18. Loca.

56 10 30
                                    

Capítulo número dieciocho: Loca.

4 de abril del 2030.

Bar.

—No pongas esa cara, recuerda que James va a estar— me recordó Zayn amigablemente.

Rodé los ojos y me bajé del carro.

El menor de mis problemas era la fiesta con mis tíos, lo que me tenía amargada era la presencia de mis padres.

Ya habían comenzado a tratarme bien de nuevo, pero sentía un gran rencor hacia ellos por lo que me habían dicho.

Mirar sus caras de culpa cuando les respondía mal me hacían sentir horrible, pero en el fondo me consolaba con el pensamiento de que se lo merecían.

Los seguí distraída, pensando que hacía mucho frío ahí.

Entramos al bar, y sentí una oleada de olor a alcohol y aire caliente azotarme al instante.

Luke le hacía twerking a Michael, Sarah reía divertida y los grababa, Louis fumaba y tomaba... Todo parecía ser normal, a excepción de que Niall no estaba en la piernas de Shawn, él estaba hablando con un chico diferente.

No podía ser un chico que acababa de conocer, ya que Zayn solo me dejaba ir si las personas que invitaban eran conocidos de los chicos, así que ese chico castaño que estaba ahí debía ser mínimo su amigo... Y conocía demasiado bien a mi tío como para saber que no sería solo amigo de ese chico que le acariciaba la mejilla mientras reía.

También estaba Harry, que no siempre estaba, pero seguro había ido para cuidar a James.

Me acerqué a donde estaban todos reunidos y me miraron sonrientes.

Mike me tomó de la cintura y me sentó en su rodilla— Hola, guapo. ¿Cómo estás?— sonrió amigable.

—Bien, tío Mikey— dije mirando a Sarah.

Se notaba que ella la estaba pasando bien grabando a los chicos, y no creía que la historia de una tonta adolescente le importará, pero quería hablar con ella...

—¿Tienes un crush con Sarah, Andrew? Eso es tierno— observó Luke sonriente.

Alce las cejas, y luego fruncí el ceño.

¿Qué?

—¿Qué dices? Este pequeñín es más gay que yo— dijo Niall rodeando mis hombros con un brazo.

Quería reírme de sus bromas como siempre lo hacía, quería hacerles notar que me encantaba que tuvieran toda su atención en mí, pero últimamente me costaba sonreír... al menos que tuviera sobre mi cara el maquillaje que había recolectado durante varios años, solo entonces me podía sentir un poco reconfortada.

Sarah se levantó, y caminó hacia mí, con sus tacones sonando por encima la música.

Me tomó de la mano— Sé que quieres hablar— me dijo.

Entonces sonreí honestamente, sintiéndome comprendida, y me levanté.

Comenzamos a caminar, dirigiendonos a cualquier lugar donde la música no fuera tan fuerte.

Cuando llegamos a una tarima que estaba alejada de las bocinas donde estaba sonando música, nos sentamos en ella y me miró.

—Para mí también fue duro— me aseguró.

Bajé la mirada.

—Y sé que, a pesar de que no conozco todos tus problemas, tienes más de los que yo tuve, pero de todas formas te entiendo, ¿sí? Sé perfectamente cómo te sientes, y sé que me hubiera gustado tener alguien que me aconsejará. Así que aquí estoy para todo lo que me quieras contar. No importa el momento, si sientes necesidad de hablarme, hazlo.

Meli.Onde histórias criam vida. Descubra agora