XXIII

3.7K 219 16
                                    

-Valery-

-Pues...

Se queda pensando un momento, tiene la cara cansada y refleja mucho sueño.

Se está quedando dormido, y yo no tengo fuerzas suficientes para portarme desagradable, así que lo dejo estar.

-... Eres complicada, realmente no se como eres.

Me burló de su respuesta, complicada es una palabra que no utilizaría para describirme, en todo caso creo que soy menos complicada que cualquier chica, si yo digo no, es no, si yo digo si, es si, si yo digo ahora, es ahora, si yo digo nunca, es nunca, es sencillo, no le busques algo más que no hay.

Y además nadie conoce realmente como soy por qué ni siquiera yo se como soy.

El cierra sus ojos por completo y creo que se ha quedado dormido, me parece bien por qué no tengo ganas de hablar.

Sus gafas se caen por el puente de su nariz así que se las quito, su rostro parece relajado, y su piel blanca es tan lisa y parece tan inocente.

Es inocente.

Me digo a mi misma mientras lo miro un poco más, parezco una de esas chicas acosadoras y embabosadas así que decido dejar de hacerlo mientras intento acomodarme mejor pero el piso no parece un lugar en absoluto bueno para dormir.

El sueño me gana y al final el piso, la cama, almohadas y demás salen sobrando.

Al despertar al día siguiente parece que mi trasero se ha quedado más plano de lo que ya estaba, pero para mi sorpresa mi cuello parece bien acomodado en un hombro.

Este se mueve un poco así que decido levantarme rápidamente de la almohada improvisada.

Me encuentro con una sonrisa apenada y un rostro adormilado.

-Lo siento, es sólo que hacías una clase de ronquido demasiado lindo y... Y-yo l-lo lamento, no quise despertarte.

De cierta forma que alguien se disculpara por despertarme parecía hasta cierto punto tonto, pero el lo hacía demasiado tierno, y sinceramente no tenía ganas para esas cosas.

Aunque, siendo sinceros, nunca tenía ganas para nada en absoluto.

Asentí sin darle importancia, me iva a levantar para estirar mi cuerpo, o eso pretendía hasta que el dolor en mi tobillo regreso haciéndome volver a sentarme antes de siquiera levantarme por completo.

Maldije por lo bajo y Volví a acomodarme en el suelo, tratando de acomodar mi pie para no lastimarme.

El chico a mi lado se dió cuenta y rápidamente tomo una almohada para ponerla debajo de mi tobillo.

-No debes de hacer ningún esfuerzo, será mejor que si necesitas algo sólo lo pidas.

Me negaba rotundamente a aceptar la comparecencia de este sujeto, ¿acaso creía que sería la típica chica que se deja atender y mimar mientras chantajea a las personas dándoles lástima para no hacer nada?

No señor, estamos en una época donde la mujer vale lo mismo que el hombre, así que basta de creerse princesitas frágiles, somos independientes, somos fuertes, somos capaz de sobrellevar el dolor psicólogo y físico, y no tenemos necesidad de buscar compasión en un hombre.

Ya no estamos en la época en la que si nos daba gripe el hombre tenía que atendernos como si nos estuviéramos muriendo, si cada quien se enferma y se lástima es por mero gusto y bajo su responsabilidad, así que también nos toca lidiar con nuestro cuidado.

Estoy a punto de resongar cuando la puerta se abre y se escucha como bajan la escalera.

Ashton aparece frente a nosotros, me mira a mi y luego a Luke con sorpresa.

El Nerd.Where stories live. Discover now