Capitulo 40 [✔️]

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Sonreí al leer el mensaje que Tania y Alex me habían mandado deseándome una linda navidad y año nuevo. Ambas me preguntaron si había hecho alguna locura que permanecería secreto entre nosotras, lo cual no hice y no haré. Aunque eso me hizo recordar, debo comportarme como una princesita.

-Aca están tus pastillas, no pierdas tu receta para la próxima, y baja los pies de la mesa – dijo Christine dándome un pote de mala gana y empujando mis pies al piso. Wren miró el pomo que estaba en mi mano asi que lo escondi a mi lado. Mi tía me miró mal, y me hizo una señal de que vaya a la mesa.

¿Saben que? Que se vaya a la mierda.

Le dediqué una sonrisa falsa y me levante del sillón. Ella pensó que iría hacia el comedor, pero me fui para el lado contrario. Eso ganó otro reproche. Rodé los ojos y seguí caminando.

-Solo voy a ir a tomar mis pastillas – dije caminando a la terraza – Y un poco de aire – dije en voz baja saliendo de ahí. Caminé hasta el borde de la piscina y me senté como indio en este. Quería regresar al internado, quien lo diría. Si se, eso involucra estudiar, levantarme temprano todos los días y tener que usar uniforme, pero prefería eso a esto. Ahí no estaba vigilada por un adulto todo el día, como un bebe. Sé que cosas tengo que hacer y mejorar, pero soy una adolescente no muy mentalmente estable y tengo mis días. Esos días los quiero poder pasar expresándome libremente, no siendo callada y reprochada.

Miré el pomo que estaba solo a un metro de mí. ¿Quería tomarlo? Debía, era hora de almuerzo, pero, esta semana que no las he tomado ha ido bien. Tyler y yo hemos paseado por la ciudad con sus amigos, hemos ido a bares y restaurantes, también a lugares para explorar en el campo. Ha sido bueno.

Dubitativa cogí el pomo de mala manera y lo abrí, sacando una pastilla. La miré, y después de tomar aire, me la metí a la boca y me la pasé en seco. Tosí una vez y luego comencé a leer lo que decía en el potecito. Mis dedos comenzaron a golpear el potecito indecisos. Estoy feliz, todo está yendo bien, bonitas  vacaciones, a parte de mi tía... y de Wren... y Sarah, y de los papás de Tyler.

...

Volví a abrir el contenedor de pastillas y saqué dos más. Sin pensarlo dos veces me las pasé, causando que la garganta me duela. Mis ojos se cerraron fuertemente. Como duele coño.

Un cuerpo sentándose a lado mío hizo que de un respingo. Me había asustado. Volteé y mi expresión no cambió para nada. Seguía teniendo una mascara de aburrimiento encima. Él en cambio, mostraba confusión y desinteres. No entendía entonces para qué había venido.

-Así que... el fin de semana te divertiste con Tyler- dijo sin mirarme haciendo que me indigne, aunque no lo iba a mostrar.

-A ti que te importa – dije sin mirarlo al igual que él hizo. Los dos estábamos mirando al horizonte, y a los caballos paseando y comiendo pasto.

-Quiero hablar contigo – dijo finalmente mirándome. Sentía su mirada en mi mejilla, así que lo miré por el rabillo del ojo.

-Habla- dije sin más.

Pasó sus manos por su rostro frustrado – Pon de tu parte – dijo fijando su mirada a otro lado.

-No tengo nada que decir, me traicionaste – dije sintiendo pena muy dentro mío, pero no deje que se notara - ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Sabías todo lo que ha hecho – dije finalmente mirándolo. Nuestras miradas se conectaron, sus ojos me decían cosas pero sus palabras otras. Su mano cogió el pomo de pastillas en un segundo, aprovechándose de mi distracción - ¡¿Qué te pasa?! Devuelvemelo – dije parándome al igual que él.

El pomo se veía chico en sus manos, que lo protegían para que no se lo pueda quitar. Paré de intentar quitárselo y dejé que lo viera. Después de que lo haya analizado, me miró con un pequeño rastro de tristeza en su rostro.

CambioWhere stories live. Discover now