3.

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Me desperté con el sonido de las bocinas informando que habíamos llegado, la lista de mis canciones habían acabado por lo que lo pude escuchar con gran calidad, me levanté de mi asiento aún con mis audífonos y máscara puesta y comencé a sacar todo lo que había traído al avión de la parte superior de mi asiento.

Al salir pude sentir el gran frío "sin duda la mejor bienvenida" era noviembre... ¿Qué esperaba? Llamé a mi madre para informarle que había llegado bien, y después a Mingyu, que se encontraba con SeungCheol en ese momento, me encaminé hasta la salida del aeropuerto con ya todo en mano y pude divisar el cartel que sostenía un hombre con mi nombre.

-¿Es usted Hong Jisoo?- dijo este al ver cómo me acercaba a él.

-Sí, un gusto- le dediqué una leve reverencia.

-El placer es mío, señor Hong- me devolvió con otra reverencia un poco más formal.

Después de eso me pidió mi identificación, y al verificar del todo que era yo, prosiguió a abrirme la puerta para que entrara y después de cerrarla llevó mis maletas al baúl.

-¿Alguna canción que guste, señor Hong?- Dijo ya dentro.

-No, gracias- dije de manera automática.

-Bien, entonces pondré algo a mi gusto, si no le molesta-

Colocó una música un tanto peculiar pero que sin duda era pegajosa, el hombre comenzó a moverse al ritmo de la música mientras conducía el auto.

-Señor Hong, hemos llegado- dijo abriéndome la puerta. Ni siquiera me di cuenta cuando salió....espera...ni siquiera me di cuenta cuando me dormí.

-¡Ohh! Si si lo siento- salí del carro y me arreglé la ropa quitando todos los defectos imaginarios que tenía.

Paré en seco al ver aquella casa que en verdad no tiene la dicha de llamarse casa sino mansión, aunque era pequeña tenía la belleza de una. Me quedé admirándola un rato hasta que el chofer me interrumpió.

-Señor Hong aquí tiene sus pertenencia- me dijo tendiendo mi maleta y un bolso con una gran sonrisa.

-Ohh, si, Gracias- las recogí de sus manos ofreciéndole una sonrisa, sin duda las de aquel chico eran muy contagiosas, para que mentir.

-Bueno Señor Hong, seré su chofer personal, me puede llamar cada vez que necesite de mi ayuda-me tendió un tarjeta con una de esas sonrisas que ya lo comenzaban a identificar - Me temo que tengo que irme en este momento pero puede llamarme a la hora que desee, le aseguro vendré enseguida.

-Gracias- dije para después verlo marchar.- Lee Seokmin- pude leer en su tarjeta.

Me quedé viendo el carro partir hasta que mi vista no pudo verlo más, en ese momento di un gran suspiro y me dispuse a caminar con mis cosas en mano hasta la gran puerta de aquella pequeña mansión, al estar al frente de esta toqué unas tres veces seguidas y en cuestión de segundo la puerta fue abierta por una mujer alta, sin duda debido a los tacones, de pelo largo y negro, tenía gran sus labios pintados de rojo y las demás partes como las mejillas y ojos estaban maquillados de un color rosado no muy fuerte, llevaba puesto un vestido color rosado que combinaba con su color de parpados maquillados. Sin duda era una mujer muy linda y tenía una aura muy llamativa, parecía una mujer que vivía una vida muy tranquila y sin problemas.

-¡Jisoo!- me abrazó apenas confirmó que la persona detrás de la puerta era yo

-H-Hola señora Yoon- dije correspondiéndole el abrazo, me había sorprendido tanto cariño de alguien a quien nunca vi en persona.

DON'T BELIEVE [JIHAN]Where stories live. Discover now