Si amo

Capítulo 33. Ola de sensaciones

Los sentimientos son algo extraños, hay veces que ellos te manejan, y cambian las decisiones de tu cabeza, y por mas que quieres alejarte, tu corazón se hace su aliado, y tu cordura sale perdiendo.

Leisy...

Siento las suaves sabanas con mis manos, una brisa fresca entra por la ventana, un aroma a café invade mi nariz, mezclado con el dulce aroma rosas.

Abro lentamente los ojos y me estiro cómodamente para terminar de despertar.

- Dominnick - lo llamo pero no responde.

Me levanto de la cama y me dirijo a la pequeña cocina de la habitación y me sirvo un poco de café negro y me dirijo al balcón.

- No puedo creer que estoy en París con Dominnick, aquel chico frío que me dio asilo en su imponente castillo, que debajo de ese caparazón de rudeza, yace un chico roto, pero tierno y dulce, con mucho amor que dar...

- Como hemos crecido...

- Ni que lo digas...

- ¿Qué crees que pasará?...

- No tengo idea, pero estoy convencida que quiero estar a su lado...

- Esperemos que no salgas lastimada...

- Aun tengo dudas, ¿Es injusto para el?...

- ¿Qué es lo que te preocupa?...

- No ser suficiente para el...

- Cariño, Dominnick está perdidamente enamorado de ti...

- Lo sé, me lo ha demostrado, pero el, está acostumbrado a otro tipo de chicas y yo, soy tan común...

- Dominnick se fijó en esa chica común, y para el eres suficiente...

- Solo no quiero salir lastimada, no llenar sus expectativas me aterra...

- Leisy, tu eres todo lo que el necesita...

- Y el es todo lo que necesito...

- Leisy - lo escucho llamarme desde la habitación.

- En el balcón - lo llamo y dejo la taza de café en la mesita de centro.

- Buenos días señorita Coreman- me saluda y se sienta junto a mi.

- Buenos días - lo saludo y le sonrío un poco nerviosa.

- ¿Pasa algo? - me pregunta y tomo mi taza de café.

- No, todo bien - le respondo y tomo un trago.

- Luces linda recién levantada - me dice y automáticamente mis mejillas se sonrojan.

- Soy un desastre - le digo sonriendo e intentado taparme con la taza.

- Eres un desastre muy lindo - me dice y sonríe sin dejar de observarme.

Me levanto del sofá y corro hacia el baño, me apenaba que me viera así.

- Leisy, te he visto casi desnuda, ¿ahora te avergüenza que te vea recién levantada? - me dice en la puerta del baño, lo cual hace que me sonroje mas y ponga mis manos en el rostro.

- Tonto - susurro para mi misma, y me quito la pijama para darme una ducha.

- Salgo en un momento- le digo y me meto a la ducha.

El agua caliente se siente de maravilla sobre mi piel, me dejo empapar por el agua, pero justo cuando iba a comenzar a enjabonarme, sentí unas manos en mi cintura.