capítulo 1. El comienzo

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Valió la pena el esfuerzo, por fin, he terminado la preparatoria , aunque me falte estudiar la universidad , me siento orgullosa de mi misma.

Veo a todos los chicos y chicas con sus batas y sus birretes de graduados, todos sonriendo, orgullosos de sí mismos , unos tomándose fotos con sus amigos, unos con su familia y otros solos, tal vez para publicarlo en una red social...

- Aquí estás - escucho decir a mi madre.
- Hola mamá - contesto y la saludo.
- ¿Cómo te fue?¿Salió bien tu emm discurso? – me pregunta y revisa algo en su celular.
Si hubieses venido, tal ves lo hubieses oído madre...
- Bien, todos aplaudieron, así que no fue un desastre supongo- le contesto mientras acomodo un mechón de cabello tras mi oreja.
- Bueno, vámonos, que te tienes que arreglar para tu fiesta- me dice y se encamina al auto.
- No iré, te lo eh dicho- le contesto y me acomodo en el asiento del acompañante.
- ¿En serio? ¿Ni a eso iras? Deja de ser tan aburrida Leisy, tienes 19, Dios santo - me contesta y arranca el auto.

¿Aburrida? No, sólo no me gusta estar con gente, detesto los bailes, todo lo que tenga que ver con un grupo de personas...

- Sólo no quiero ir, quiero terminar una pintura y ...
- Ya ya, se nota que no eres como tu hermana - me contesta y estaciona el auto en la cochera de la casa.
- Bien, baja, me tengo que ir al trabajo, a James se le averió el auto, por eso no fue por ti.
Solo cuenta hasta tres Leisy, uno...dos...tres...
- Gracias mamá – le contesto y bajo del auto.
Entro a mi casa y me dejo caer al suelo, me siento tan pobre, aunque tengo todos lo que una chica hueca desea, dinero, desinterés de sus padres y soledad...
Pero yo, yo solo quisiera que mamá fuera distinta, que no sea tan fría y distante conmigo, al igual que mi padre...
Me levanto lentamente y subo a mi habitación.

-Niña Leisy, comerá algo- me pregunta nana.
- No gracias nana, quiero estar sola- le contesto y continuo mi camino.

Dos, tres pinceladas mas, rojo, amarillo, negro, un poco de retoques, un poco de más azul, blanco y degrado...

Miro mi pintura y me siento contenta, el paisaje, las flores, el lago, todo es como quería, aunque el cielo es gris...
Acomodo el bastidor en una repisa, limpio mis pinceles y acomodo todo...

Camino lentamente por el lugar desconocido, veo flores cambiar de color y forma, no veo a nadie más, solo yo...
Un ciervo aparece frente a mi, lo veo mover sus orejas de manera graciosa...
Me acerco a el poco a poco, veo mis manos posarse en aquel animal, tan majestuoso, tan vibrante, tan hermoso...
Sigo pasando los dedos en su pelaje, hasta que siento algo, el ciervo comienza a temblar y lo miro a los ojos...
Se recuesta poco a poco y noto que sus ojos cambian de color, hasta tener una apariencia humana...
Ahora me veo en un bosque, abrazando a aquel animal, talvez enfermo, rodeados de rosas blancas y azules, un césped verde y fresco...
Siento que el ciervo se remueve y lo miro a los ojos... poco a poco todo se desmorona, las rosas se secan, el césped se torna amarillento y descuidado, noto que llevo un vestido negro, todo desgarrado y sucio...
Miro de nuevo al animal, parece enfermo y triste, intento tocarlo de nuevo, pero al tocarlo, el animal se convierte en millones de mariposas negras que salen revoloteando, siento un escalofrio extraño, poco a poco todo se torna oscuro, sin olvidar la mirada de aquel animal, sus ojos grises, eran hermosos, pero intimidantes...
Su imagen se desvanece hasta sólo quedar con aquellos ojos que se han vuelto parte de mi sueños...

Si amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora