Capítulo 9

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El silencio reinó en la casa hasta que un cuerpo acostado en el sofá se removió. Jungkook sintió como sus hombros pesaban y su nuca dolía.

- Aigoo.- Murmuró sentándose debidamente mientras bostezaba y se encargaba de masajear la parte dolida. Se rascó los ojos sintiéndose medio mareado, estos le picaban y bastó con mirar a las escaleras para recordar la razón por la cual sus ojos ardían y sus músculos dolían por haber dormido en un angosto y duro sofá.

Bajó su cabeza mientras suspiraba pesadamente. No sabia que hacer realmente, se culpaba por el estado en que había quedado el chico que dormía en la segunda planta tranquilamente.

Se paró mientras revolvía sus mechones color castaño con la mano derecha. No culpaba a Taehyung porque sabía en su interior, por mas costoso que le fuese aceptar eso, que se había merecido. Haberlo tratado con desprecio y arrogancia justo bajo el techo ajeno hacia con que el mayor tuviese derecho de haberlo lastimado con sus palabras.

Jungkook no quería pensar en eso entonces solo se dirigió a los peldaños de madera que llevaban a la segunda planta y empezó a emprender su camino hacia la habitación que, hasta la otra noche, dividía con Taehyung. Necesitaba lavarse y cambiarse, los otros despertarían enseguida.

Metió su cabeza por la brecha que había entre la puerta y el marco de esta y logró oír los suaves y bajos roncos de Taehyung. Agradeció en su interior que este tuviera un sueño bastante pesado y a pasos extremadamente cuidadosos se dirigió al baño de la habitación tratando de hacer el menor ruido posible. Cerró la puerta con cuidado y suspiró cuando su cuerpo cayó sentado en la tapa del wáter, logró no despertar a Taehyung.

Se desnudó tranquilamente y se metió a la ducha cerrando sus ojos placenteramente al sentir el agua caliente topar con su cuerpo dolorido. Se sentó en uno de los extremos de la bañera y su mirada posó en el bote de shampoo que pertenecía a Taehyung. Jungkook tomó el pequeño frasco color blanco en manos y lo derramó en sus dedos, el olor que topó con sus narices fue el mismo que sintió cada vez que Taehyung pasaba por el, cuando se le acercaba o intentaba abrazarlo.

Suspiro mientras hundió las puntas de sus dedos en el cabello húmedo mezclado a espuma blanca. Fueron tantas cosas que Taehyung intentó y siempre había contestado de la misma manera.

Dejó de hacer los movimientos circulares que hacía en su cabello y sus manos escurrieron hasta colgar de los hombros. No podía. Por más que quisiera, no podía tener algo o intentar ceder un poco a Taehyung, no era el miedo de que Taehyung fuese a querer descontrolarse cuando este cediese sino que el mismo temía no poder controlarse si dejaba que esa muralla que había interpuesto entre el y el mayor se viniera abajo. Quizá no era necesario del todo control con Taehyung porque Jungkook sabía muy bien que el moreno se aguentava las ganas cuando se trataba de el, pero había alguien, un alguien que Jungkook sabía muy bien era el porque de su comportamiento con Taehyung y la barrera interpuesta por el menor.

Abrió la regadera y cerró sus ojos mientras sentía el agua misturada al shampoo escurrir por su cara. Era un problema sin solución, contó mentalmente los días que faltaban para marchar y terminar con todo esto pero esto lo hizo engullir seco al percatarse que ya era el sexto día.

Seis días desde que vio por primera vez a Taehyung, seis días que venía tratándolo de la peor forma, seis días intentando con todas sus fuerzas mantener la postura cuando el mayor intentaba algo, jamás el tiempo había pasado tan rápido para Jungkook.

Mentalizó y abrió los ojos cuando terminó sus cálculos mentales. Ocho días. Era eso lo que sobraba de tiempo junto a Taehyung para después, probablemente, jamás volver a verlo. Aunque la idea lo hizo estremecer, sonrió.

El Hijo De La Amiga De Mamá ✿ Vkook / Taekook || BTS  (EN EDICIÓN)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt