20.

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 Jisoo pasó de estar normalmente bien a nervioso, no podía seguir en la conversación o las cosas podrían empeorar, técnicamente mejorar para el problema de Jeonghan. Jisoo intentó actuar esta vez, colocó una cara de confusión y sacó dos platos hondos para la sopa de Ramen.

— ¿Jisoo? ¿Quién es Jisoo?— Jeonghan, quien no lo había dejado de mirar, frunció el ceño.

Sin decir nada simplemente salió de la cocina, un dolor fuerte se presentó en su cabeza, punzante y agudo dolor que no podía cesar de ninguna manera.

Las manos de Jisoo comenzaban a sudar y a temblar ligeramente.

—Mierda, mierda, mierda— Susurraba, si Jeonghan recordaba la memoria ahora mismo no sabría qué hacer, no estaba preparado.

Se movía de un lado a otro en la cocina, olvidándose completamente del desayuno y vacilante buscó a Jeonghan, fue directamente a su habitación y tocó la puerta ligeramente abierta.

—Busca mis bastillas, mis bastillas— Gemía del dolor en la cama, apretando fuertemente su cabeza, parecía querer explotar

Jisoo no sabía dónde estaban, simplemente salió de la habitación y con la mente en blanco intentó buscar.

— ¡No!, acá— Jeonghan gritó.

Jisoo dio media vuelta y se introdujo nuevamente al cuarto de Jeonghan mientras susurraba acerca de que le explicara mejor y que tenían que decirle donde estaban desde un principio. Jeonghan le señaló la mesita delante de él, pegado a la pared opuesta y Jisoo no dudó en correr y revisar las pequeñas gavetas en busca de las pastillas.

Sacó dos de ellas del envoltorio y se acercó a la cama apoyando su trasero en ella y acomodó la débil cabeza de Jeonghan en sus muslos, acarició su cabello lentamente y sostuvo las dos capsulas con la mano libre cerca de su boca, una primera cayó dentro y este la trago, abrió la boca nuevamente y la segunda tocó levemente el final de su lengua y la pastilla pasó ágilmente por la garganta.

—Sé que todavía te duele, yo estaré aquí hasta que te sientas mejor, lo prometo—

Jeonghan miró hacia arriba, hasta quedar cara a cara con Jisoo, y no evitó mirarle un tanto confundido.

—Creo que es mejor que me dejes dormir y vayas a comerte la sopa, se echará a perder—

—Oh— Jeonghan se separó de él y Jisoo empapado de vergüenza salió de la habitación.

No sabía que Jeonghan se había vuelto tal vez un poco más frio, por un momento pensó que había podido recordar la memoria, pero era imposible, hubiese reaccionado diferente ¿No?

Tomó agua y simplemente se recostó en el sofá de la sala, su vida se había convertido en un sube y bajas de emociones y estaba cansado.

La puerta fue tocada cuatro veces, Jisoo ya sabía quién era, le había dicho que tocaría esa cantidad de veces para estuviera claro de que era el, tenía llaves, por lo que Jisoo no tenía que pararse del sofá para abrirle, se sentó cuando la puerta se abrió y se topó a Soonyoung con un hombre de edad avanzada.

—Jisoo, este es Lee Dongwook, es nuestro abogado, le gustaría hablar contigo acerca del estado de Jeonghan—

—Hola—Jisoo le dedicó una venida y sostuvo el brazo de Soonyoung para llevárselo aparte— Con permiso, puede sentarse — El señor Lee se sentó en uno de los dos muebles más pequeños y espero.

—Disculpa, pero esta es mi casa— Susurro pellizcando ligeramente su brazo.

—Shhh— Jisoo sonrió— ¿Cómo es que traes a este hombre aquí, estando Jeonghan en casa?— Se quejó después de estar a una distancia suficiente el abogado.

DON'T BELIEVE [JIHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora