capítulo 25. Un dia a tu lado (Parte 2)

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Dominnick...

sus labios saben a dulce miel, su piel tan suave como la seda, su cabello tan brillante como el sol, como es posible que esta chica me tenga tan hechizado, todo su ser, su inocencia, su belleza, toda ella se encuentra enloquecedora...

sus labios se encuentran deseosos por mas, mis manos yacen temblorosas en su espalda, y en mi interior se encuentra una verdadera revolución.

sus gemidos se vuelven una verdadera sinfonía para mi, sus pequeñas manos en mi pecho me resultan sexy, pero tierno a la vez.

- Dominnick - susurra a mi oido, como si fuera su gota de esperanza.

- dime - le contestó lleno de placer al tener retumbando en mi mente aquellos gemidos tan deliciosos.

- hasme tuya - me dice con su pequeña voz tan sensual y tierna a la vez.

La miro fijamente a los ojos, esta vez habla en serio, sin sonrojos en sus mejillas, sin tener la cabeza baja, sin miradas apenadas, su postura es tan firme, quiere ser mía, quiere convertirse en mi sumisa.

El auto se detiene y la ayudo a volver a su lugar, acomodo rápidamente mi atuendo al igual que ella, la miro de reojo y veo una sonrisa pintada en sus labios, sus manos se posan temblorosa en sus muslos; esta llena de adrenalina, esta deseosa de sentir mis manos en su piel, solo sonrió con este último pensamiento.
Lohan abre el lado de su puerta y sale con dificultad, intentando mantener la postura, sin embargo, yo salgo sereno y me acerco a ella, la tomo del brazo y le susurro al oído:
- pronto...

Leisy...

El solo hecho de haber escuchado esa palabra, mi piel se puso de gallina, trago en seco y suelto un suspiro, intentando contener la lluvia de pensamientos inpuros que calleron en mi mente.

- ¿pero que demonios me está pasando?...
- solo quieres hacer realidad cada una de tus fantasías...
- debo controlarme, por que se que Dominnick no es un chico normal, es oscuro y distinto, no es un ángel, es más bien un demonio...

Nos bajamos en un especie de centro comercial, solo veo gente caminar por ahi y por allá, parejas besándose y niños volviendo locas a sus madres, y hablando de madres... ¿Qué será de la mía?

- entonces, ¿qué quieres comprar?- me dice  Dominnick a mis espaldas.

- oh si- regreso de mi mundo y saco una pequeña nota de mi bolsa donde apunte lo que necesito.

- ¿porqué todas tus cosas deben ser tiernas e infantiles?- me pregunta al ver mi notita en forma de gatito morado pastel, escrita con tinta púrpura con brillos.

- soy una chica peculiar- le digo al oído y le sonrío, lo cual hace que el también lo haga.

Fuimos a varias tiendas y en un par de horas, mi lista estaba completa, en cuanto a Dominnick no paraba de mirarme, me miraba de una manera extraña, como si en su interior hubiese una revolución de sentimientos y emociones.

- ¿tu lista esta completa? - llega preguntando por detrás.

- si - le respondo y le hecho un ojo de nuevo a mi lista "tierna e infantil".

- y, ¿tienes hambre? - me pregunta y me mira fijamente a los ojos, poniéndome en una situación incomoda.

- si - le vuelvo a contestar y aparto la mirada.

- y ahora respóndeme, ¿casa o bosque? - me pregunta y toma su celular de su bolcillo.

- eh, ¿bosque? -. le respondo y toma su celular.

Si amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora