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Capítulo número seis:

6 de abril del 2025.

Habitación.

Miré la puerta de mi habitación, asustado.

Debí haber cambiado el rollo de papel higiénico cuando se acabó, en serio debí hacerlo.

Suspiré tembloroso.

Necesitaba salir de mi cuarto para poder ir al baño, ya que no quedaba papel en el mío, pero me daba miedo.

Me mordi el labio.

Si no iba al baño, iba a explotar.

Me arme de valor y abrí la puerta, gimiendo con temor al ver la oscuridad que se abría paso ante mis pies.

Comencé a caminar hacia el cuarto de Trisha, que era el mas cercano al mío, ya que si iba a un baño que no quedara en ninguna habitación tendría que bajar las escaleras y eso no me apetecía.

Al llegar a la puerta de su cuarto, la intenté abrir, pero no cedió.

Mi abuela nunca le había puesto seguro a la puerta en mis siete años de vida, así que supuse que se había trabado.

Forcejee un poco, pero no funcionó.

Miré a mis lados como puro instinto, pero realmente no debí hacerlo porque al final del pasillo estaba esa sombra que me estaba comenzando a causar pesadillas en las noches.

Me estremecí, y sentí un frío gélido recorrer toda mi espina dorsal.

Cuando estaba apunto de golpear la puerta para que Trisha me abriera desde adentro, sentí que me jalaban del cabello con fuerza, arrastrandome por el suelo.

Mi primera reacción fue gritar de dolor y colocar mis manos sobre mi cabeza mientras me seguían arrastrando hacia las escaleras, pero entonces pensé: ¿quién me estaba jalando el cabello?

Justo cuando estaba realmente cerca de las escaleras - temiendo por mi vida -, lo que sea que me estuviera molestando paró, y sin pensarlo corrí rápidamente escaleras abajo, dandome cuenta al instante de mi error.

Ahí no había ninguna sombra asesina, no, pero probablemente es porque todas las luces estaban pagadas y solo podía ver por donde caminaba gracias a la poca luz de luna que se escapaba entre las ventanas.

En el piso de arriba era igual, solo que estaba cerca de mi familia y de mi cuarto, así que me sentía más "protegido", de alguna manera.

Aunque ya me di cuenta de que esa protección era una simple ilusión.

No planeaba volver a mi habitación sin ir al baño después de todo eso, así que me dirigí lo más rápido que pude al baño que más cerca tenía y me encerré ahí.

Solté todo el aire contenido en mis pulmones y me sentí un poco más tranquilo por un momento, así que fui hacia el inodoro para hacer lo que me había costado mi tranquilidad mental momentánea.

Al terminar me lavé las manos y la cara un poco y cuando levanté la cara... Bueno, es obvio y cliché, ¿no? Había alguien detrás de mí.

 Pero no era cualquier alguien.

Era él.

Comencé a temblar, y en la habitación solo se escuchaba mi respiración agitada y el agua corriendo.

Intentaba gritar pero mi voz salía como un quejido muy suave, incluso cómico.

Como pude agarré la manilla de la puerta, pero yo le había puesto seguro por miedo a que entrará el fantasma.

En serio que ese día estaba teniendo problemas con las puertas.

Mis manos temblorosas hicieron milagros y logré abrir la puerta, así que salí con toda la rapidez que mis - también - temblorosas piernas me permitieron y entre tropezones subí y sin saber muy bien qué hacer fui al cuarto de mis padres.

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—Ya te sientes mejor, ¿Andrew? ¿Menos alterado?— me preguntó Zayn cubriéndome los hombros con una manta.

Lo miré y suspiré para luego asentir con la cabeza. No era del todo cierto, pero ya no estaba temblando completamente como un chihuahua y eso era un avance.

—Estás consciente de que te vamos a tener que llevar al psicólogo, ¿cierto?— me cuestionó Liam acariciándome la frente.

Bebí un poco del té que me hizo Trisha para calmarme y asentí, pero que estuviera consciente no significaba que estaba de acuerdo.

Sí, era lo mejor para mi salud mental y para mi futuro pero iban a llevar varias veces a la semana a un niño de siete años que se sentía atacado cuando alguien lo miraba un par de veces a un lugar donde le preguntarían y cuestionarían una y otra vez las cosas que hacía a diario.

Pero debía aceptar, porque no quería seguir viendo esas cosas extrañas.

—Mi pobre niñito vió cosas feas— se quejó Trisha haciendo puchero. Tomó mi cabeza entre sus brazos y la apoyó en su pecho.

—Es hora de dormir ya— nos recordó Zayn viendo el reloj.

Normalmente me hubiera quejado ante esas palabras porque quería seguir jugando o haciéndole dibujos a James, pero de verdad que necesitaba descansar.

Me acosté en medio de la cama y luego de unos cuantos segundos mis padres imitaron mi acción, colocándose a cada lado de mi cuerpo.

Me despedí sin mucho ánimo de mi abuela y me acurruqué entre mis padres, sintiéndome tranquilo únicamente porque contaba con la compañía de ambos a mi lado.

No quería abrir los ojos porque sentía que había algo en algún rincón de la habitación, pero tampoco quería cerrarlos porque entonces no vería cuando esa cosa se acercara a hacernos daño.

El día siguiente nos enteramos de que inundé el baño por dejar el grifo abierto, pero en vez de reprenderme, me compraron un helado porque el día anterior había visto... lo que sea que fuera eso, y nada había sido mi culpa.

Entonces en ese momento comencé a ir al consultorio de una chica morena que proviene de Chile, y también cuando me dí cuenta de problemas que antes no sabía que tenía.

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hola chamxs

capitulo dedicado a @rainbows_everywhere porque edité esto hablando con ella por telefono (tú - turu)

sepan que no intente hacer algo que diera miedo, solo narre lo que Andrew vivió.

si les está gustando recomiendenla

all the love Xx
gigi

Meli.Where stories live. Discover now