Obliviate #XII

8.2K 1.1K 313
                                    

Harry había cumplido con su promesa y había dejado de ignorar a Draco, comenzando a pasar (sin darse cuenta) mucho más tiempo con el rubio que con los hermanos pelirrojos. Disfrutando –sorpresivamente — su tiempo juntos, intentando arreglar lo mal que hizo sentir a Malfoy los días pasados.

Ambos habían empezado a pasar más tiempo juntos, iniciando con Harry sólo estando revoloteando al rededor de Draco mientras leía, en un tipo de demostración de que estaba cumpliendo su promesa de no ignorarlo más. Al Slytherin realmente le parecía divertido ver a Harry aburrido sentado a su lado o paseando por la habitación, en ocasiones llenando a Malfoy con preguntas por lo que leía.

Luego Draco se canso de tener al Gryffindor interrumpiendo su lectura y suspirando aburrido a su alrededor, así que le propuso hacer algo diferente, algo que él quisiera. Así Harry arrastró a la serpiente fuera de casa y le propuso un juego de Quidditch que Draco aceptó sin dudas.

Fred y George estaban confundidos ante el cambio de Harry con el Slytherin, pero Ginny y Ron estaban más que enojados. Ronald no podía creer que su amigo esta cambiando su tiempo juntos por pasarlo con el hurón ¡Era una locura! Primero Hermione y ahora Harry. Ginny por otro lado no entendía porque el azabache había dejado de ignorar a Malfoy y ahora se la pasaba con él. Estaba realmente celosa y enojada de que Harry no pasara ese tiempo con ella.

Los días pasaron y todo parecía estar bien entre Harry y Draco, hasta que el rubio se quedo todo un día en su habitación como antes, apartándose de todos y sin dejar explicación. Claro que a nadie le importó más que a Harry.

Hermione creía que sólo quería un día lejos de Harry, ya que hasta ella notaba que pasaban más tiempo juntos que antes; dándole un poco la razón a Ron de que llegaba a ser molesto. Hermione había perdido un amigo de lectura y Ron a Harry. Creía que su azabache amigo estaba exagerando sobre aquella vez que dijo que mantendría a Malfoy vigilado.

Harry Potter (como siempre) hizo oídos sordos a la sugerencia de Hem de dejar al rubio en paz un día. Presentía que algo pasaba, los días pasados había sentido que avanzaba con Malfoy, y que de verdad la estaban pasando bien juntos, aunque pareciera ilógico. Y aunque Harry había dicho que no pensaría de mas sobre el Slytherin, esa reacción de volver a alejarse sin decir nada, no podía pasarla por alto.

Era simple curiosidad hacia su actitud, nada más.

O eso aseguro.

Potter esperó después de la cena, esperanzado de que Draco bajara a comer, pero no sucedió. Subió al ático a ver qué le pasaba, pero la serpiente había sido lista y lanzó algún hechizo a la puerta que el león no pudo deshacer. No le pediría ayuda a su lista y capas amiga para deshacerlo, sabía que Hermione no lo ayudaría. Así que el Elegido bajó y tomó su escoba en el camino, saliendo de la casa.

Si, Draco sabía que estaba actuando algo infantil al encerrarse de nuevo sin decir nada a nadie, pero tenia sus razones para mantenerse alejado ese día y los que se aproximaban. Y es que estaba triste, totalmente desanimado y no quería que Harry lo viera actuando tan miserable. La noche de su pesadilla fue algo totalmente diferente, allí había controlado por completo cuan perturbado estaba por su sueño realmente.

Malfoy se levantó de la cama donde estaba sentado desde hace rato,  pensando y siendo miserable. Salió al balconcito en busca de un poco de aire fresco, y si alguien le preguntaba que había sucedido después, él NO se asustó al ser sorprendido por Harry volando con su escoba frente a él (estando de cabeza, de paso) y para nada Draco reaccionó golpeando la nariz del niño que vivió,  haciéndolo caer de la escoba.

–¿¡Estas demente!? –le gritó el rubio, ayudando a levantar a Potter.

–No pensé que reaccionarias así –murmuró adolorido el chico de lentes.

O.B.L.I.V.I.A.T.E [Harco-Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora