capítulo 20. ¿Qué quieres de mí?

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Leisy...

- Serás mía Leisy, quieras o no, serás completamente mía- me dice al oido sin soltarme.

Un escalofrio particular recorre mi cuerpo al sentir su respiración en mi cuello.

- ¿Qué quieres de mi, Dominnick?- le pregunto admirando su rostro, intentando adivinarlo, deseando saber cual es su propósito.

- Ni siquiera yo lo se Leisy - me dice mirandome a los ojos.

En ese instante un impulso se apoderó de mi y beso sus labios con desesperación, como si mi vida dependiera de ello.

- Leisy- dice entre besos y me levanta bruscamente, obligandome a enredar mi piernas en su cintura.

Sus besos cada vez eran mas intensos, mas hambrientos, mas sedientos de deseo.
De un momento a otro, me encuentro recostada en la cama con Dominnick sobre mi, sin dejar de torturar mis labios, sin dejar de tocar mi cuerpo, sin dejarme escapar de sus redes de lujuria.

Dominnick...

No se que esta pasando conmigo, ¿Desde cuando Leisy se metió en cabeza? Si apenas la conozco.
Al sentir sus labios con los míos, me hace sentir diferente, sentir su respiración agitada, me hace sentir excitado y deseoso de probar su piel; su mirada tan tierna y curiosa, que intenta adivinarme, intenta conocer mis demonios.

- Leisy - digo con devoción al sentir sus manos en mi pecho. La levanto fuertemente y la llevo a la cama, pero en mi mente ronda su pregunta, ¿que quiero de ella? Sinceramente, no lo se.

Al sentirla indefensa bajo mi cuerpo, me hace sentir extasiado, sentir que sus manos temblorosas recorran mi espalda, dios mio, estoy al borde de perder el control.

Quiero hacerla mia, someterla a mi, que dependa de mi hasta para respirar; quiero ser su mundo.

- Dominnick- me dice con dificultad.
Dejo de besarla y la observo con atención.

- No has respondido mi pregunta- me dice sin dejar de mirarme. Dios sus ojos me vuelven loco, sus mejillas sonrosadas, su cabello alborotado y sus labios hinchados por mis besos, toda ella me descontrola.

Nos levantamos con dificultad y nos ponemos de pie denuevo.
Luego de unos minutos la tomo de los hombros y la miro fijamente.

- quiero que seas mi sumisa- le digo con voz firme. Mi mirada se vuelven fría y dominante ante ella, porque realmente lo deseo, quiero que Leisy Coreman sea mi sumisa.

- ¿Tú sumisa? ¿Qué ganaría yo? Si el dolor es todo para usted señor Heinsbek- me contesta de una manera extraña para venir de ella.

- ¿Ahora me hablas de usted?- le pregunto sorprendido.

- Si, usted solo me da posada en este lugar mientras yo comienzo la universidad- me contesta fría y se separa de mi.

Leisy ha puesto una pared de nuevo entre nosotros, la cual me encargaré de destruir, haré que caiga a mis pies, la haré que suplique que la bese, que la desee, que la vuelva mia.
Leisy sera mi sumisa.

Leisy...

¿Su sumisa? Este hombre se ha vuelto completamente loco.

- No te hagas, bien que te encantaría estar entre sus brazos y que sus manos recorran tu piel...
- No, mis gustos son solo míos, no quiero ser de nadie...
- Si tu lo dices, cuando estes entre sus cobijas te acordaras de lo que te dijiste a ti misma...

- ¿Puedo irme?- le pregunto manteniendo mi actitud distante.

- No, recuerda que tengo la llave- me dice seductor y se acerca al ropero.

- Dominnick, ¿Qué quieres que haga para que me dejes salir?- le pregunto exhausta.

El me mira con atención un instante, intentando buscar las palabras correctas. Luego de unos minutos truena los dedos y se acerca a mi.

- Quiero que me contestes una sola pregunta- me dice.

- Dime- le contesto sin pensar.

- ¿Te gusto?- me pregunta en seco.

Lo miro anonadada y comienzo a abrir y cerrar la boca. ¿Qué clase de pregunta es esa?
Suelto un suspiro y miro hacia el suelo.
Siento que toma mis hombros y los aprieta levemente.
- Tu silencio responde mi pregunta- me dice y levanta mi rostro.

- Dile tonta...
- No, no ganaría nada, solo humillarme...
- DILE AHORA...
- Tal ves tienes razón...
- Tal ves ganas un poco de... Placer...
- No es eso, solo...
- Dile...

Tomo aire y lo miro a los ojos, miro esos ojos que vi en sueños, esos ojos que me hacen sentir distinta, que me hacen callar y desvanecerme en ellos...

- Dominnick, creo que me estoy enamorando de ti...

Si amoWhere stories live. Discover now