8. Cambios

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Capitulo número ocho: Cambios.

12 de septiembre del 2029.

Habitación de James.

Las personas cambian, siempre lo hacen, y es tan desesperante cuando eso pasa.

¿Qué le puedes decir a una persona, a la que empezaste a querer de una manera, que ahora te cae mal porque todo en él cambió?

No me ha pasado con nadie, pero lo he pensado mucho últimamente.

Sobretodo desde que yo mismo comencé a cambiar, porque muy pocas personas me quieren y me aterra pensar con qué rapidez dejaran de hacerlo.

Mi abuela y mis papás me van a amar por siempre porque tienen que hacerlo.

Mi piscologa me va a querer hasta que yo dejé de llorar en las noches y ya no tenga que ir a verla.

Pero, ¿hasta cuándo me va a querer James? ¿Hasta cuándo me van a querer Chloe y Connor?

Mis dudas comenzaron en la clase de biología, me dijeron que lo que te hace niño o niña esta entre tus piernas, o sea que si tienes pene eres hombre y si tienes vagina eres mujer.

Yo siempre me referí a mí mismo como a un hombre, pero en ese momento me di cuenta de que nunca me sentí así.

Y entonces referirme a mí mismo como un niño, me hizo sentir mareado de repente.

No fue un acto de rebeldía, ni nada que tuviera que ver con el morbo.

Simplemente me quite la venda de los ojos: siempre me sentí como si fuera niña, no otra cosa.

Y seguí manteniendo el pensamiento de lo que te hace hombre o mujer de la clase de biología cuando le pregunte a mis papás al respecto, y me dijeron lo mismo que ya sabía. Trisha estaba presente así que le pregunté a ella también, y me dijo que no iba a intervenir lo que decidieran decirme mis papás.

También le hice la misma pregunta a James.

—¿Por qué preguntas?— cuestiono mordiéndose el labio inferior y golpeando su lápiz constantemente contra su cuaderno cuadriculado.

-Por curiosidad- mentí.

Me vio y asintió- Tus genitales, eso me dijeron- me dijo para luego seguir haciendo su tarea de matemáticas.

En ese momento me comencé a sentir terriblemente mal, porque me dí cuenta de que me sentía de una manera en la que no me debía sentir.

No le pregunté a mi psicóloga al respecto porque comenzaría a hacerme preguntas sobre eso, y me haría sentir peor.

Ella me dice que si no quiero contestar alguna de sus preguntas no tengo que hacerlo, pero me hace sentir mala persona.

Mis padres me habían regalado una laptop con una manzanita en la tapa como regalo de diez años, y desde entonces hice muchas búsquedas en internet sobre todas mis inquietudes y también sobre los videos que James comenzó a subir en YouTube.

Busque sobre algo que vi una vez en la televisión: la transexualidad. No recordaba de qué trataba, solo sentía que debía buscarlo.

Meli.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora