12.

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Despertó en una cabaña, era la cabaña más pequeña en la que hubiese estado antes, solo correspondía de una sola habitación donde se encontraba la cocina, una nevera de estudio, una estufa de cuatro hornillas y una mesita para una o dos personas, también se encontraba lo que creía era un baño tapado por una larga cortina, y a la esquina de su lado izquierdo estaba un mueble viejo y roto donde solo podía sentarse una sola persona y delante estaba la televisión, de esas pequeñas y con antenas. Un ligero sonidos de pitidos continuo provenía del aparato, eso le producía un dolor en la cabeza que no podría aguantar por mucho.

Se levantó de la cama sintiendo su cabeza dar vueltas y en el momento en que sus pies desnudos tocaron el suelo de madera pulida sintió entonces un frío subirle a todo el cuerpo dejándolo helado, fue cuando se dio cuenta que su cuerpo solo correspondía de una larga bata blanca y nada debajo. Se acercó al causante de su dolor de cabeza y presionó el botón de apagar y encender, esta vez con el propósito de apagarlo, pero no lograba nada, por más que presionara el botón no funcionaba, ubicó entonces el cable que conectaba la televisión con la electricidad del enchufe, lo sostuvo con sus dos pequeñas y dañadas manos y jaló fuertemente, el cable terminó desprendiéndose y el cayendo al suelo, ahora ya no eran pitidos, era un sonido igual de agudo que el anterior pero este era escandaloso y no parecía parar, tapó sus oídos y arrugó la cara al sentir aún más dolor. La puerta se abrió y dejó pasar al parecer un doctor junto a una enfermera quienes iban apurados a la cama donde antes se encontraba dormido el menor que ahora observaba aun tirado en el suelo, la enfermera monitoreaba una maquina desconocida para el que actualmente no quitaba la vista de ese par de desconocidos, se levantó apoyando ambas manos en el suelo y caminó a pasos lentos y cortos, sintiendo que si los realizaba de manera normal caería otra vez, se aproximó al lugar de aquellos par y pudo ver un cuerpo recostado en cama, asomó su cabeza y con el rostro que se encontró le hizo pensar que estaba completamente loco, era el mismo.

Sus ojos se abrieron velozmente, su respiración se encontraba descontrolada, pero mientras más observaba el lugar y se familiarizaba iba bajando la intensidad. Se encontraba en un trance, parecía sentirse en la línea de la realidad y la conciencia, sus manos sudaban frío pero en una sintió un calor, su vista se posó en esa y la encontró entrelazada con otra, una cabeza se apoyada en su pierna, sus ojos se encontraban borrosos al intentar mirarle fijamente, su intento de verle dormir no se dio y subió su vista a las manos nuevamente, la apartó con un poco de fuerza y la colocó bajo su otra mano, no pensaba que ese movimiento le haría despertar pero no le causó ningún efecto o sorpresa verle abrir sus ojos y seguido verle parándose de repente enfrente de él. El ahora despierto no apartó su vista del pálido que se encontraba recostado y el pálido pudo apenas notar la cara de sorpresa y los ojos cristalizados que se hacía notar en alto.

— J-Jeonghan— Suspiro — ¿Cómo te encuentras?

Sus ojos parecían sin vida, no decía nada, su boca parecía no querer hablar, entonces...Jisoo lo único que pensó es que era producto de la anestesia que le colocó la enfermera por su fuerte dolor de cabeza.

—Quiero irme— Dijo casi en un susurro y olvidando la pregunta del mayor.

—Jeonghan— Tenía que contarle —Estuviste dormido por dos semanas.

—Pero ya estoy despierto—

—Tienes que quedarte un rato, tu cuerpo todavía está delicado, tu...— Jisoo no aguantaba más las ganas de una explicación— tu, te diste una sobredosis, s­-sabes que podías morir, ¿no?—

—Yo...— Apartó la vista— Nunca había tomado alcohol antes—

—Eso es hasta mucho peor Jeonghan— Se quejó el castaño.

DON'T BELIEVE [JIHAN]Where stories live. Discover now