Capitulo 38 [✔️]

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Me levanté muy temprano ya que aún no había salido el sol. Aún así, los pájaros estaban cantando y se escuchaban los árboles sonar con el viento, ese choque de las hojas que hace que parezca un río con piedras. Mis ojos estában hinchados, los sentía secos.

Me levanté lentamente de la cama para no despertarlo y camine a la puerta, evadiendo las almohadas que había tirado al piso cuando me tropecé al entrar. Abrí la puerta y la cerré despacio sin causar ningún ruido. La puerta sonó de todas maneras haciendo que me encoja de hombros. No veía a nada, la luz de la luna estaba al lado contrario de la ventana, por lo que no entraba luz.

Tocando las manijas de cada puerta me guié hasta llegar a mi habitación. Entre silenciosamente y me senté en la ventana a ver las estrellas.

No podía creer que me haya sincerado con Tyler. No le había contado eso a nadie aparte de Wren, pero él ahora está muerto para mí. ¿Qué le habrá pasado? No tiene sentido que de un día para otro se comporte así.

Apoye mi cabeza en la pared y se me comenzaron a cerrar los ojos. Un cansancio repentino me cayó encima. Sabía que si no iba a la cama, terminaría mañana con tortícolis, pero poco me importaba.

Me quedé dormida al instante.

Abrí mis ojos y me di cuenta que estaba echada en la gigante alfombra peluda que estaba debajo de la cama. No sé cómo acabe en el piso, pero no sentí la caída.

Reivse mi celular que estaba sobre la mesa de noche cargando. Eran las 11 A.M. Mi tía me va matar, me dijo que me levante a las 9 A.M. a tomar desayuno. Qué pena. 

Rapidamente lo desbloqueé y le mande un mensaje al idiota:

Para Idiota:

Recién me despierto, ¿ya desayunaste?

Bloqueé mi celular y me drigí al baño. Me bañé, cambié y me mire al espejo de cuerpo entero. Me había puesto unos jeans negros con huecos, una sudadera XL y mis Adidas. Baje las escaleras lentamente. Pretendía salir a caminar un poco antes de comer. No tenía hambre.

-Ella-dijo la voz de Cristine molesta detras mio. Me atrapó al pie de las escaleras.- Yo ya estoy saliendo a comprar regalos pero anda desayunar, dije en la cocina que te preparen algo.-Dijo y asentí sin voltear a verla- Ella -dijo nuevamente haciendo que volteara a verla- Te estoy observando-ese comentario causó que ruede los ojos.

Tendré que acostumbrarme a tenerla encima. Caminé hasta la cocina y vi un bowl de frutas. Con una manzana estoy bien - pensé caminando hacia él.

- Señorita Ella-dijo una voz a mi espalda agarrandome desprevenida. Voltee y vi a la cocinera con una sartén.

- Hola-dije alejando mi cuerpo del bowl.

-Buenos días, su desayuno está servido en el comedor-dijo con una sonrisa abriéndome el paso hacia el comedor. Asentí en agradecimiento y camine al comedor, mirando el piso.

No tenía nada de hambre para comer todo eso. Me quedé sorprendida con la cantidad de platos que habia sobre la mesa. Me senté en la silla y la cocinera me ofreció algo más y sólo dije que no gracias. Y era suficiente los huevos revueltos, el tocino, las tostadas, el aguacate, la mantequilla, los chocolates, la ensalada de frutas y los jugos variados.

Aparté todo de mí para dejar un espacio para la ensalada de fruta. No me provocaba nada más. Un rechinido de la silla arrastrándose hizo que alce mi cabeza. Un chico con barba corta, pelo marrón y ojos azules se sentó de mala manera enfrente mío. Éra musculoso y tenía un polo básico blanco con cuello en V. Puso enfrente un plato sopero con cereal y leche.

CambioWhere stories live. Discover now