DON'T BELIEVE [JIHAN]

17.

Falta poco para llegar, Jisoo hubiera optado por tomar el tren o Autobús como mínimo para llegar a su destino, pero la desesperación y la adrenalina no le permitió pensar bien. Pudo descansar un poco cuando por fin se topó con su hogar, con el hogar de aquella pareja que tanto ocultaban sus deseos de amarse, su respiración andaba descontrolada y tuvo que tomar tiempo para tranquilizarla. Apenas y pudo respirar correctamente fue acercándose a su gran puerta de madera, no sabe cuánto tiempo tiene que no pasa por aquí, según su madre casi un mes pero para el toda una eternidad. Posó su mano en la manija, pero un pequeño ruido lo desvió de lo planeado, miró al suelo, de donde provenía aquel sonido, y se topó con un paquete debajo de su pie, inclinándose lo recogió y observó. Estaba envuelto en una funda blanca, a pesar de ser un paquete fino y pequeño supuso que lo envolvieron debido a lluvias que podían caer y arruinarlo completamente, finalmente apartó la funda y del pequeño paquete blanco que no contenía nada, ni una dirección, ni siquiera un destinatario o quien lo mandaba, quien llevó ese paquete no fue el correo, del envoltorio sacó una carta doblada en dos que seguido abrió y observó.

"11­/12/2016"

"Querido Hong Jisoo, enserio siento todo lo que te han hecho, no tenía ni idea de lo dañino que podrían convertirse mi madre y mi hermano para ti y Jeonghan, podrías estar no en muy buen estado cuando leas esta carta pero de eso no tienes que preocuparte porque yo te ayudaré, solo te pido que confíes en mi porque no planeo ningún mal y si no me crees haré que lo hagas porque estoy consciente que lo que está pasando no está bien. Lo primero que quiero que sepas es que Jeonghan no está muerto..."

Maldita sea, el corazón de Jisoo dio un brinco, nunca había estado tan feliz pero con tanto miedo a la misma vez, le habían mentido a él, a su madre y a todos los que algunas vez formaron parte de la vida de Jeonghan recientemente pero... no podía creer, también podía ser falso.

"...no miento, lo está pero no en un estado agradable, es algo que quiero hablar contigo cara a cara, me gustaría hablarlo y hacer lo que tengamos que hacer para que esto pueda cambiar, me gustaría que habláramos lo más antes posible, puedes llamarme 82 51 564 173 esperaré tu llamada.

Kwon Soonyoung"

Lo siguiente no lo pensó dos veces, tiró la carta al suelo y deprisa intentó abrir la puerta, no pudo pero continuó, golpeándola y moviendo el llavín frenéticamente.

—Ábrete de una maldita vez— le gritó y seguido la pateo y le aventó un golpe.

—Jisoo, hey cálmate— Hansol se acercó por atrás y lo sostuvo de los hombros, lo apartó de la gran puerta y lo posó frente suyo. —Tienes que tranquilizarte, estás haciendo cosas sin ni siquiera pensarlo...—

— ¡Nada de eso, Hansol! Tienes que escucharme— Rogó

—No, tú tienes que escuchar Jisoo— Respondió exhausto— ¿Qué haces aquí? Apuesto que ni sabes—

Es cierto que no sabía por qué sus pies dieron justo en el Pent-house, pero ya sabía porque, y era por la carta, sus pies lo llevaron a aquella carta por más estúpido que sonara, pero antes de que Jisoo pudiera hablar Hansol se encontraba reprendiéndolo otra vez.

—Has dejado en el olvido tu trabajo, recuerda que tienes uno— Apuntó con su dedo a un débil Jisoo— Recuerda que tienes una maldita familia, apuesto que se te olvidó el hecho de que mamá y yo nos mudamos a Corea por ti— Hansol peinó su cabello hacia atrás— Resulta que alguien se emborrachó tanto que casi se mata tirándose por un maldito puente al rio y cierta familia tuvo que venir hasta aquí para poder cuidarlo—

—Hansol...yo— un nudo se formaba en la garganta de Jisoo

—No sé en qué piensas, pero lo que sea que te esté pasando me está afectando— Lloró— Tuve que separarme de Seungkwan sin decirle nada porque tuvimos que correr a Corea por ti—