Obliviate #XXI

6.1K 793 96
                                    

Harry no podía decir que no lo intentó.

Intentó hablar con Ron lo más rápido posible antes de la boda, pero el ministro de Magia, Rufus Scrimgeour, apareció y le arrastró a él, Hermione y Ron para informales y entregarles lo que Dumbledore les había dejado en su testamento.

Ron había desaparecido tan rápido luego de la entregar de objetos, que Harry no tuvo de otra más que esperar luego de la ceremonia para intentar hablar con él, pero Weasley estaba realmente empeñado en ignorarlo y desviar sus intentos de acercamiento.

Perdiéndolo al pasar entre un pequeño grupo, Potter quedó atrapado en una extraña conversación con el padre de Luna.

—Disculpen, necesito hablar con el señor Potter por unos minutos. —una voz que no reconoció detrás de él le salvó de la conversación con el extraño mago, quien aceptó la intromisión y se despidió para ir con su hija. Cuando se gira para ver a quien le salvó, se encuentra con una personas que jamás había visto en su vida. Harry estaba listo para otra tediosa conversación, cuando el hombre le jala lejos de la fiesta, caminando hasta estar detrás de la carpa.

El desconocido saca su varita y Harry se tensa, listo para correr y sacar su propia varita si es necesario, pero el hombre se apunta a si mismo y el glamour que mantenía su imagen se desvanece ante los ojos del azabache. Entonces, reconoce los ojos grises y el cabello rubio de la persona ante él.

—Así que tú eres mi salvador. — Harry menciona con una sonrisa de oreja a oreja. Todo el día había estado corriendo de un lado a otro detrás de Ron, además de que la aparición de Scrimgeour y la idea de Hermione de que todo lo que Dumbledore les había dejado significarían algo importante en su misión, no lo habían dejado del mejor ánimo.

—De nada. —Draco hace una corta reverencia y, por supuesto que a él le luce hacer esas cosas. —¿Has podido hablar con Ron?

—Lo he intentado toda el día. — Harry se queja como quien esta muy cansado. —¿Por qué el disfraz?

Encogiéndose de hombros, Draco se acerca unos pasos hasta quedar más cerca de Harry —Se supone que es un secreto el que yo este aquí, no sabemos quien esta totalmente de nuestro lado o quien nos pueda causar problemas.

Harry quería replicar, conocía a la mayoría allí y confía en ellos, pero la cercanía de Draco le detenía de decir alguna palabra, su atención estaba completamente puesta en los labios y perfilada nariz del rubio.

—Mis ojos están más arriba, Potter. —Draco se burla, acercándose hasta casi tocar los labios del contrario. —¿O es que quieres besarme?

Sin responder con palabras, Harry cierra el espacio que lo separa de los labios de Malfoy. Cuando se separan, ninguno pudo resistir una sonrisa. Draco había esperado tanto para eso.

[...]

Harry le había contado a Draco sobre lo que Dumbledore les había dejado a él, Hermione y Ron, así como lo que la castaña pensaba sobre todo aquello y lo que ahora debían hacer para intentar estar por delante de Voldemort.

Y luego de un debate sobre todo lo que debía pasar, queriendo pensar en otra cosa que no fuera Voldemort en un momento como aquel, siendo la celebración de la boda de Fleur y Bill, Harry propuso bailar un poco cuando la música clásica llego hasta donde estaban ocultos hablando.

Harry y Draco bailaban lejos de los ojos de todos los magos, pensando en todo y nada. Realmente el Gryffindor disfrutaba de esos pequeño momentos de paz entre tanto caos. El padre de Luna, la conversación con aquellos magos sobre Dumbledore y el plan de los horocruxes le estaban sobrepasando esa noche. Fue bueno el que Draco lo sacará de allí, Potter jamás imaginó tener esa clase de relación con el rubio luego de todo lo que habían pasado desde que se conocieron.

La música les envolvió hasta que se detuvo de golpe y toda la paz desapareció.

Separándose, Gryffindor y Slytherin se dieron una rápida mirada confundida antes de correr dentro de la carpa donde se desarrollaba la fiesta. Ambos esperaban que no fuera nada malo lo que hubiera pasado, era la fiesta de Fleur y Bill, era un momento para celebrar y disfrutar. Luego de la muerte de Dumbledore, muchos necesitaban eso.

Sin embargo, las cosas siempre parecían estar en su contra.

Lo primero que ambos magos vieron al regresar a la carpa fue a todos huyendo y peleando con unas sombras negras que habían aparecido en medio de la celebración.

Los Mortífagos habían llegado hasta allí comenzando a atacar a los invitados sin hacerse esperar. Lo que había empezado como un hermoso día estaba terminando de la peor forma. Aunque muchos escaparon, Harry pudo apreciar a la mayoría defenderse entre si.

Inmediatamente fue rodeado de personas corriendo, hechizos volando por todos lados y sombras espesas aparecer y desaparecer entre el caos. Por un momento perdió de vista a Draco, buscándolo entre la multitud en medio del alboroto. Temía que fuera lastimado, que lo reconocieran y se lo llevaran.

Entonces lo vio, lo que no quería que sucediera. Draco estaba apartado cerca de la que había sido la mesa de aperitivos siendo acorralado por Mortifagos.

—¡Draco! —Harry intenta alcanzarlo, pero Lumpin le detiene y lo empuja lejos.

—¡Harry, vete! —le ordena. Potter no piensa hacerle caso, pero sin tiempo a negarse o pelear, Hermione esta haciéndoles aparecer en alguna parte de Londres.

Harry ve como Draco es llevado por un Mortifago antes de tener que correr para que un autobús no los atropelle en las húmedas calles de la ciudad.

—Draco. —susurra en un suspiro mientras el autobús pasa frente a ellos y Hermione y Ron están a su lado sin saber qué hacer ahora.

O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]Where stories live. Discover now