El Primer Episodio

5.5K 562 426
                                    

Así pasaron los años, Louis estaba sólo un año atrasado en la secundaria y Harry ya tenía tres. Su bonito cabello rubio se estaba oscureciendo y sus ojos eran más verdes que nunca. Era el niño más dulce del mundo, siempre dispuesto a conocer gente nueva y nunca causaba problemas.

Entonces ocurrió el primer episodio.

Louis tomaba supresores hormonales, pero necesitaba tener su celo dos veces al año, y Harry no estaba acostumbrado a eso. Louis estaba por tener su celo, lo sintió y corrió a la casa. Era tarde y las niñas estaban dormidas, pero Harry no, ya que siempre esperaba despierto a Louis para irse a dormir (a veces estaba muy cansado, pero usualmente se aguantaba sin problemas).

Louis abrió la puerta, corrió escaleras arriba, y ahí estaba Harry.

- ¡Papi! – dijo el niño, con una sonrisa. Louis sonrió pero su piel estaba caliente, quería desnudarse, quería ser… detente.

- ¡Hola cielo! Papi está ocupado ahora, ¿sabes? ¿Puedes llamar a la abuela? – dijo, quitándose la camisa. Se lavó la cara en el baño y sintió la primera ola muy cerca. – Rayos, ¡¿Mamá?!

Sabía que sus hermanas estaban durmiendo, pero Harry estaba ahí y él necesitaba estar solo en su habitación por unos días y ¿Dónde rayos estaba su madre? Harry también estaba en el baño, siguiéndolo muy de cerca, incluso más cerca de lo normal. El niño agarró su pierna y la estrujó, casi refregándose contra ésta. Louis no tenía tiempo para eso, estaba prácticamente en llamas.

- ¿Papi? – Harry lo miró con grandes y llorosos ojos, no acostumbrado a la ignorancia de su padre. Louis salpicó más agua en su cara, dejándola correr por su pecho.

- Está bien, pequeño. Vamos a buscar a la abuela.

- ¡Abuela! ¡Abuela! – gritó Harry, como si supiera que Jay vendría más rápido si era él quien la llamaba. Louis sonrió ante ello, y Jay ya estaba a su lado.

- Oh Louis, apestas, cariño. ¿Tan pronto? – Louis asintió, sintiendo su ano humedeciéndoce. Harry se acercó y olfateó el aire, abrió los ojos sorprendido y gimoteó. Louis lo miró confundido.

- Papi…- dijo y acarició su muslo con su nariz, acercándose a su trasero y olfateando nuevamente. Louis se estremeció.

- Mamá, por favor cuídalo un rato, necesito mi habitación. - dijo antes de salir corriendo, dejando a Harry.

Casi arrancó sus jeans, desnudándose más rápido que nunca, buscando su consolador escondido en alguna parte. Estaba en su cama, listo para meter el juguete en su más que listo agujero, cuando lo escuchó.

- ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! – Harry estaba llorando afuera, golpeando y pateando la puerta, probablemente rasguñándola también. Suspiró, tratando de calmarse porque Harry lo necesitaba ahora; y otra vez, ¿dónde rayos estaba su madre?

- Bebé, está bien, ve con la abuela…- dijo, tratando de sonar normal y no como un intenso y desesperado desastre. – Ve con ella, por favor…

- ¡Papi! – y su grito era casi histérico.

- ¡¿Mamá?!

- Louis, está rasguñando la puerta. Y a mí, solo dame un segundo. Harry, dulzura… - pero Louis no iba a soportar nada de eso. Harry no iba a salir herido por su culpa. Se puso nuevamente sus calzoncillos ignorando la humedad entre sus nalgas y abrió la puerta. Harry se lanzó y Louis lo sostuvo contra su desnudo, transpirado y sonrojado pecho. Era casi obsceno porque se moría por follarse, pero Harry era más importante. Estaba llorando, rojo, agitado por el esfuerzo y sus uñas estaban rotas, un par de sus dedos sangrando.

- Está bien, papá está bien, ¿lo ves?

- Papi…- Harry olfateó su cuello y lo lamió.- Papi mío…- luego, le mordió sólo un segundo. Louis tembló de pies a cabeza, comenzó a sentirse mareado otra vez por su celo. Harry lo besó, en el punto exacto donde un alfa debería morderlo durante su nudo para hacerle su pareja.

- No, bebé. Papá está aquí y está bien, pero necesito que te vayas con la abuela ahora. Por favor.

- No, papi mío. ¡Tú mío! – exclamó y lo mordió nuevamente, más fuerte. Louis lo estaba pasando mal, goteando profusamente y temblando. Respiró profundamente contra la piel de Harry. Olía tan malditamente bien; Louis se quejó y Harry puso su pequeña mano en su cuello, acariciando suavemente la acalorada piel, mirándolo directo a los ojos.

- ¡¿Mamá?!

- Lo siento, Daisy se despertó y…

- Está bien, tómalo. Yo no puedo… - pero Harry no le soltaba, sus brazos enroscando su cuello con fuerza.

- No. Papi conmigo

- No, bebé. Ahora no puedo. Pronto volveré y te llevaré al parque, el que está lejos de aquí, con el tobogán gigante que amas ¿okay? – asintió con los ojos aguados. Louis lo abrazó.

- Te amo, bebé.- y besó su mejilla, pero Harry agarró su cara y lo besó torpemente en los labios.

- Y yo te amo a ti, papi.

The Dumbest MistakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora