al comienzo volvió a ser otra vez algo incómodo con las bromas de los gemelos y las miradas inquisitivas que le daban Ron, la menor de los Weasley y su madre, pero Hermione siempre tenía algo que decir que lo salvaba y Harry mantenía a Ron y Ginny distraídos con alguna charla sobre Quidditch. Malfoy no sabía si lo hacían por él, pero de igual manera lo agradecía.

Pero no le gustaba todo el tiempo que Harry pasaba con los pelirrojos Ginny y Ron, ¡era como si le ignorará! Cada vez que intentaba acercarse para hablar, el Gryffindor se disculpaba y salía corriendo a quien sabe donde o decía que tenía cosas que hacer con los Weasley menores... Draco pensaba que habían avanzado algo en cuanto a su acercamiento, pero tal vez se había equivocado. ¡Era tan frustrante! Draco pensaba volver a ese ático y retomar su papel como marginado.

Pero de vez en cuando el señor Weasley lo salvaba de su estado de animo tan sombrío y se acercaba a preguntarle alguna cosa insignificante sobre su familia y sus antepasados o costumbres. Malfoy sabía que sólo lo hacía por amabilidad, pero lo aceptaba, porque eran pequeñas charlas que a veces se desviaban de camino y terminaban hablando del mundo Muggle y sus extrañezas, que era el tema favorito del hombre.

Hermione, cuando tenia tiempo y no estaba con Ron y Harry, buscaba a Draco para leer algún libro que ella había llevado o comentar algún otro que hayan leído, a veces sus pláticas se desviaban a las tareas y asignaciones en clase o como estuvo su día. Malfoy se había disculpado con la chica por todo lo pasado, elogiándola por su inteligencia. No había hablado con ella desde que había llegado y contado lo de su padre, pero ahora estaban casi todo el tiempo juntos, bromeando a veces sobre golpes en la nariz y compartiendo miradas burlonas por alguna tontería de los Weasley.

Y claro, esas miradas no pasaron desapercibidas para Ron, que moría de celos. Para Ginny, que se sentía preocupada por su amiga pensando que Malfoy le había hecho algo. Y Harry... no sabía definir que sentía.

Ron creía, como su hermana, que Malfoy le había hecho algo a Hermione, que había dejado de pasar tiempo con ellos para pasarlo con el hurón ¡Hervía de los celos! ¿Por qué prefería realmente pasar tiempo con él?

Harry estaba confundido. Le alegraba que Draco se hubiera acercado a Hermione y que se hubiera abierto más por lo menos con ella, parecía que realmente llevaban una buena amistad, pero por otro lado, el lado que Harry no entendía y del que al parecer no tenía control, era ese que sin razón le molestaba todo aquello.

No le gustaba ninguno de los dos, así que celos de ese tipo no podían ser ¿Tal vez por que la prefirió a ella antes que a él, que tanto se había esforzado para crear un lazo de confianza y apoyo? Y bien, si, Hermione fue la primera en querer darle una oportunidad, y si, también había estado evitándolo por lo sucedido en el ático ¡Pero había sido él que le había visto llorar y prometido que lo apoyaría, que podía contar con él!, le había dejado notas tontas todas ¡todas! Las noches, y hablado con él cuando Draco había decidido volverse uno con la casa.

–¡¿Te gusta acaso Hermione?! –Y Harry NO hizo una tontería como acorralar a Draco e interrogarlo, eso era sólo una charla amistosa. Aunque si Malfoy llegaba a decir que si a la pregunta, por Ron, no por él, por su lazo de amistad con el pelirrojo y porque conocía a Hermione, debía pedirle que se mantuviera alejado de ella.

–Llevas días ignorándome ¿y eso me vienés a preguntas? –Y Draco NO estaba actuando antipático, porque NO estaba enojado de que Harry lo interrogara de la nada en su habitación (luego de haberlo ignorado tanto) por una mala y casi ofensiva suposición para él.

Harry detuvo todo el monologo de porque debía mantenerse lejos de Hermione, ahora sintiéndose atrapado y culpable –Yo... Bueno –se llevó una mano tras el cuello, pensando cómo salir de esa –Lo siento...