Obliviate #IX

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–¿Estas bien? –Draco fue sorprendido por una muy conocida voz.

El rubio se encontraba sentado en el suelo del pequeño balcón del viejo y polvoriento ático de los Weasley, donde había sido exiliado desde su llegada, siendo el lugar su habitación y su refugio al mismo tiempo. Se sentía como los personajes de esos viejos libros que había encontrado y leído desde su llegada: solo, despreciado y en exilió. También había estado muy incomodo al principio, sobre todo por las miradas desconfiadas que le habían dado (y aun le daban) los padres y hermanos de Ron.

Sabía que había sido todo un crio en la escuela, pero no pensó que el odio hacia él fuera tan grande. La madre y padre de Ron eran los que mejor se comportaban, siendo los adultos de la casa, aunque la señora Weasley de vez en cuando en las comidas, dejaba salir algún comentario  "desapercibido" sobre su familia. Malfoy sólo podía morderse la lengua y callar, queriendo realmente defenderse y defender a su familia sin importar qué ¿Quién se creía ella para hablar sobre ellos? Agradecía que le diera alojamiento (aunque no fuera el mejor) pero no soportaba la actitud de la mujer. Por lo que, para evitar alguna discusión a la hora de comer, que era el único momento que la veía,  la evitaba. Draco prefiero saltarse las comidas todo lo posible y buscar algo en la cocina sólo cuando tuviera hambre y no hubiera nadie, que por lo general era por las noches.

Además de eso, estaban sus pesadillas o recuerdos, o lo que fueran. Draco ya realmente no sabía que era que, así que lo ignoraba, después de todo al despertar algunas cosas se desvanecían y las olvidaba. No había podía dormir para nada. Pero ¿qué importaba? Estaba vivo, a salvo de su padre, los Mortifagos y Voldemort; además, tenía muchos libros para leer y mantenerse entretenido, una clase de habitación sólo para él... Llena de polvo, arañas, humedad... Y cree haber visto una rata...

Bien, su positividad estaba muriendo y no iba a durar para siempre y no había hecho el intento de cambiarlo con magia sólo por respeto a que no era casa suya... Y porque no quería darle el gusto a esa vieja bruja sobre que su familia era muy arreglada y minuciosa, diciendo que su humilde hogar tal vez era muy poco para su clase ¡Y es que lo había dicho con un tono! Draco NO pensó en lanzarle algún hechizo inocente.

–Si... –respondió la serpiente al león sin voltearse y sin dejar de leer su libro. Ese día en específico no quería hablar con nadie, ni siquiera con Harry, con quien por cierto estaba molesto. Y es que bien, entendía que había sido una horrible persona y que no merecía ningún trató bueno, sobre todo de ninguno de ellos que había tratado tan mal, pero lo estaba intentando ¿bien? Estaba intentando cambiar y un poquito de apoyo o defensa por parte de Harry, contra todos esos comentarios sobre él, hubiera sido bien aceptado sin importar que fueran en vano.

–¿Seguro? –preguntó Harry, totalmente inseguro y algo incómodo. Las cosas con Malfoy seguían siendo un tanto raras ¿Cuándo se imaginó preguntándole si estaba bien? Pero realmente estaba preocupado por él, siempre encerrado en ese lugar.

–¿Por qué no lo estaría? Potter –Draco soltó con acidez, cerrando de golpe el libro en sus piernas para girar y ver a Harry con sus ojos llenos de enojo, siendo una mirada tan conocida para el Gryffindor –¿A caso no me crees como todos tus amiguitos? ¿Crees que planeo algún plan secreto y oscuro aquí todo el día? –Claro que eso había sido escupido como veneno. Harry sintió hasta que hablaba con el antiguo príncipe de Slytherin, pero entonces vio ese destello de tristeza en sus ojos seguido de ese brillo antes de las lágrimas... y entonces Draco regresó a su lectura.

No, no iba a llorar por algo tan tonto como sentirse traicionado ¿Harry de verdad no podía confiar ni una pizca en él? ¿Qué podía hacer para que sí? Era tan frustrante que quería llorar.

–No, no –Harry reaccionó por fin –No es para nada así –no era para nada así– sólo preguntaba porque... Bueno.. Estoy preocupado ¿bien? –Malfoy no dijo nada, ni se movió. Entonces el azabache se acercó y se sentó al lado del rubio –No bajaste a desayunar y-

O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]Where stories live. Discover now