El pelinegro que lo sabía todo

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El conocimiento viene de la experiencia.

Alec siempre prestaba atención en clase (incluso cuando era retraído), pero últimamente su mente estaba dividiendo sus prioridades.

Lo principal era Max: su pequeño hermano estaba inquieto en casa, los profesores privados sólo lo desesperaban más, para el había pasado de estar encerrado en un hospital para estar encerrado en su propia casa.

Después estaba Magnus: no lo había visto hace casi un mes, solo hablaban un par de veces a la semana por teléfono y aunque le molestaba no le había dicho nada a su novio, cada vez que lo llamaba su garganta quemaba por dejarlo salir pero al escuchar la emoción de su novio al hablar de la universidad, se tragaba las quejas.

Y por último sus padres: se había acostumbrado a una llamada al mes así que tenerlos en casa era algo abrumador, más si comenzaban a querer a ver sus opciones para el futuro, ese último mes había visto tantos folletos de universidades que su cerebro estaba saturado de nombres, carreras y dinero.

-¿Señor Lightwood?- escucho como el profesor Penhallow lo llamaba, se dio cuenta de que el salón estaba vacío.

-Lo siento.

-Últimamente estas muy distraído en mis clases- informó con tristeza-, es algo decepcionante viendo lo buen estudiante que eres.

-Prometo que no pasará de nuevo- Alec se levanto dispuesto a irse.

-Hablare con Jia acerca de esto- informó, Alec sabía que eso terminaría en los oídos de sus padres debido a la amistad de la directora con ellos.

-Bien.

Salió del aula hacia su auto, no tenía que esperar a Isabelle ni a Jace, ya que estaban ocupados, así que probablemente llegaría rápido a casa.

Desgraciadamente.

Lo que a Alec le disgustaba de estar tiempo solo era que tenía mucho tiempo para pensar, bueno, de pensar en las cosas que no quería pensar. De nuevo.

-Hola, hijo- saludo su madre cuando lo vio, solo asintió hacia ella, antes de ir a su habitación.

Tomó un libro, por un momento pensó en llamar a Magnus pero a algunos esta a hora debería estar en clases, Jace estaba con Will e Isabelle con Simón. No tenía nadie con quien hablar, y de cierta forma era algo deprimente.

-Alec- escucho como su madre lo llamaba, esperaba que Jia no hubiese hablado con ella aun-. ¿Me acompañas a hacer las compras para la cena?

-Claro.

Su madre lo esperaba con una sonrisa tensa en al auto, no estaba seguro de querer estar solo con ella pero era mejor que estar solo con sus pensamientos.

-¿Va todo bien en la escuela?-le pregunto después de unos minutos en silencio, se encogió de hombros incómodo.

-¿Cuándo crees que Max podrá regresar?- le pregunto seriamente.

-Alec, no debes preocuparte por la educación de tu hermano- ordenó, la conocía lo bastante bien para saber que estaba molesta-, debes preocuparte por tu educación, por buscar una buena universidad.

-Es normal que me preocupe por mi hermano, más si se que es infeliz.

-¿Es eso lo que te distrae en las clases?- Maryse lo miro tan fijamente que sintió que leía su mente-. ¿o es Magnus?

-¿Qué?

-Alec, apoyo tu relación- admitió ella- pero si te está distrayendo de las cosas que son importantes… debes saber que una relación puede distraerte mucho y que a veces es mejor estar solo.

Secretos a voces (AU)Where stories live. Discover now