En el jardín de los secretos (VICTUURI) (Mpreg)

7. El monstruo de los ojos verdes parte I

Después de la fiesta de la marmota el conde mando llamar a su médico de cabecera para que revisara al japonés, y como este había previsto no se encontraba en cinta, el conde decepcionado y de mal humor paso varios días fuera de Capbell, no menciono a donde a iba ni mucho menos, solo se marchó sombrío y en silencio. Ese mismo humor tan pesado parecía haberse instalado en todo el castillo; la servidumbre parecía igual de decepcionada que su amo, pero como toda gente de campo esto les duro muy poco y en el transcurso de los días parecía como si nada hubiese ocurrido.

Aquella primavera parecía un hermoso sueño dentro la vida de Yuuri, el cual había optado por llevar ropa mas cómoda, algunos días cuando no había visita o algún evento importante simplemente se vestía con una blusa blanca con un listón amarrado como moño, unos pantalones cualquiera y se había hecho una costumbre usar sus gafas eso le daba sin lugar a duda una apariencia de lo más linda, el conde cuando lo vio por primera vez vestido de esta manera se extrañó de sobremanera.

-Pareces ratón de biblioteca Yuuri.- Soltó cuando lo vio bajar las escaleras, seguido de una pequeña risa.

-Este atuendo me parece más cómodo, además cada vez es más difícil estar sin mis gafas.

- Esta bien no te preocupes, solo cuando haya visita por favor has un esfuerzo.- Respondió de manera seria, sus cambios de humor eran realmente exasperantes.

Salir al jardín con Víctor se había vuelto una rutina, a veces iban al lago y en una pequeña lancha pasaban ahí toda la mañana paseando, o a veces Yuuri se quedaba dormido un rato recostado sobre el césped, mientras que el platinado sacaba un cuaderno y hacia sus observaciones muchas veces dibujos detallados sobre las plantas del lago o las aves mientras pasaban las horas. Otras tardes Yuuri y el charlaban hasta casi ponerse el sol en el jardín central tomando té.

Lo del beso no se había vuelto a repetir y Yuuri estaba conforme con ello, simplemente el estar de esa manera con el mayor ya era suficiente, no negaba que algunas veces Víctor lo llegaba a confundir de sombre manera cuando en algunas ocasiones que se acostaban a descansar sobre el campo de florecillas blancas y Victor quedaba frente a él, se quedaban un momento mirándose a los ojos y el mayor tomaba un mechón del azabache y lo acomodaba detrás de la oreja. Otras veces tomaba florecillas y las colocaba entre su cabello o las pasaba lentamente sobre su rostro mientras lo observa como tratando de memorizar cada una de sus facciones. Yuuri no se oponía ante tales actitudes simplemente las veía como muestras de cariño por parte de Víctor.

Todo era tan perfecto era como estar en un su propio mundo sin que nadie los molestara, todo hasta que aquel día de verano llego.

-Yuuri. ¿Recuerdas a Sara la amiga de la infancia que viste en aquel dibujo?- menciono el mayor repentinamente mientras servía unos bizcochos, Yuuri sintió que casi escupía el té de solo el hecho de escuchar a Víctor pronunciar el nombre de esa mujer.-

-Si la recuerdo ¿por qué?- trato de fingir interés.

-Mila me conto que llegara mañana, ¿el conde no te ha comentado nada?- dijo mientras servía mas te en la taza de Yuuri ignorando por completo el malestar que había causado en el menor.-

-No. ¿Porque se hospedara acaso aquí?- el pelinegro sintió una indignación muy grande de tan solo pensar que el conde había olvidado completamente informarle de tal evento, de ser así hubiera podido evitarlo, excusándose de las reparaciones por la instalación de la luz eléctrica o cualquier otra tontería.-

-Sí, ella también es amiga del conde, es hija de un comerciante italiano que venía hacer tratos con el padre de Yuri. Ella le ha dicho a Mila que quiere conocerte, está muy emocionada.