24. Pizza.

59 9 40
                                    

Capítulo número veinticuatro: Pizza.

20 de enero del 2031.

Pizzería.

Pues sí wey, no mames. Pinche gobierno puto. Espera tantito que voy a comerme unos taquitos con picante extra— imitó Blake.

Todos reímos, a pesar de no haber entendido.

—¿Puerto Rico?— cuestionó James.

Lo miré mal— James, por favor, ¡es México!

Rió— Bueno, bueno... Adivinen esta: Marico, mi jeva me dijo kike pa' ir a comer empanadas en el centro pero esa chamita es burda de loca así que no sé— sonrió, orgulloso de su imitación.

Alce una ceja, confundida.

—¿Algunos de ustedes sabe?— pregunté, y todos respondieron negando con la cabeza.

Nojodas, ¡es Venezuela!

—¿Qué es Venezuela?— dijimos todos al mismo tiempo.

—Oh, ¿no es el país que ganó un premio por ser la población que más maldice a su presidente?

James asintió.

—Tengo familia de allá, son muy geniales.

Estiré mi brazo para agarrar uno de los dos últimos pedazos de pizza que quedaban, pero Chloe golpeó mi mano.

—Son para Antonella— avisó.

—Oh, ¿ella viene?— levanté ambas cejas.

Asintió y yo apoyé mi mejilla sobre mi puño, soltando un suspiro.

Antonella no me caía mal, pero preferiría estar solo con mi Squad, sin intrusas.

—Hablando de la reina de Roma— dijo James cuando Antonella entró al lugar.

Levanté la vista y ví que no solo estaba ella: a sus espaldas estaba Connor viendo algo en su teléfono.

Antonella se sentó a un lado de Chloe y le besó la mejilla, logrando que ella se sonrojara.

Connor se sentó entre Antonella y James— Hola, chicos.

Nadie respondió, todos lo estábamos viendo de mala manera, sin entender qué hacía ahí.

No lo habíamos perdonando en todo diciembre, habíamos ignorado sus mensajes de navidad, y aún así llegaba como si nada.

El típico silencio tenso no tardó en aparecer.

—¿Qué haces aquí?— preguntó Chloe.

Antes de que Connor pudiera responder, Antonella colocó una mano sobre los hombros de éste.

—Me preguntó qué iba a hacer hoy y me dió lástima así que lo invité— explicó.

Chloe miró mal a Antonella y rodó los ojos.

Probablemente de todos ahí, la que más enojada estaba con Connor era su propia gemela.

—Si quieren me voy— murmuró Connor.

Meli.Where stories live. Discover now