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Recibo un mensaje en la madrugada, es gen:

Peter ven a casa. Urge.

Miro el reloj, son las cuatro de la madrugada. Me levanto de un brinco y me visto a toda prisa.
Llego a su casa, en menos de veinte minutos. Cuando lo hago, la puerta está abierta. Gen esta de rodillas junto al cuerpo de su madre, que está dando temblores en el piso. La imagen me deja detenido, mirándolas.

Gen levanta la vista, me mira con los ojos enormes. —La ambulancia ya viene en camino. —Dice.

Camino hacia ellas y me arrodillo, a la cabeza de su madre, para sostenerla. Gen, tiene ambas manos en el pecho de su madre, y masajea fuertemente. Wendy, parpadea, su cabello esta mojado por el sudor, y su boca se ve seca.
Cuando los paramédicos llegan, todo pasa en segundos. Nos alejan de ella, y comienzan a tomarle la presión, levantan su cuerpo en una camilla y la mueven rápidamente dentro de la ambulancia.
Llegamos al hospital en mi auto, nos dejan esperando en la sala de espera. Gen no ha parado de llorar, desde que los paramédicos llegaran. Es como si se rompiera y su cuerpo no pudiera parar.

Los médicos salen a las ocho de la mañana, para darnos noticias. La abuela de gen, que llego hace un rato y ahora me releva para consolarla, se pone de pie y recibe las noticias. La madre de gen, sufrió de una Intoxicación etílica. Su madre llevaba días sin ingerir alimentos, lo único que recibía su cuerpo era alcohol y los médicos sospechan que no es su primer crisis, ya que tiene un golpe fuerte en la cabeza. Estará internada, con suero. Hasta que su cuerpo se desintoxique.

Cuando los médicos se marchan, la abuela de gen, se ve enfadada. —Es mejor que se vayan a casa. —Le dice a gen.

—Quiero estar aquí, cuando ella despierte. —Responde negando con la cabeza.

Su abuela frunce el ceño. —Eres una chiquilla, ella debería cuidar de ti, no al revés.

Gen abre la boca, para protestar. Pero su abuela levanta un dedo amenazante que la deja callada. Su abuela me mira, por primera vez desde que llego. —Llévala a casa peter, descansen un poco.

Asiento y ambos nos levantamos de las sillas. Gen mira a su abuela por última vez: —Prométeme que me llamaras si algo sucede.

Su abuela asiente: —Estará bien. —Dice determinantemente.

Tanto que le creemos. Llevo a gen a casa, me quedo parado en la sala, esperando verla desaparecer cuartos arriba, pero en vez de eso, sale de la cocina con una escoba y su trapeador y se arrodilla para limpiar el alcohol que dejo su madre en él suelo.

—Deberías dormir. —Digo.

—No podré hacerlo. Debería estar en el hospital, pero la abuela está demasiado enfadada con ella, es mejor dejarlas solas. —dice soltando un suspiro.

Recoge todo y lo regresa a la cocina a devolverlo. Cuando sale de la cocina, tiene la cara lavada, y se ve un poco roja su nariz. Se para delante de mí y cambia el peso de un pie a otro: —Gracias por venir peter. Sé que es molesto, pero en verdad me sentía muy asustada. —Mira sus manos nerviosamente y después levanta la cara para mirarme. —Es solo que... No tengo a nadie más.

Le sonrió. En alguna ocasión le dije a gen, que era mucho más bonita sin todo ese maquillaje, su rostro es más dulce así. —Puedes hacerlo, para eso somos amigos.

Gen hace una mueca de dolor, que intenta borrar de inmediato. —Sera mejor que vayas a descansar. —dice sonriendo.

Miro la hora en mi móvil. —En realidad ya voy tarde para la fiesta del árbol. —Digo, y al segundo me arrepiento.

Gen hace una mueca divertida. —¿Fiesta en el árbol? ¿Cómo algo hippie? —Dice divertida.

—No es nada. —Digo haciendo un ademan con la mano, para quitarle importancia.

Error, esto llama más su atención. Sus ojos se estrechan en dos pequeñas rendijas. —No tienes que mentirme peter. —Dice.

Suspiro. —La cosa es que, lara jean hizo una pequeña reunión para que saquemos la capsula del tiempo.

—Y me excluyeron, claro está. —Espeta gen dolido.

—Es algo raro, lo sabes. No es como si fueran amigas o algo. —Excuso.

—Pero no tiene derecho, yo también fui parte de esos veranos. Incluso si ella formaba parte de nosotros fue gracias a mí.

Pongo los ojos en blanco. —No juegues gen.

—Esa es la verdad. —Dice cruzándose de brazos.

—Solo éramos niños.

—Pero ahora ya no lo somos. No intentes quitarle importancia. —Se queja.

Gruño frustrado, porque me siento acorralado, no tengo un grado alto para soportar que hable así de Lara jean. —Bueno, no es como que no le dieras motivos, para dejarte fuera.

Gen me da una mirada asesina, pero no agrega nada a eso. —Bien, diviértete. Nos veremos después, supongo. —Dice. —Además debo quedarme aquí, a esperar que mamá regrese.

Eso me hace sentir como la mierda. Me debato en si invitarla o no. Pero mi culpa aumenta, cuando la veo mirar tristemente el sillón donde su madre se calló.

—Apresúrate, ya vamos tarde. —Le digo.

Gen me mira y sonríe... 

Pd. aun te amo - Peter kavinskyWhere stories live. Discover now