Meli.

28. Oops.

Capítulo número veintiocho: Oops.

4 de junio del 2031.

James:

Bebita preciosa, ¿quieres venir hoy? ♥ :D

Beba ♥:

Hay maratón de Harry Potter.

James:

Sí, pero... Mis padres no están *guiño* *guiño*

Beba ♥:

Los de Harry tampoco.

No había ningún maratón de Harry Potter, pero ese día no podía estar con James.

Me sentía culpable por haberle mentido pero desde que había pasado el incidente con Shawn no habíamos pasado un día separados, ya fuera por el colegio o porque íbamos a casa del otro, y Blake me había pedido un favor «sumamente importante y secreto», según lo que él me había dicho.

Respecto al caso de Shawn... Mis padres no me habían dicho mucho, solo que se estaban encargando de ese asunto.

Había logrado escuchar un fragmento de una conversación con Niall en la que Zayn decía que necesitaba «hablar con los padres de Shawn y un acta de nacimiento para creer eso» antes de que Liam me dijera para ir a jugar al jardín.

Solo estaba intentando no entristecerme por lo que había hecho Shawn, ya que únicamente veía a Drew cuando tenía bajones y no tenía ganas de presenciarlo.

Era la única persona en esa casa que tomaba café en vez de té, así que a las cuatro de la tarde en punto - algunos minutos antes de que llegará Blake - Trisha me llevó mi taza.

-¿No va a venir el lindo James hoy?- cuestionó sonriente mientras dejaba la taza de café y unas cuantas galletas en mi escritorio.

Al instante me metí una galleta a la boca y negué con la cabeza— «Guiene Blei»— respondí con la boca llena.

Sonrió y acarició mi cabello— ¿Sabes, linda? Siempre me pregunté de dónde son tus padres biológicos... Eres lo menos británica que se puede ser— observó.

Estaba bebiendo café en ese momento, así que levanté mi dedo meñique rápidamente.

-Soy muy británica- aseguré.

Sonrió e hizo ademán de irse, pero la detuve agarrando su muñeca.

Me había llamado la atención eso que había dicho.

Nunca había pensado en eso... ¿cómo serían mis ascendientes? ¿Serían extranjeros? ¿Ambos serían pelirrojos? ¿Podría ser que ellos también tuvieran alguna enfermedad mental como yo?

-¿Cómo puedo encontrar a mis padres biológicos?- cuestioné.

Frunció los labios, claramente arrepentida de haberme dicho eso.

-Creo que es mejor que olvides a esos dos- sugirió.

Fruncí el ceño- ¿Por qué?