31. Salto.

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Capítulo número treinta y uno: Salto.

1 de octubre del 2031.

(N/A: las cursivas si no son diálogos son recuerdos, generalmente no pasan en la fecha que doy al inicio del capitulo ni en el mismo lugar, de ser así se sobreentiende).

—Andrew— llamó mi psicóloga y tuve la sensación de que no era la primera vez que lo hacía pero no lo noté debido a que me había quedado absorta con mis pensamientos.

La miré fijamente para darle a entender de que le estaba prestando la mayor atención que podía, aunque de todas maneras mis pensamientos divagaban.

—Tu abuela me informó de todo lo que paso ayer, así que no tienes que contarme la historia de nuevo, pero me gustaría que me contestes unas cuantas preguntas— miró su cuaderno y se preparó para escribir mis respuestas.

Arrugué la nariz, molesta.

Siempre era la  misma mierda, yo debía contestar sus estúpidas preguntas y ella las anotaba.

¿Qué le podía importar mi vida a ella? ¿Qué le podía importar mi vida a nadie?

Me crucé de brazos.

Abrió la boca para hacer la primera pregunta, pero entonces me vio y notó mi expresión.

Suspiró. 

—Escucha: Yo les dije a tus padres y a tu abuela en que aún no podías dejar de asistir y ellos me ignoraron, seguramente pensando que solo les quería sacar dinero— explicó—. Aunque, estoy consciente de que hace mucho no vienes y no te puedo interrogar con los hechos tan recientes, así que te haré la menor cantidad de preguntas posibles, ¿bien?— cuestionó.

Me encogí de hombros, indiferente.

De todas maneras ella lo haría, ¿no?

Asintió y anotó algo debido a mi movimiento.

—Bien... ¿Paso un suceso especialmente molesto, perturbador, triste o negativo entre la noche del seis de agosto y la mañana del siete de agosto?

Bajé la mirada y asentí.

—¿Puedes hablarme al respecto?

Fruncí los labios— James terminó conmigo y Blake me abandonó. 

Asintió y lo anotó en su libreta.

—Antes de eso, ¿ya te encontrabas estresado, mal emocionalmente o con una gran carga?

Asentí.

—¿Te sientes igual que antes de tu recuperación, cuando había pasado poco tiempo del secuestro?

Lo pensé un poco, y me sorprendí a mí misma al darme cuenta de que sí me sentía igual de mal que hace varios años atrás, pero esa vez no le respondí.

Frunció los labios y anotó algo en su libreta, luego de unos cuantos minutos arrancó la hoja y me la dio.

—Lo que te pasó ayer, como pudieron comprobar en el médico, fue tu cuerpo rechazando la depresión, ya que te hicieron los exámenes y saliste perfectamente, así que esto es un informe para que puedas faltar a partir de hoy una semana de la escuela, todos los días vendrás a verme y te pondré más reposo si es necesario, ¿está bien?

Asentí distraidamente, aunque no había escuchado ni una de las palabras que me había dicho.

Suspiró— Solo dale eso a tus papás o a Trisha— me pidió.

Meli.Where stories live. Discover now