capítulo 21. El juego comienza

7.5K 362 3
                                    

Dominnick...

La miro a los ojos y me doy cuenta que es verdad, ella se esta enamorando de mi, ¿como es posible? Si la he despreciado la mayoria de las veces.
No soy un chico atento, solo un maldito enfermo que su deseo por ella crece mas y mas cada día; el deseo de tocar su piel desnuda, de atarla y hacerla mia, de escucharla gritar mi nombre y que me pida más.

- Hombre estás enfermo...
- Debo hacerla mía...
- ¿Qué culpa tiene de tus desgracias?...
- Ni siquiera se lo que quiero...
- Por el momento quieres besarla hasta dejarla sin aire y luego hacerla tuya...

Miro a esta pequeña chica ante mi, con sus tiernas medias de bolitas con un vestido color menta y su hermoso cabello rojizo y la comparo con aquella mujer que se prensento ante mi madre como mi esposa. ¿Donde esta esa mujer? ¿Porque se empeña en esconderse en esa fachada de niña? Si tiene un cuerpo que vuelve loco a cualquiero hombre.

- ¿En verdad?- le pregunto para confirmar lo que me acaba de decir.

- Solo me dijo una pregunta señor Heinsbek, asi que, ¿podría dejarme salir?- me dice con tono ¿seductor?
- eres inteligente- la elogio y sonrio.

- Gracias señor Heinsbek- me responde y sonrie igual.

Aquí esta esa chica que pido, pero adoro su ternura ¿podria ser de ambas?

Leisy...

¿Qué quiero ganar con esto? No sé porque actuo asi, pero al estar tan encerrada en este lugar con el, me está volviendo otra.

- Acepta ser su sumisa...
- No...
- El te liberará de la vida tan mediocre y solitaria que has tenido...
- Pero, ¿como entregarme a un hombre que ni siquiera me ama?...
- ¿Dominnick liberarme? Pero el quiere someterme a el...
- ¿Y no te encararía?...

- ¿Ahora yo le puedo hacer una pregunta?- le pregunto.

- Ya la has hecho- me responde y sorie mostrando sus perfectos dientes.

¿Está jugando conmigo?

- Lo siento, digame su pregunta- vuelve a decir al ver mi cara de molestia.

- ¿Porqué quiere que sea su sumisa?- le suelto sin pensar.

Veo su sorpresa al escucharme, luego de unos minutos sonrie.

- Sencillo, quiero que seas mía- me contesta con naturalidad.

- Entonces, ¿Eres un amo?- le pregunto.
- Soy mucho más que eso mi querida señorita Coreman- me responde y acaricia mi mejilla.

- ¿Qué ganaría yo? Si se que en su mente solo esta la imagen mia sufriendo y agonizando de dolor - aparto su mano y le digo con un tono dramático.

- Lo has arruinado...
- ¿Qué?...

- ¿Y tú como sabes de eso?- me pregunta intrigado y fija su atención aun más en mi.

No le contesto y agacho la cabeza, no pienso revelar nada, eso es solo mio.

- A mi no me engañas Leisy, tu sabes de esto y creo que mucho más de lo que pensé- le dice señalándome y ascintiendo con la cabeza.

- Dominnick ¿Porqué yo?- le pregunto agotada y dejo caer mis brazos.

- Porque no sales de mi cabeza - me toma de los hombros con fuerza - imaginandote atada y desnuda en mi cama, sometida a mi, dependiendo de mi, no tienes idea de cuanto me excita - concluye y me observa como un león cazando su presa.

Al escuchar tales palabras, un millon de sensaciones viajaron a un punto específico en mi cuerpo, como si fuera sacado de una novela.

- ¿Y por qué te contienes?- le pregunto sin pensar. Me mira por un instante, haciendome sentir acalorada; su mirada recorre mi cuerpo de pies a cabeza. Entre mas me observa, me encuentro deseosa de un beso suyo.
Mi pregunta le dio luz verde y se abalanzó hacia a mí, tomandome con sus fuertes brazos me llevo denuevo a la cama enredando mis piernas en su cintura, comenzando a presionar su ereccion en mi entre pierna.
Pequeños gemidos brotan de mi al sentirlo justamente en ese punto y lo acerco mas a mi cuerpo.

Dominnick comienza a besar mis labios con salvajismo, sus manos recorren mi cuerpo sin un poco de decencia. Nuestras respiraciones se aceleran mientras mas avanza nuestra acción.
Poco a poco Dominnick se desase de mi ropa con desesperacion, dejandome en interiores bajo su enorme cuerpo.

- Eres tan hermosa- me dice agitado y quita su camisa con desesperacion, dejandome apreciar sus trabajos brazos y su marcado abdomen que se acaban de volver una perdición.

Sus grandes manos recorren mis muslos con deseo, sus besos se vuelven mas mojados, su cuerpo se pone mas tenso.
Besos caricias, de volvio ese momento, al sentir el calor de su cuerpo, una chispa de vida se prendió en mi interior.

- Aun no- me susurra al oido y me acomoda en medio de la cama. Sonrie al ver mi expresión de confusión y me deja recostada, para después, levantarse de la cama, dejandome al alcance de su vista.

- Leisy, ahora eres mía- me dice con deseo y lujuria.
Se sube denuevo en mi atacando mis labios y acomoda mis manos sobre mi cabeza sin dejar de besarme.
Al escuchar el choque de metales en la cabezera me tense un poco.

- Las esposas querida...
- Demonios debería correr de aquí ahora mismo...
- Realmente lo quieres...
- ¿Será lo correcto?...
- Olvidate de lo correcto ahora, solo dejate llevar...

Al sentir un metal frío alrededor de mis muñecas, privandome del movimiento, indefensa ante un hombre sediento de dolor y deseo.
Lo miro con atención, para poco despues darme cuenta que, entre Dominnick y yo, el juego había comenzado...

Si amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora