La Horrible Verdad

5K 516 204
                                    

Harry tenía diecisiete cuando Niall y Josh finalmente se emparejaron. Louis estaba absolutamente feliz por Niall, por Josh, pero se sentía tan tan solo.

Harry siempre estaba allí, por supuesto, con sus asombrosos platos y adorables sonrisas y su voz estúpidamente grave, con sus graciosas historias que tardaban mucho en terminar o perdían sentido en la mitad, con sus grandes manos y amables caricias incluso si Louis trataba de evitarlas. Él estaba allí, algo constante que ahora Louis temía perder. Él estaba mal, tan mal como Harry.

Solían estar bien, hablando normalmente, pero si Harry se acercaba demasiado, rodeaba a Louis con sus brazos y lo besaba en la mejilla, y el omega se sentía atrapado y quería escapar. Una noche lo hizo. Salió, manejó hasta la ciudad vecina tratando de calmarse y dejar de sentir ese cosquilleo causado por tibios brazos y dulces besos, y entró al primer club abierto que vio. No estaba usando neutralizadores, necesitaba conseguir algo de acción, a cualquiera que lo hiciera detener lo que fuese que tenía con Harry.

Estaba bailando, o algo parecido con un hombre grande, alfa por supuesto, tratando de olvidar. Pero él estaba allí. Harry estaba allí, su cara pálida y sus ojos verdes lo miraban fijo. Louis sintió nauseas y se alejó de su acompañante.

- Nos vamos a casa, Louis. – lo oyó decir.

- ¿Cómo llegaste hasta aquí?

- Conduciendo la motocicleta de Zayn.

- ¡¿Que hiciste qué?!

- Ya me oíste. Vamos, va a venir a buscar esa cosa horrible dentro de una hora.

- No. Tú vete, yo me quedo y…

- ¿A cojer con Señor Músculos? No, tú te vienes a casa conmigo.

- No. Esto es… es enfermizo, Harry. Tú eres mi hijo, no te verás a ti mismo como tal pero lo eres, maldición. Te tuve en mi vientre por nueve meses, te crié y…

- No me importa. No puedo cambiar lo que siento por ti. Lo intenté, créeme, pero nada funciona.

- No has intentado lo suficiente. – Harry lo miró y aferró su cara con una explosión de fuerza.
- No tienes ni puta idea lo que he hecho para escapar de esto, Louis. ¿Recuerdas las píldoras? Volví a probarlas, fui a terapia, dejé que me inyectaran cosas, probé con otras drogas que no funcionaron. Traté de salir, tener sexo, ¡Lo probé todo! Nada funcionó. Todo lo que tengo al final del día eres tú. Y te necesito, te quiero y no puedo… escapar de esto. - Harry estaba temblando, Louis llorando. No estaba listo para escuchar esas cosas. Todo estaba tan arruinado.

- No llores.

- Te amo Harry, tú eres mi bebé. Tú eres mi bebé y mira lo que te hice…

- Nunca me has dicho quién es mi padre. – Louis dejó de hablar. Harry nunca le había preguntado sobre él, por lo que Louis nunca le contó.

- No lo sé.

- ¡¿Qué?!

- No lo sé. Tenía una mano sobre mis ojos durante el acto y se fue sin decir una palabra o un gemido o algo, nunca lo vi ni oí y no puedo recordar su olor.

- ¡¿Cómo es posible?! ¿Lo dejaste follarte y …? – Louis lo abofeteó.

- Él me violó, Harry. Yo tenía trece; no estaba buscando tener hijos. Pensé que podrías hacerte la idea, ya que soy tan joven y te tuve a ti. – la boca de Harry estaba abierta en una perfecta “O”. Estaba quieto, como ido.

- Él… ¿Él te violó? ¡¿Ese hijo de puta?! – Louis recordó las palabras de Liam y su corazón dolió por la ausencia de su amigo, pero Harry era más importante en ese momento. – Fuiste violado. ¡¿Y me conservaste?! ¡¿Y me amas?! Cómo… y yo… yo soy igual a él, ¿no es cierto? No me parezco a ti, así que debo ser igual a él. Oh Dios.

- Harry. Cálmate, Harry. Mírame..

- No puedo. Soy como él. Y pasé mi toda mi vida haciendo la tuya miserable. Soy… soy la peor cosa que te pudo haber pasado. Debería estar muerto, debería… Oh Dios, me tengo que ir.

- ¡No! ¡Detente! Oye…

- ¿Quisiste dehacerte de mí?

- ¿Qué?

- ¡Contéstame!

- Al principio, yo…

- ¡¿Un aborto?!

- ¡No! No podíamos…

- Pagarlo. De acuerdo. Entonces, adopción. – Louis no dijo nada.

- Mierda. Debo irme.

- ¡No! ¡Harry! – pero era muy tarde. Harry estaba en la motocicleta, alejándose más rápido de lo que era seguro y muy muy lejos. Louis trató de seguirlo, pero no lo pudo encontrar.
Harry volvió a casa al día siguiente.

- Me detendré. – fue lo primero que dijo. Louis frunció el seño.

- ¿Qué es lo que…?

- Con todo el rollo acosador. Te dejaré encontrar un compañero. Yo también buscaré a alguien. Realmente lamento todo esto. Sólo no… no me odies, ¿si? Puedo vivir con…- pero Louis lo abrazó con desesperación, besando su pelo y sonriendo con alivio. Nunca se había sentido tan perdido, triste y preocupado como la noche anterior.

- Lo digo en serio, me detendré pero no me odies. Sé que soy una persona horrible, que deberías odiarme y …

- Cállate. Te amo, Harry, más que a nada en todo el mundo. Te amo y eres el mejor niño en la historia.- Harry se aferró a él y Louis sintió su corazón latir con más velocidad.

- Yo también te amo. – pero Harry lo decía de una forma distinta. – Pero por favor, solo por esta noche y nunca más, puedo… ¿Puedo dormir contigo? Sólo dormir, lo prometo. – Louis lo miró, y vio un vago reflejo de su Harry. Este Harry estaba triste, derrotado y vacío. Una última vez no podía lastimar.

- Sí, una última vez. – se fueron a la cama y se acurrucaron juntos. Louis tembló ante la forma en que encajaban, Harry cubriéndolo, haciéndolo sentir seguro. Ocultó su cabeza en sus rulos, olfateando y tratando de calmar su corazón, sintiendo sus lágrimas mojar su propio pelo.

Estaban tan arruinado.

- Yo solo… sabes que incluso si me emparejo con alguien, siempre, siempre te amaré. Siempre te querré. Para siempre.

The Dumbest MistakeWhere stories live. Discover now