Meli.

14. Español.

Capítulo número catorce: Español.

7 de diciembre del 2029.

Comedor.

Miré a mi alrededor, esperando encontrar algún rostro familiar.

Había llegado un poco tarde debido a la nieve, pero normalmente los viernes entrabamos más tarde de lo usual.

Encontré a Chloe, Connor y James sentados en una mesa un tanto alejada, así que me acerqué a ellos.

—Hola— saludé llegando y sentandome a un lado de James.

Chloe me sonrió y Connor me saludó con la mano sin alzar la vista de su teléfono.

—Hola, bebé— me saludó al oído sonriendo.

Sentí el calor subir a mis mejillas y lo miré— Hola, daddy.

Escuché un grito ahogado de parte de Colombia, y ví que Connor la veía mal.

—Ya empezó— murmuró rodando los ojos.

Fruncí el ceño, sin entender a qué se refería.

—¿Ahora son una pareja daddy kink? ¿Dios escuchó mis súplicas? ¿Ésto está pasando?— gritó, logrando que unas cuantas personas fijarán su atención en ella.

Oh, a eso se refería Connor.

Miré a mi novio y a él solo parecía divertirle la situación.

—¿Le suplicaste a Dios que fueramos daddy kink?— alzó una ceja.

Se calmó un poco, y se sonrojó, nerviosa— Bueno, déjenme sexualizar mis ships— dijo avergonzada.

—Me sexualiza a mí con el nuevo, y ni siquiera sé su nombre— nos contó.

Rodé los ojos. Pensé que ya habían olvidado al famoso nuevo.

—Hablando de eso, tú tienes una apuesta que cumplir— le recordó Chloe a Connor.

Suspiró, pareciendo cansado de la existencia de su hermana.

—¿Qué apuesta?— cuestionó James curiosamente.

—Bueno, Jarra de A Direction sacó una canción solista y Connor me dijo que lo más seguro es que salía del closet con esa canción, y yo le dije que no ya que Luis todavía sigue con los managers idiotas y si van a salir del closet, lo harán juntos, así que apostamos e, igual que siempre, yo gané— explicó orgullosa.

—Y debo hacerme amigo del nuevo.

—¡El trato era novios!

—¡Pero yo soy hetero!

Comencé a reír, preguntándome cómo seguía siendo amiga de esos dos idiotas.

—Si me disculpan, tengo que hablar con Andrew a solas— avisó James levantándose y tomándome de la mano.

Me levanté con él.

—Oh, sí. Azotalo y hazlo gemir tu nombre— dijo Chloe, y los tres colocamos nuestra mirada sobre ella—. Digo, vayan a ver las aventuras de los ositos cariñositos y coman dulces.

Negué con la cabeza, divertida, y comencé a caminar junto a James.

—¿Para qué quieres estar solo conmigo?— le cuestioné al ojiazul que caminaba a mi lado, tomando su mano.