1

20.3K 449 13
                                    



El primer día del año, siempre es algo muy emocionante para mamá. Ella dice que es el primer día de un gran año y que debemos pasarlo felices, para que el resto del año sea igual. Intento ser positivo, pero no logro engañarla. Es día feriado por lo que mamá está en casa y Owen también, ya que Mike, su mejor amigo, está en casa de sus abuelos.
Por la mañana mamá nos llevó a desayunar a la cafetería "para levantar los ánimos" dijo y me dio un beso en la mejilla.
Después regresamos a casa y empezamos con un maratón de películas románticas, para variar.
Me siento dotado de malos chistes y de una lista llena de clichés.
Después de varias quejas de Owen y mías, mamá nos puso una película de un perro, pienso en Kitty, ya que ella quería un perro de esta raza. El final es muy deprimente y le roba unas lágrimas a Owen que se limpia avergonzado. Yo reprimo las ganas de llorar aunque mi respiración se siente pesada. Mamá llora sin disimulo, se limpia la cara con una servilleta al final de la película.

—Ya basta de películas ñoñas. —Digo.

—Bien, apaga el televisor, iré a hacer la cena.

Owen apaga el televisor, y se queda mirando por la ventana.

—Tienes visita Peter. —Dice.

Me levanto del sillón, y me asomo por la ventana, veo a Lara jean salir de la camioneta del doctor Covey y caminar hacia la entrada de casa, mi corazón comienza a latir desbocado. Tengo casi una semana sin saber de ella, días que se sintieron eternos. El timbre suena en toda la casa, camino hacia la puerta y antes de abrir tomo un respiro e intento calmar mis emociones. Abro la puerta y pongo mi mejor cara de indiferencia.

—Hola. —Digo y la miro. Tiene una gran falda larga brillosa y un abrigo que no parece muy caliente. —¿Cómo es que vas tan elegante?

—Es por Año Nuevo. —Se queda mirándome unos segundos y dice —. Así que..., mmm..., ¿qué tal la Navidad?

—Bien —Respondo. —. ¿Y la tuya?

—Genial. Tenemos un cachorro. Se llama Jaime Fox-Pickle. —Lara jean observa mi rostro, sigo con la mueca de indiferencia. Esta conversación se siente tan tonta. Después dice: —¿Podemos hablar un momento?

Me encojo de hombros, y camino de regreso a casa, me pongo el abrigo, los tenis y salgo cerrando la puerta detrás de mí. Me bajo por los escalones y me siento, Lara jean se sienta a mi lado y limpia sus manos en la falda de su vestido.

—Bueno, ¿qué pasa? —pregunto.

Lara jean se queda mirando al frente, muerde el interior de su mejilla y tiene una mueca incómoda en el rostro.

—¿Qué pasa, Lara Jean? —Pregunto sin sonar tan cretino.

Lara jean mira mis ojos por unos segundos, luego desvía la mirada y mete las manos en sus bolsillos. —Solo he venido a decir... A decirte que siento cómo acabaron las cosas. Y... Espero que podamos seguir siendo amigos, y feliz Año Nuevo.

Pongo los ojos en blanco sin poder evitarlo.—¿Feliz Año Nuevo? ¿Eso es lo que has venido a decir? ¿Qué lo sientes y que feliz Año Nuevo? —repito.

—Y espero que podamos seguir siendo amigos —añade, y muerde su labio inferior mirándome.

—¡Esperas que podamos seguir siendo amigos! —repito, enfatizando sus palabras.

—Es lo que he dicho. —dice y se levanta de los escalones. Se para delante de mí y sopla sus manos para darse calor. —Bueno, me marcho a casa. —Dice.

—Espera un momento. Volvamos a la parte de la disculpa. ¿Por qué te estás disculpando, exactamente? ¿Por echarme de tu casa, o por creer que era un imbécil capaz de ir diciendo por ahí que nos habíamos acostado aunque no fuese cierto?

—Por ambas cosas. Me disculpo por ambas cosas.

Ladeo mi cabeza y arqueo las cejas. —¿Y qué más?

Lara jean resopla fastidiada y dice —No hay ningún «Qué más». Eso es todo.

—Eh, eres tú la que ha venido diciendo «lo siento» y «seamos amigos». No pienses que tienes el derecho de obligarme a aceptar tus disculpas a medias.

—Bueno, te deseo un feliz Año Nuevo, de todos modos. Que te vaya muy bien. «Por los viejos tiempos» y todo eso. —Dice sonando sarcástica.

—Vale. Adiós. —Digo enojado.

Lara jean se da la vuelta para irse, comienza a caminar hacia la calle. Me quedo mirándola, sé que la está pasando mal y no quiero que se termine, abro la boca para llamarla cuando veo que aprieta las manos en su abrigo, del cual sobresale un sobre de su bolsillo.

—Espera un momento. —Digo. Lara jean se detiene y se da la vuelta con fastidio. —¿Qué es eso que llevas en el bolsillo?

Lara jean aprieta el papel y se pone nerviosa. —¿Eso? Ah, no es nada. Correo basura. Estaba en el suelo junto a tu buzón. No te preocupes, ya lo reciclo yo.

—Dámelo y lo reciclaré ahora —Digo y estiro la mano.

—No, he dicho que lo haría yo —dice y mete la carta más al fondo de su bolsillo. Me acerco a ella e intento quitársela. Lara jean gira violentamente y se escabulle.

Me encojo de hombros y resoplo fastidiado. Lara jean deja escapar un suspiro y se desinfla como un globo. Cuando ya está despreocupada me adelanto hacia ella y se la arrebato de las manos.

Lara jean jadea. —¡Devuélvemela, Peter!

—Manipular correo ajeno es un delito federal —Recito triunfante.

Miro el sobre y observo mi nombre en ella con su letra. —Es para mí. De tu parte.

Lara jean se abalanza sobre mí arrebatándome el sobre, forcejeamos con ella para conseguirla, Lara jean se aferra a ella como si se le fuera la vida en ello.

—¡Para! ¡Lo vas a romper! —Digo.

Lara jean por fin suelta el sobre, saco la hoja de papel y comienzo a leer...

Pd. aun te amo - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora