Obliviate #X

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Harry despertó, pero no porque hubiera amanecido o porque le estuvieran llamando, sino porque había escuchado un ruido, seguido de unos pasos, estando ya despierto.

Hacía poco había estado con Malfoy en la cocina, conversando y bromeando mientras compartían la comida del rubio. Y si el Harry de hace unas semanas atrás les hubiera visto, hubiera muerto de algún shock. Había pasado demasiado rápido, lo sabía, pero sentía que ya podía confiar en ese Malfoy nuevo que había cambiando drásticamente y con rapidez todo lo que había pensado de él al principio. Tal vez a esto se refería Hermione a que él siempre se metía hasta el fondo de las cosas, involucrándose a veces demasiado y ciegamente.

"Muy confiado" le vino a la cabeza todos aquellos que se lo habían dicho o aun se lo dicen y si, tal vez era verdad. Pero eso no significaba que aun no hubiera una parte de él que no estuviera alerta sobre Malfoy, desconfiando sólo un poco aún.

Por otro lado, Draco se movía nerviosamente de un lado a otro en el ático. Había dormido bien como por sólo una hora, luego su sueño se convirtió en pesadilla, pero... No era como las otras pesadillas, esta lo había dejado totalmente inquieto. No recordaba mucho, sólo... una serpiente y algo sobre un armario.

-¿Ya quieres parar?

El Slytherin saltó en su lugar, sorprendido por la inesperada voz de Harry, quien aparecía frente a él con su varita en alto para iluminarlos con un Lumos -¿Estas bien? -Draco sólo asintió, pero Harry volvió a preguntar: -¿Estas seguro? Porque tu caminar de un lado a otro me ha despertado.

El rubio se sentó en el borde de la cama y suspiro, Harry se quedó parado donde estaba, sin saber qué hacer o qué esperaba Draco que hiciera. El chico de ojos plateados los giró y señaló a un lado de la cama con la cabeza, acción que Harry tardó en entender, pero cuando lo hizo casi saltó al lado del chico sentado en la cama y esperó a que Malfoy hablara.

-Sólo era una pesadilla, no es gran cosa. La mayoría de ellas no las recuerdo al despertar -confesó, encogiéndose de hombros para quitarle importancia.

-¿Pesadillas? ¿Por eso esas horribles ojeras? -Malfoy giró los ojos, cansado con el tema de las ojeras ¿eran tan malas? ¿a caso se veía feo? -¿Y de qué tratan?

-No tienen importancia, las olvido cuando despierto -repitió Draco, desviando el tema. La verdad es que no quería tener que intentar recordar cosas que le inquietaban tanto.

-Vamos, estas hablando con alguien experto en pesadillas -le animó Harry, empujando su hombro con el de Draco, dándose cuenta de lo cerca que estaban sentados. No le parecía tan raro como siempre lo imaginó, se sentía normal.

-Harry, agradezco tu interés, pero no insistas -Y así lo hizo Potter.

-Bien. Pero si quieres hablar de eso, aquí estoy -aseguró Harry, alzando las manos en muestra de rendición. La mirada hostil de Draco se suavizo y el lugar estaba ahora en un silencio algo incómodo. El azabache desvío la mirada de los ojos plata del rubio y comenzó a ver cada esquina de la habitación.

Bien, Malfoy estaba aliviado de que Harry hubiera dejado el tema de las pesadillas, pero se sentía estúpido de haber cortado el único tema de conversación que tenían.

-Bien, creo que será mejor que me vaya -El elegido se levanto de un salto.

-¡Espera! -Harry giró de inmediato a ver a Draco, que se había quedado sin saber que decir ahora -Ah... Quedate -tanteo el rubio.

-¿Qué?

-Digo. No puedo dormir y te desperté ¿qué tal si me cuentas un poco de como era? Ya que decías que me conocías muy bien.

Y Harry aceptó, porque una parte de él había estado buscando inconscientemente una excusa para quedarse, sabiendo que no podría volver a dormir.

-¿Qué quieres saber? -preguntó el chico de ojos verdes sentándose de nuevo al lado de Draco, quien sonrió como si hubiera ganado algo.

-¿Cual es tu problema con mis ojeras? -Harry río por lo bajo, antes de comenzar a decirle a Malfoy lo exageradamente pulcro que era con su imagen.

[...]

Potter fue el primero en despertar, hallándose un poco desorientado y no conociendo sus alrededores. Esa no era la habitación que siempre compartía con Ron... El niño que vivió se sentó en la cama, buscando sus gafas por el colchón y encontrándolas rápido, pero los lentes no estaban solos. Una mano fría sujetaba levente sus anteojos. Harry se asustó, pero los tomó con rapidez y se los colocó, inquietándose aun más al ver quien estaba a su lado.

¡Era Malfoy! Dormido plácidamente a su lado. La luz de la mañana que entraba en el lugar le dejaba ver con claridad el perfil pálido y el rubio cabello de Draco, que graciosamente estaba distribuido en todas direcciones en su cabeza. Pero Harry no reía por eso, en realidad no reía en absoluto, sino que se había quedado fijamente viendo al chico a su lado y como parecía dormir tan pacífico. Las ojeras hacían sombra bajo sus ojos, pero seguía luciendo tan lindo como siempre.

Harry freno sus pensamientos.

¿Lindo? ¡¿Había pensado que Malfoy era lindo?!

Potter salió de la cama de un salto, como si un rayo hubiera caído a su lado, espantado totalmente por lo que había pensado. El chico rubio en la cama se movió y como todo Gryffindor valiente, Harry salió corriendo del ático.

-¡Hey, Harry! -le detuvo Ron, quien salía de su habitación -¿Estas bien? -preguntó el pelirrojo algo preocupado, viendo a su amigo pálido y nervioso.

-¿Ah?... ¡Si! Si -Harry se recompuso y sonrió a su amigo, intentando olvidar lo que había pensado. Porque jamás había pensado eso de Malfoy. Sí que era un fastidio, un malcriado, una horrible persona y-

-¡Harry! -le sacudió Ron.

-¿Si?

-Te pregunte donde habías estado -Potter pensó mucho antes de hablar. No podía decir que había estado con Malfoy y que se habían quedado dormidos en la misma cama. Sabia que Ron y los gemelos lo sacarían todo de contexto.

-Salí a caminar, no podía dormir -mintió el Gryffindor. Ron le miró por un rato, dudando en sus palabras -¿Qué desayunaremos hoy? -cambio Harry de tema con rapidez. Se adelanto a su amigo y bajó directo a la cocina.

Ron pondría ser el más "tonto" de los tres, pero no ciego y había visto a su amigo bajar corriendo del ático. Frunció el ceño ¿Qué estaba tramando la serpiente? No le tenia ni la mínima confianza. Su idea sobre él no cambiaría nunca, Malfoy siempre sería Malfoy, una víbora rastrera y venenosa. Esperaba que se quedara en el ático el resto de las vacaciones.

Para mala suerte de ambos Gryffindor, Draco bajó a desayunar por primera vez en semanas.

O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora