14

7.3K 262 16
                                    


Cuando llego al colegio, me encuentro con gabe en el estacionamiento. Esta recargado en un auto, tiene las manos metidas en su chaqueta y esta mañana su cabello se ve mas enredado de lo normal.

—¿Qué hay? —Pregunto deteniéndome a su lado.

Me da un breve vistazo y vuelve a mirar al frente. —No andaré con cuentos, directo al grano. —Dice. —¿Estas engañando a lara jean con gen?

—No. —Aseguro. Ambos nos quedamos callados, es un silencio incomodo que casi nunca hay entre nosotros. —Escucha, no es nada... Es solo que ella esta pasando por un momento difícil.

—Nunca se trata de nada con gen, peter y tu mejor que nadie deberías saberlo. Y odio decírtelo, pero te estás portando como un cabron, lo mires por donde lo mires.

Resoplo. —Eso es todo, no me crees.

El niega con la cabeza. —No se trata de lo que yo crea amigo, eso da igual, Solo piensa el daño que le harás a lara jean con todo esto.

—¡No la estoy engañando! —Gruño, pero mi voz suena demasiado fuerte, que hace que algunos chicos nos miren.

—Espero que por tu bien, digas la verdad. —Dice muy bien.

Levanto las cejas sorprendido. —¿Me estas amenazando?

Gabe, cuadra los hombros y así parece igual de alto que yo. Se para frente a mi, estira su brazo y le da un pequeño apretón a mi hombro. —Escucha, no quiero que las cosas entre nosotros se pongan raras, somos amigos; se supone que podemos decirnos estas cosas. Asi que deberías poner en una balanza las cosas que ganas con cada una de las chicas. Lara jean te completa hombre, Gen solo te consume.

Asiento, porque aunque esto se sienta completamente raro, me gusta que tengamos confianza para hablarnos.

Gabe se recarga en la carrocería del auto a mi lado de nuevo. —Bien, dicho esto. Ya las decisiones que tomes, son cosa tuya y no importa una mierda como la cagues, siempre hemos estado ahí. —Dice encogiéndose de hombros.

Sonrió por eso y paso mi brazo por sus hombros. Le doy un apretón juguetón y sonrió. Gabe sonríe también y me aleja de un manotazo juguetón. —somos los tres mosqueteros. —Bufo.

* * *

Al terminar la escuela, salgo para reinirme con lara jean, esta encogida en un pequeño banco.

Me acerco a ella y rodeo sus hombros con mi brazo, se queda tensa sin mirarme. Alargo mi otra mano y agito su cabello juguetonamente. —¿Qué hay, Covey?

—Gracias por hacerme esperar aquí fuera con este frío —dice, y aprieta sus dedos helados contra mi cuello.

Salto y se me escapa un gemido doloroso. Sus dedos congelados duelen. —¡Podías haber esperado dentro!

—Gen dice que te diga que te llamará esta noche. —Espeta.

Pongo los ojos en blanco. —Mira que le gusta meter cizaña. No dejes que te afecte, Covey. Está celosa.

Me levanto de la banca, y le ofrezco. Por su rostro puedo ver que está molesta, y debería sentirme como un idiota, pero saber que lara jean esta celosa me llena de satisfacción. Eso significa que le importo tanto como ella a mí. ¿No? —Deja que te invite a chocolate caliente para calentar tu pobre cuerpo congelado.

—Ya veremos —dice de mala gana.

En el coche se queda callada, algo raro en lara jean, pero lo dejo estar. Cuando paramos en la cafetería por su chocolate, parece pasársele el enojo e incluso lo comparte conmigo.


* * *

Por la noche gen llama como prometió, tenia planeado decirle, que cortara sus rollos con lara jean; pero al costestar ella dice:

—Es anna hicks.

—¿Quién es anna hicks? —Pregunto.

—La zorra que esta revolcándose con papá.

—¿Cómo lo sabes?

Gen resopla en el teléfono y dice: —Lo seguí. Por cierto gracias por dejarme tirada con el plan.

Ignoro eso. —Me refiero a como sabes quién es ella. ¿Trabaja con él?

—Ella estudiaba en el instituto con nosotros peter, se graduó hace un año.

—Mierda. —Es todo lo que sale de mi boca. Esto es demasiada información, demasiado fuerte incluso para el cerdo de su padre.

—Lo se. —Dice gen. —¿Qué voy a hacer peter?

—No lo se. —Susurro. —Creo que debemos esperar, y tener una buena idea antes de cagarla. No hagas nada ¿de acuerdo?

—De acuerdo. Buenas noches.

—Buenas noches. —Respondo y cuelgo.

Esto es como viajar al pasado, cuando yo solía dormirme con una sonrisa y satisfecho de tener a la chica a mi lado. Ahora no es así, mi chica supongo que estará horneando y tendrá las mejillas cubiertas de harina; o tal vez solo está escribiendo en el diario que estoy muy seguro que debe tener. Antes de que nos pusiéramos serios, lara jean me hablaba de sus sentimientos, eso es algo dejo de hacer. ¿Me pregunto cómo se sentirá por mi ahora? Estoy muy seguro que le gusto, ¿pero eso es suficiente para ella?

Dejo de torturarme y le marco al móvil. Contesta después de un par de timbridos. —Hola.

—¿Qué haces? —Pregunto.

—Deberes. ¿Y tú?

—Estoy en la cama. Solo llamaba para darte las buenas noches. —Ella se queda callada y digo: —Eh, ¿cómo es que tú nunca llamas para darme las buenas noches?

—No sé. Supongo que nunca se me había ocurrido. ¿Quieres que lo haga?

—Bueno, no tienes que hacerlo. Solo me preguntaba por qué no.

—Pensaba que no soportabas lo de la última llamada del día. ¿Te acuerdas? Lo añadiste al contrato. Dijiste que Genevieve insistía en ser tu última llamada cada noche, y que era un rollo.

—¿Podemos no hablar de ella? ¿Y cómo es que tienes tan buena memoria? Te acuerdas de todo

—Es un don y una maldición. —De nuevo nos sobreviene un silencio y ella dice: —Espera un momento, ¿quieres que te llame cada noche o no?

—Uf, olvídalo.

—Uf, vale —dice imitándome. Sonrió por eso.

—Adiós.

—Adiós. —Dice.

—Espera, ¿me traes una de esas bebidas de yogur para comer?

—Pídelo por favor.

—Porfa.

—Pídelo por favor, por favor.

—Adiós.

—Adióoos. —Dice cantarina.

Y así es como me quedo dormido con una sonrisa. 

Pd. aun te amo - Peter kavinskyWhere stories live. Discover now