15. Lo que el viento de otoño se llevo

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Yuuri llegó a la puerta de la cocina un poco agitado, se había dado un poco de prisa ya que no quería que su ausencia fuera notada. Un poco antes entrar, trato de calmar su respiración tomando grandes bocanas de aire. Cuando estaba por abrir la puerta esta fue abierta con brusquedad.

-Amo Yuuri ¿qué hace aquí?.- Era la cocinera regordeta.

-Su esposo esta de vuelta junto con Otabek, nos ha tomado por sorpresa a todos. En un momento el desayuno estará listo, pase por favor.- Yuuri asintió con la cabeza y entro dándose cuenta del desastre que había en la cocina ya que todo el mundo estaba yendo y viniendo con ingredientes y utensilios.

-Tome. - Dijo dándole las rosas a la cocinera.- Póngalas en agua por favor.- Dijo con su respectivo tono serio mientras se dirigía a la sala con paso lento.

- Que raro-. Dijo la cocinera a Mila que venía entrando con un saco de avena.-

-¿Qué ocurre?- Dijo observando la espalda de Yuuri.-

-Había estado tan alegre, y ahora esta tan serio.-


Yuuri estaba nervioso, aunque dentro de su ser sabía que este encuentro sería inevitable aun no se sentía preparado. ¿Cómo miraría a su esposo? La sola idea le revolvía el estómago. Sus manos comenzaron a temblar y su semblante palideció. Cuando entro a la sala principal se encontró con Otabek lucia indispuesto. Estaba pálido y con su mano cubría su boca tratando tal vez de apaciguar las náuseas.

-Buenos días Otabek. ¿Te encuentras bien?- Preguntó sin preocupación.- Pareces un poco indispuesto.-

-Buenos días Yuuri. La verdad es que el viaje me ha sentado un poco mal.- Dijo sentándose en el sillón y tratando de tomar aire en sus pulmones. Unos pasos en las escaleras sacaron a los dos del silencio incómodo.

-Yuuri...- Dijo el conde desviando la mirada apenado. El mencionado se quedó quieto y sin emitir sonido. Trato de mantener el semblante fijo, no quería verse débil frente al conde.-

-Yo.. -Dijo bajando lentamente los escalones hasta encontrarse frente a él.-Lo siento.- Dijo con lágrimas en sus ojos. Lentamente acerco su mano para tomar la de Yuuri, pero este deshizo el agarre y la dejo caer alejándose un poco.-

- Sé que no merezco que me perdones. Pero tratare de ganarme nuevamente tu confianza. Por favor dame una oportunidad.- Dijo mientras tomaba su mano nuevamente.

Yuuri no quería pero debía hacerlo esto para estar tranquilo en el castillo. Por lo menos hasta que él y Victor decidieran escapar. Claro que este era un tema que el par de amantes aun no habían hablado por lo difícil de tratar, pero que tarde o temprano tendría que hablarse.

-Está bien. Solo dame tiempo por favor.- Dijo después de un silencio que pareció eterno.-

-Me retiro. Me siento un poco indispuesto Yura.- Dijo Otabek levantándose de su asiento.

-Bien gracias amigo.- Dijo Yuri volteando a ver a su amigo.- Ire contigo esta tarde para ver como...

-No, Yura. - Interrumpió el moreno. -Yo estaré bien. Mandare una misiva para quedar luego.- contestó con una mirada severa.-

-Sí, claro.- contesto clavando su mirada al piso.-

-Me retiro también. Si me permites- Dijo el azabache caminando escaleras arriba.

- Esta bien no te preocupes. -Dijo el conde soltando la mano del menor.- Estaré descansando. El viaje ha sido muy duro. Si necesitas algo estaré en mi despacho no dudes en ir por favor.- Dijo el rubio esbozando una sincera sonrisa.-

En el jardín de los secretos (VICTUURI) (Mpreg)Where stories live. Discover now