Se encontraban en el vasto campo de flores que se ubicaba a lado de la laguna Greenfield, el cual estaba cubierto con una gran cantidad de florecillas blancas que se balanceban de un lado a otro con la suave brisa primaveral.
-Mire amo Yuuri tiene que anudarlas de esta manera.- comentaba el platinado amarrando una florecilla a otra mas formando así una corona de flores. - Listo yo ya acabe la mía. - Dijo Victor tomando la corona para después colocarla sobre la cabeza de Yuuri.
-Parece un príncipe. -el menor se sonrojo hasta las orejas y esbozo una gran sonrisa.
- Yo no puedo hacerlo. - Dijo mientras trataba de amarrar una pequeña flor.
- Lo que pasa es que corta demasiado el tallo y no puede amarrarlo bien.
-Ya, me rindo esto es lo mejor que pude hacer. -Dijo el pelinegro exasperado y colocando su mal hecha corona de flores sobre la cabeza de Victor, pero al momento de soltarla todas las flores se soltaron y cayeron esparcidas por la cara y hombros del platinado. Yuuri soltó una pequeña risa por la cara de sorpresa del mayor.
- ¡Yuuri! - La repentina voz de su esposo lo saco de sus pensamientos.- ¡Vaya! haz sonreído por un momento creí que te habías quedado dormido. -El conde siguió dando embestidas al cuerpo del pelinegro inmovilizado sobre la cama.
-mmnh Yuuri.- Gimió al llegar al límite terminado así dentro de él, Yuuri solo giro su cabeza a un lado quería que todo terminara rápido para así poder dormir, simplemente no tenía ánimos para corresponder al rubio.
-¿Por qué recordé eso en este momento?-. Pensó fugazmente. -¿Ya has terminado? ¿Podrías quitarte de encima por favor? pesas. -Dijo tratando de salir por debajo del conde, el cual al ver la actitud del azabache decidió hacerse a un lado y tumbarse del otro lado de la cama.
- Sabes Yuuri hacerlo contigo es como hacerlo como una muñeca, realmente no es nada bueno.- Dijo el rubio sin mirar al menor apoyando la cabeza sobre la almohada.
- Siento defraudar tus expectativas.- respondió el pelinegro con sarcasmo mientras se levantaba de la cama.-
- Aparte de tu cara y tu cuerpo realmente no tenía ninguna expectativa.-
Yuuri no contestó nada no quería alargar más esa absurda discusión, así que entro al baño y cerró la puerta tras de sí.
- Yo tampoco.- Dijo para sí mismo
Mientras la tina se llenaba con agua se quitó la bata la con la que había salido de la cama e introdujo dos dedos en su entrada para sacar lo que era una pequeña esponja con vinagre que servía para no quedar embarazado, claro que a escondidas del conde ya que este le había exigido ya desde hace un tiempo un hijo.
Se introdujo lenta y fatigadamente dentro del agua y se dispuso a lavar su cuerpo, tomo la esponja llena de jabón y comenzó a frotar.
- Me pregunto cómo se sentirían las manos de Víctor si me tocaran.-
- Yuuri dejó la esponja a un lado y comenzó a tocar sus piernas imaginando las manos grandes y fuertes del platinado. Pronto su miembro comenzó a ponerse duro tan solo de sentir aquella placentera sensación.
- Ah.. Víctor.- Dijo apenas audible. Su mano llego lentamente hasta su falo y comenzó a tocarlo con movimientos suaves, mientras que su otra mano comenzó a tocar su pecho llegando a sus pezones, su mente imaginaba que Víctor los tomaba y los acariciaba.
- Más más....- gemía mientras aumentaba la velocidad con la que frotaba su miembro.- Tócame más Víctor.- Su mano viajo hasta su entrada e introdujo dos dedos, para comenzar a simular embestidas a su vez tratando de localizar ese punto donde sentía más placer.
YOU ARE READING
En el jardín de los secretos (VICTUURI) (Mpreg)
RomanceYuuri Katsuki es un doncel que fue entregado en matrimonio por parte de su familia al excéntrico y poderoso conde Plisetsky. Para el ¨la muñeca oriental¨ solo es un compromiso más que enfrentar en su planeada vida, sin embargo ¿Qué será lo que le...