14.2

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El sol comenzaba a ponerse y la luz se convertía en un color anaranjado, estaban sentados los dos frente a la cristalina pero salada agua de mar viendo el sol bajar y ocultarse bajo la masa de agua, la arena se sentía todavía caliente bajo las palmas de Jisoo, apoyándose en ellas para mantener una postura más cómoda para su espalda, a su lado está Jeonghan, un delicado pero feliz Jeonghan, este se encontraba sereno, recostado en el hombro de su compañero.

Jisoo se sentía agridulce, aquel sentimiento de que crees que haces algo bien pero de aún saber que hay muchas más cosas que atormentan la pequeña cabecilla de Jeonghan ¿Qué sucedería cuando su madre se entere de su decisión? ¿Todo estaría bien? ¿Mal? Pretende conocer al mundo y notar que suceden cosas peores que casarse con alguien que no conocía y al final saber que es un hombre, pero la verdad es que el no está ni cerca de estar preparado para ello.

—Tengo algo que contar—los pensamientos de Jisoo fueron interrumpidos.

— ¿Algo que contar?— Repite Jisoo

—Un recuerdo— Dijo incorporándose y doblando sus piernas entre ellas

—Cuenta—

—Desde que nací he sido "una mujer", pero— Sonríe— Recuerdo veces donde salía a jugar con Soonyoung y me hablaba como si le hablase a un chico—Lo mira— Tal vez no sea el mejor recuerdo pero apareció en mi mente.

—Al parecer si tienes un buen recuerdo Yoon Jeonghan— Juega pegándole en el hombro

—Supongo— se encoje y posa su vista en la arena —Tengo otro— Esta vez no se ve tan emocionado— Una vez tuve un novio en la secundaria, él era el único que me aceptó sabiendo que era hombre y la verdad fue mi primer amor, las cosas se complicaron y mi mamá se terminó enterando, ella es...demasiado insoportable Jisoo— Lo mira otra vez, buscando un "Te entiendo"— Y lo que hizo fue separarme de él y decirme que no tengo el derecho de decirle que soy hombre, o sea que se cree ella, tengo todo el derecho— Su voz comienza a subir de tono, se estaba enojando— Me llevó de Busan a Seúl y pronto dejé de hablar con él.

Jisoo se levanta y limpia su trasero del polvo, Jeonghan se le queda observando desde abajo y una mano le sirve de apoyo para poder pararse de la arena.

—No terminé de hablar— Responde una vez estando frente a él.

—No es necesario— No quería verle hablar cosas que le recordaran un pasado no deseado.

—Si lo es, escucha— Jisoo calla y presta su atención a las siguientes palabras—Si te digo esto es porque temo que pase otra vez— Jeonghan ya no podía borrar lo dicho, estaba confesándosele.

— ¿Qué quieres decir?— Él sabía lo que quería decir.

—Me enamoré de una persona y no quiero que mi madre lo aleje de mi porque sabe que soy hombre— estaba dicho, y esas palabras comenzaron a sonar como ecos en la cabeza de Jisoo, su corazón bombeando sangre el triple y sus manos sudaban.

— ¿Y qué piensa esa persona de ti?— Jeonghan ancha ambas esquinas de sus labios, estaba sonriendo.

—No lo sé— Coloca su vista directo a sus ojos, era suficiente, por más que le gustara sentir el tacto de Jisoo eso era más que suficiente.

— ¿Qué piensas tú de el?— Sale directamente, sin pensarlo demasiado.

—Tal vez sea un Ángel—Se encoje de hombros— Solo sé que me enamoré de el más de lo que imaginé y ahora no sé cómo haré para olvidarlo—

— ¿Por qué sientes la necesidad de olvidarlo?—

— ¿Por qué tantas preguntas?— Evade Jeonghan con un poco de diversión en su tono.

Jisoo suspira, tal vez Jeonghan se esté tomando esto a broma para no echarse a llorar pero Jisoo estaba demasiado serio. Acerca su cuerpo solo un paso más y Jeonghan posa su vista en su pecho, si mira hacia arriba, hasta sus ojos, tal vez caería.

—No quiero que me olvides Jeonghan—Su voz era suave pero estricta, como la de un padre al darte órdenes.

—E-el no merece todo esto, no me merece, no soy lo que él quisiera— baja su mirada, sabía que Jisoo buscaba sus ojos pero si cedía podría simplemente caer en la burbuja de amor donde para el ellos eran felices.

—El está a tu lado— Brevemente Jisoo agarra su barbilla y la alza—Y el, que si no te queda claro soy yo, también siente algo por ti—

—Jisoo...—Suspira de cansancio, porque no podía entender. —

—Jeonghan puedes echarte todo el maldito maquillaje en la cara, ponerte 50 máscaras y aun así me daré cuenta que estas sufriendo y que eso no es lo que quieres—Esta vez tiene ambas manos colocadas a cada lado de su mejilla — Lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, se convierte en insomnio, en nudos en la garganta, en error, en duda, en tristeza, en nostalgia— Sus ojos decían algo no solo eran palabras, Jeonghan podía notarlo—Lo que no decimos no se muere, lo que no decimos nos mata de la manera más dolorosa posible, lentamente—

—No quiero olvidarte— confiesa. Su pequeña cabeza ubicada entre ambas manos del mayor se menea frenéticamente de lado a lado.

Las manos de Jisoo viajaron desde sus mejillas hasta su cuello, jamás pensó hacer esto pero solo sucedió, las cosas son mejores si se dan en el momento no si son planeadas. Acerca su frente y la apoya en la de Jeonghan.

—Jeonghan— Gadea— ¿Puedo?— Su cuerpo respondió por sí solo, colocando sus palmas en los hombros de él.

Jisoo pasó su lengua por sus labios y tragó todo el nervio acumulado, se inclinó, cerró sus ojos y sus labios rozaron la fina carne de los de Jeonghan, todos sus sentidos perdieron importancia, solo necesitaba uno, el tacto, rozar sus labios de un lado a otro con los de Jeonghan era más que perfecto pero algo era mejor, presionó finalmente sus labios con los de él y jugó con ellos, sabían tan bien, eran tan cálido. Las manos de Jisoo bajaron a sus hombros, rozaron sus brazos, daba indicio de querer apartarse pero Jeonghan lo detuvo acomodando sus brazos esta vez en sus hombros y Jisoo sonrió uniendo sus labios otra vez, ambos acoplándose perfectamente en el otro, ahora los labios de Jeonghan sabían salados, aun con sus ojos cerrados separó sus labios y una línea de saliva se dejó caer en la barbilla de Jeonghan, acercó sus labios a su mejilla y besó en aquel lugar.

— ¿Por qué lloras?— dice todavía con ambos rostros apoyados frente a frente.

—Gracias— Le sonríe lastimosamente.

—Por favor promete algo— Jeonghan asiente— Nunca intentes olvidarme, no te intentes alejar. Ya me tienes asique no me dejes ir.

—Lo prometo— y selló la promesa con un corto besó. —Ahora, ¿Qué somos?—

—Esposos— ambos se escuchan reír

—Cierto—No se podía pedir más en aquel momento, sentían tenerlo todo, uno al lado del otro es más que suficiente.

Como podemos resumir los siguientes dos días, ambos eran cerrados, no hubo más besos pero eso no importaba, estaban reservados para momentos importantes, caricias, sonrisas, manos entrelazadas, conversaciones que los volvían más cercanos y miradas que decían lo que a veces no se puede expresar en palabras. Fue perfecto, el haberse conocido y resistir por este momento, Jisoo era su maldito Ángel y Jeonghan la persona más importante en todo lo que le quedara de vida, ahora el "promete Amarla, honrarla, respetarla, obedecerla, ayudarla, y cuidarla en tiempo de enfermedad y de salud, en prosperidad y en adversidad, y mantenerse fiel a ella mientras vivan los dos" tenía un total sentido. Claro que lo prometía.  

DON'T BELIEVE [JIHAN]Where stories live. Discover now