Pd. aun te amo - Peter kavinsky

28

Me despierto por el sonido de mi teléfono. Aun esta oscuro en la calle. Gen esta tan dormida que tiene la boca abierta y ha babeado mi camiseta. Saco el teléfono de mi bolsillo, intentando no moverme demasiado para no despertarla. Cuando miro la pantalla es Mamá.

—Hola. —Digo al contestar.

—¿Por qué susurras? ¿Dónde estás?

—En casa de gen, está dormida.

Mamá chasquea la lengua enfadada y se queda callada.

—Esta pasando de nuevo, y hoy se nos salió de las manos. No puedo dejarla sola.

—No puedes solucionarlo todo peter.

—No lo intento. —Respondo. —Solo no puedo dejarla sola con todo esto. Tu sabes que ella me apoyo cuando papá se fue, se lo debo.

Mamá deja ir un suspiro cansado. —¿Te quedaras a dormir ahí?

—No, ire a casa ahora.

—De acuerdo, maneja con cuidado.

Le dejo a gen una nota en el espejo de su tocador:

Nunca dije esto, pero admiro tu fortaleza y tu lealtad. Tu madre y tú podrán con esto, pero necesitas buscar ayuda. Hacerlo no es de débiles, si no de sabios.

Cuando bajo las escaleras, veo a su madre durmiendo en el sillón. Me acerco a ella silenciosamente, porque verla tan quieta me da miedo. Me acerco solo lo suficiente, para ver que su cuerpo se mueva con su respiración. Lo hace.

Mamá está en la cocina cuando llego a casa. Tiene una taza de café en sus manos y me ofrece una de té cuando me siento a su lado. Le cuento todo detalladamente y ella me escucha asintiendo.

—Ustedes son solo unos niños, para tener que lidiar con todo esto. —Dice cuando termino de contárselo.

—Es por eso que no puedo dejarla sola. Imagínate que hubiera pasado si yo no estuviera con ella.

—No pueden continuar persiguiéndolo peter, no es correcto y hacerlo no hará que ese hombre cambie sus decisiones. Lo que necesitan es decirle a Wendy lo que está ocurriendo y que ellos lo arreglen como adultos.

Niego con la cabeza. —Wendy esta borracha casi todos los días. Gen no ha dicho nada, pero estoy seguro que ella ya lo sabe.

—¿Y que pasa con su familia, nadie puede apoyarlas?

—No tengo idea, si siquiera lo saben. —Respondo.

—Pues ya va siendo tiempo de que lo sepan peter. Nadie se muere por amor.

Pienso en ello. Es verdad nadie se muere por amor, lo hacen por el dolor que sienten cuando su amor no es correspondido, cuando la soledad es demasiada y te traga.

Mamá alarga el brazo y le da un gentil apretón a mi mano. —Las cosas mejoraron cuando el se fue. ¿No es así? —Pregunta.

Asiento. Es verdad, toda la casa se lleno de tranquilidad y fue un lugar mas seguro. Pero cada que pienso en mi padre me lleno de nostalgia. Es un vacio que no se si podre llenar algún día. Nunca le he preguntado a owen si se siente de la misma manera.

Mamá sonríe y se acerca a mí, para darme un abrazo. Recargo mi cabeza en su hombro, a pesar de que yo soy más alto que ella, es una posición reconfortante. Mamá acaricia mi cabello con sus dedos, tan suave y despacio; que cuando era pequeño podía dormirme con esas caricias.

—Eres un chico muy bueno peter. Pero no tienes que seguir a gen en sus locuras, perseguir a su padre no hará que el regrese, ni tampoco es lo que necesitan. Si quieres ayudarla, hazlo ayudándole a pasar este trago amargo. Primero tienen que aceptar cuando algo llega a su fin.

Me quedo callado, mamá es muy sabia y tiene razón. No necesitamos más persecuciones, ellas necesitan un nuevo comienzo.