capítulo 13. Más que un chico (3ra. parte)

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- Quiero que te largues de mí castillo y no vuelvas nunca- le digo a Lussian con odio.
No se merece vivir aquí, no después de lo que me hizo.
- Hermano yo...
- ¡YA NO SOY TU HERMANO! - le grito y golpeo su rostro.
- ¿QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ?- llega gritando mi madre desde la cocina.
- ¡QUIERO QUE SE LARGUEN TODOS DE MI CASTILLO! - les grito a ambos.
- ¿Tú castillo?- me pregunta Lussian.
- Si idiota mi castillo, asi que quiero que se larguen de aquí, en especial tu imbécil- le contesto con repulsión.
- Dominnick, ¿Por qué le hablas asi a tú hermano?- me pregunta mi madre preocupada.
- Por nada que te incumba madre-le contesto y subo la escalera.
-¿Por qué no se largan a Francia?- les pregunto y me pierdo en el pasillo...

-Dominnick, ¿podemos hablar? - escucho a Lussian tras la puerta.
- ¡NO, ASI QUE LARGATE!- le grito y me siento en mi cama. Estoy hecho una furia.

Solo pienso en ella, todas las noches sueño con su sonrisa, su mirada, si manera de vivir la vida. ¿Por qué me hizo esto? Realmente no me lo merecía, la amaba con todo el corazón, la aceptaba con todo y sus locuras, era una chica especial; su lado fragil, era encantador, pero, su lado dominante, era exquisito.
¿porque gasto su tiempo conmigo? Si solo me llevo a el camino del deseo.

¿mo alivias el dolor?, ¿mo llenas el vacío que deja alguien al partir? Es difícil saberlo, talvez nunca sana, solo aprendemos a afrontar que ya no esta con nosotros, que es el causante de tu dolor, que debes odiarlo hasta morir, pero los buenos recuerdos llegan a tu mente y hacen mas difícil el trabajo...

Ya era de noche, yo me encontraba en en la planta baja sentado en el piano de mi padre, solo lo veía, veía cada tecla que lo conformaba, veía el soporte de las partituras, veía su color negro, aun tan brillante como el primer día que llego a este lugar.
Cuando me disponía tocar las primeras notas, una figura parada en la entrada de la cocina me distrae:
- Dominnick- me llama la última persona que siquiera ver.
- Lárgate Lussian- le digo y dejo caer las manos sobre las teclas, provocado un sonido molesto.
- ¿Cuánto más estarás así? - me pregunta y se acerca a mi.
- Hasta verte tres metros bajo tierra- le respondo y me paro dispuesto a irme a mi habitación, pero antes de llegar me toma del brazo.
- ¡NO ME TOQUES! - le grito y lo empujo, haciendolo caer al suelo.
- ¡DEJA DE COMPORTARTE COMO UN NIÑO!- me grita de igual manera al levantarse.
- ¿Por qué lo hiciste?- le pregunto y lo miro con odio.
- ¿A qué te refieres?- me pregunta.
- ¿Por qué me quitaste la unica felicidad que tenía?- le pregunto acercándome a el hasta quedar a pocos centímetros de distancia.
- Dominnick, eres un niño, esa chica es mucho mayor que tu- me contesta.
- ¡Ah y para tí es perfecta!, ¿no?- le digo y lo empujo.
- ya deja de hacer eso, enserio, hablemos como adultos- me dice y se acomoda el saco.
- ¡NO TENGO NADA DE QUE HABLAR CONTIGO, LO UNICO QUE QUIERO ES QUE TE VAYAS!- Le grito con furia.
- Me iré, no te preocupes- me contesta con tranquilidad, cosa que despierta aun más mi furia.
- Espero que llenes sus expectativas- le digo y me encamino al despacho de mi padre.
- ¿A qué te refieres?- me pregunta.
- Averígualo por ti mismo- le contesto cortante y me adentro en el despacho.

Dias después...

Me encuentro completamente solo ahora, Remien y mi madre se fueron del castillo, ni mi madre, ni mi hermana me apoyaron, siempre creyendo en las palabras del idiota de Lussian, y denuevo, calleron con sus mentiras, da igual, realmente no las necesito.
Tomo una copa de whisky del bar de mi padre y la tomo rápidamente, luego de unas horas, mi mente me comienza a traicionar...
- ¡MALDITA SEAS! - grito con furia y aviento la botella de whisky. Las lágrimas me nublan la vista, al igual que el alcohol.
- ¿POR QUÉ ME DEJASTE?- grito y empujo el escritorio. No paro de llorar y me dejo caer al suelo.
- Si yo te amaba- digo en voz baja, intentando hacer que le llegase el mensaje de alguna manera.

Si amoWhere stories live. Discover now