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Nos quedamos estudiando en Starbucks toda la tarde, ya que lara jean tendrá una prueba de matemáticas mañana. Se la paso repasando toda la tarde, aunque dudo que eso sea necesario. Ella es la chica mas lista que conozco.

Me estaciono en la entrada de la casa de lara jean, toda la casa esta en obscuridad. Ya he estado frente al doctor covey y gracias al cielo, el se porto muy amable como siempre. Debió sentir lástima por mi cara de idiota.
Apago el motor del auto y cuando miro a lara jean, ella esta observándome. —¿Por qué no vamos a la vieja casa del árbol de Carolyn Pearce? —Dice.

—Hagámoslo. —Respondo de inmediato.

Ya está obscuro en la calle, solo hay la luz que sale de los faroles y las ventanas de las casas. Vamos directo al patio de carolyn. Es como regresar en el tiempo, solía estar aquí todo el tiempo, jugar con los chicos en el patio. Los padre de carolyn sin duda fueron muy pacientes con todos nosotros, soltando gritos todo el tiempo.

Subo a la casa del árbol rápidamente, cuando llego a la pequeña puerta, tengo que agacharme para poder entrar en ella. La pequeña casa huele a madera vieja, Todo esta en silencio, solo se escuchan los aspersores de algún vecino y el aire fresco se cuela por las grandes ventanas, trayendo el olor de tierra mojada. Me recuesto en el suelo de madera y alumbro los escalones con la linterna de mi móvil, para que lara jean pueda subir. Cuando ambos estamos dentro me quito mi abrigo y lo extiendo en el suelo. —Puedes sentarte aquí.

Lara jean se sienta. Tomo sus tobillos y la atraigo hacia mí, tan cerca como puedo. Miro sus labios y mi boca se seca por el anhelo, me inclino hacia ella y la beso. Sus labios reciben los míos dulcemente, me concentro en no apresurarme para no asustarla. Puedo sentir su respiración rápida y cálida en mis mejillas.
Lara jean deja escapar un pequeño gemido entre besos, y eso es todo pierdo el control. Me acerco mas a ella y hago una línea de besos descendiendo por su cuello.

Lara jean arquea la espalda, sujetándose de sus manos. Lo tomo como una invitación y me acerco más a ella sin dejar de besarla, tanto que tengo casi estoy sobre ella. Rodeo su cintura con mi brazo, acaricio su piel suave con la yema de mis dedos.

—No estoy lista para acostarme contigo. —Dice lara jean, tan alto que casi esta gritando.

—¡Dios, Lara Jean! Me has asustado. —Digo, levantando la cabeza.

—Perdona. Solo quería dejarlo bien claro, por si no lo estaba.

—Estaba claro. ¡No soy un puto cavernícola! —Espeto y trato de calmarme. Esto ha sido peor que echarme un balde de agua helada.

—Lo sé solo... —Duda y mira el relicario en sus manos. —Solo espero que no pensaras que porque me has regalado este collar precioso... —Me toma todo el esfuerzo del mundo, no estallar y gritar que ella fue la de idea de estar aquí, no mia. ¿A caso cree que me aprovecharía de ella? —Lo siento... Pero... ¿echas de menos el sexo? Genevieve y tú no parabais de hacerlo... —Murmura.

—¡No lo hacíamos todo el tiempo! Y no quiero hablar de esto contigo. Es demasiado raro.

—Solo digo que, como yo no lo he hecho y tú lo has hecho mucho, ¿hay como una especie de vacío en tu vida? ¿Sientes que te estás perdiendo algo? Es como si nunca has probado el helado y no sabes lo bueno que es, pero luego lo pruebas y te apetece todo el tiempo. ¿Te... apetece todo el tiempo? —Pregunta.

—¡No!

—¡Sé sincero!

—¿Si me gustaría que nos acostáramos? Pues, sí, claro. Pero no quiero presionarte. ¡Ni siquiera he sacado el tema! Y tampoco es que los chicos no tengamos otras maneras de... de aliviar tensión.

—Así que... ¿ves porno?

—¡Lara Jean!

—¡Tengo una personalidad inquisitiva! Ya lo sabes. Antes me respondías a todas las preguntas.

—Eso era antes. Ahora es diferente.

—El contrato decía que siempre nos contaríamos la verdad.

—Vale, pero no pienso hablar contigo de porno. —Lara jean abre la boca para empezar de nuevo, pero hablo antes que continúe: —Yo solo digo que si un chico te dice que no ve porno, te está mintiendo.

—O sea que lo haces —Murmura para si misma y asiente. —¿Has visto esas estadísticas que dicen que los chicos adolescentes piensan en el sexo cada siete segundos? ¿Eso es verdad?

—No. Y solo quiero señalar que eres tú la que siempre saca el tema del sexo. Creo que las chicas adolescentes están más obsesionadas que los chicos.

—Puede ser. —Responde.

La miro perplejo por lo que acaba de admitir. No es como que me imagine a lara jean mirando porno. Pero supongo que si, es algo que las chicas también harán para quitarse la curiosidad de encima.

—A ver, tengo curiosidad por el tema. Es un pensamiento. Pero no me veo a mí misma haciéndolo dentro de poco. Con nadie. Incluyéndote a ti.

La escena mental que tengo en la mente de lara jean, el porno y la masturbación me pone rojo como un tonto, y lo que menos necesito ahora es que se fije en el bulto de mis pantalones y termine por comprobar que si soy un puto cavernícola y esta plática me pone. —Vale, vale, lo pillo. Cambiemos de tema. Tampoco quería hablar de ello. —Murmuro. Y me siento derecho, mirando al frente e intento pensar en cualquier cosa asquerosa, que me haga soltar el aire de la llanta.

Lara jean se inclina y tira de la manga de mi sudadera para llamar mi atención. —En algún momento, cuando esté lista, si lo estoy, te lo haré saber.

Lara jean tira de mis hombros para acercarme a ella y me da un suave beso. No puedo parar ahí, es como darle una lamida a tu helado favorito, nunca puedes quedarte solo con el principio. Abro la boca y acaricio su lengua con la mía. —Espera un momento. —Digo separándome de ella. — O sea, ¿Qué no nos vamos acostar? ¿Nunca?

—No he dicho que nunca; pero ahora mismo, no. No, hasta que esté completamente segura. ¿Vale?

Dejo escapar una sonrisa con la tensión del momento. —Claro. Tú conduces el bus. Lo has hecho desde el principio. Y yo sigo intentando ponerme al día. —Digo.

Me acerco mas a ella y aspiro el aroma de su cabello. — ¿De qué es el champú nuevo que llevas?

—Se lo robé a Margot. Es pera jugosa. Está bien, ¿verdad?

—No está mal, pero ¿puedes volver al de antes? ¿El de coco? Me encanta como huele. —Ese olor me transporta a hace unos años, cuando éramos pequeños y le di mi primer beso.

—Si me apetece —responde lara jean.

Hago un puchero que la hace sonreír. Tiro de ella, y rodeo su cuerpo, para poder abrazarla desde atrás. Lara jean deja caer su cabeza en mi hombro y recarga sus brazos en mis rodillas.

Nos quedamos en esa posición durante mucho rato, ninguno de los dos dice nada. Tengo apoyada mi barbilla en la cima de su cabeza. Lara jean tiene los ojos cerrados, pero sé que esta despierta porque hace pequeños círculos con los dedos en mi rodilla. Podría dormirme en esta posición.

De repente abre los ojos y dice: —¿Te acuerdas de la cápsula del tiempo que enterramos?

—¡Ah, sí! La de McClaren. ¡Desenterrémosla!

—No podemos abrirla sin los demás. ¿Te acuerdas de que íbamos a abrirla después de la graduación? Tú, yo, John, Trevor, Chris, Allie.

—Muy bien, esperaremos. Lo que diga mi chica. —Respondo y lara jean se queda mirando al frente soñadoramente...

Pd. aun te amo - Peter kavinskyWhere stories live. Discover now