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El sábado por la noche recibo un mensaje de gen.

¿Podemos hablar?

Pienso en borrarlo y dejarlo estar, pero al final le respondo un:

Claro, dime.

Un mensaje llega de inmediato: ¿Podemos vernos en el parque de siempre?

Soliamos refugiarnos en ese parque, cuando su casa era campo minado y mi casa no era opción para hablar.

Estaré ahí en diez minutos...

Cuando llego al parque, gen ya está sentada en la acera, esperándome. Me bajo del coche y me siento a su lado. Cuando me mira sus ojos están rojos e hinchados. Abro la boca, intentando decir algo reconfortante pero no se me ocurre nada, que sirva para aliviar su dolor. En realidad no creo que exista tal cosa.

—Lo está haciendo de nuevo. —Dice gen, rompiendo el silencio. Asiento y miro sus manos que juegan con un montón de piedras pequeñas. —Creí que esta vez cumpliría su promesa. —Dice y se quiebra su voz.

—El no cambiara gen. Tienen que seguir adelante.

Gen sorbe fuertemente y se limpia las mejillas con las palmas de sus manos. —No es tan simple peter. Como consigo que mamá, no quiera morirse.

Me acerco a ella y la abrazo fuertemente. Su cuerpo tiembla por la fuerza de su llanto. —Ella tiene que entender, no estas sola gen. Busca ayuda de un profesional.

—Ella no querrá hacerlo, la conoces.

—Creo que es momento que dejes de lidiar con esto tu sola. Dile a tu abuela, a tus tias; ellas podrán ayudarte.

—¿Y ser la comidilla de la familia? —Pregunta furiosa.

Resoplo: — Eso es lo de menos, por dios gen.

—No es por mi peter —Dice separándose de mi. —A mi me vale lo que ellos piensen, es por mamá, no se hasta que punto le molestara que todos sepan del asunto.

No disgusto por ello, se que una parte dice la verdad, pero también se que miente, a gen le importa mucho lo que todos piensen de ella. A pesar de que odia a su padre, no puede dejar que se arruine la imagen de su familia perfecta.

Niego con la cabeza. —Entonces no se que podremos hacer. ¿Has hablado ya con tu padre de esto?

—Aun no. —Gen estira la mano, y toma la mía dándole un apretón. Sus ojos se clavan en los míos. —Solo promete que estarás conmigo peter. Por favor no me dejes sola.

Asiento. —Lo prometo...

* * *

—¿En qué piensas? —Le pregunto a lara jean, tocando su frente con una cuchara. Estamos haciendo los deberes en un Starbucks después de clase. Ella despierta de su ensoñación y vierte dos paquetes de azúcar en un vaso de plástico y lo remueve con la pajita. Bebe un sorbo y después dice: —Estaba pensando en lo genial que sería que la gente de nuestra edad se enamorase como en los años cincuenta.—Me mira, fijándose si estos siguiéndola y continua: —En los años cincuenta, la gente se limitaba a salir. Así de fácil. Una noche, Burt podía llevarte al autocine, y a la noche siguiente, Walter podía llevarte a un guateque o algo por el estilo.

—¿Qué narices es un guateque? —Pregunto.

—Es un baile, como en Grease. —La miro confuso y ella frunce el ceño —¿No has visto Grease? Lo dieron en la tele anoche. Da igual. La cuestión es que no eras la chica de alguien hasta que tenías una insignia.

—¿Una insignia? —

—Sí, el chico le daba a la chica la insignia de su fraternidad, y eso significaba que iban en serio. No era oficial hasta que tenías una insignia.

—Pero no formo parte de ninguna fraternidad, ni tampoco sé qué aspecto tiene la insignia de una fraternidad.

—Exactamente. —Declara.

—Espera, ¿estás diciendo que quieres una insignia o que no?

—Ninguna de las dos cosas. Lo que intento decir es que ¿no crees que esa forma de hacer las cosas era muy chula? Es anticuada, pero es casi... —Duda. — Posfeminista.

—Un momento. ¿Quieres salir con otros chicos?

—No suena necesariamente molesto, solo confundido.

—¡No! Solo estoy haciendo una observación. Creo que sería guay recuperar las citas informales. Es bonito, ¿no crees? Mi hermana me dijo que deseaba que las cosas no se hubiesen puesto tan serias con Josh. Tú mismo me dijiste que no te gustaba lo serias que iban las cosas con Genevieve. Si rompemos, no quiero que las cosas se pongan tan feas que no podamos ni estar juntos en la misma habitación. Quiero que sigamos siendo amigos pase lo que pase.

Hago un ademan para quitarle importancia: —Con Gen y conmigo es complicado por la forma de ser de ella. No es como entre tú y yo. Tú eres... diferente.

—¿Diferente en qué sentido? —Pregunta, mirándome intensamente.

—Estar contigo es fácil. No haces que me vuelva loco ni que me acelere, eres...—Me quedo callado al ver la decepción en su rostro. —¿Qué? ¿Qué es lo que he dicho?

Lara jean se queda callada mirándome. —Lo digo en el buen sentido, Lara Jean. ¿Estás enfadada? No te enfades.

Se remueve incomoda, que ella no hable es algo grave. Intento no desesperarme. Cubro mi cara con mis manos y la froto con fuerza.

—No estoy enfadada. —Dice dulcemente.

Bajo mis manos hasta mis piernas y sonrió mas relajado. Bebo mi te de un sorbo y le digo:
—¿Ves? A esto me refería, Lara Jean. Por eso me gustas. Tú me entiendes.

—Gracias.

—De nada.


Pd. aun te amo - Peter kavinskyWhere stories live. Discover now