Capítulo 20

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- Espera...- Jungkook sostuvo la mano de Taehyung impidiéndole de seguir su camino. Taehyung miró hacia atrás a ver que había ocurrido.- Mira.- Jungkook señaló a una joyería a unos metros distante de ellos. Taehyung se giró a verlo con una sonrisa.

- ¿Quieres que vayamos a mirar?- Jungkook asintió.

Los dos jóvenes se encaminaron hacia la joyería cargando con las bolsas de compras que habían hecho hasta ese entonces. 

Después de mucho pensar aquella tarde terminaron por ir al centro comercial mas cercano a pasear y comprar algo, según Jihee, de recuerdo; aunque a Jungkook le pareció ridícula la propuesta de esta, no es como si hubieran salido de Corea, jamás pensó en rehusarse. Lo que más quería era dejar un poco aquella casa y salir a respirar un poco de aire fresco, aunque eso no hiciera parte de sus hobbies. En algún momento pensó que eso podría cambiar,  por supuesto, desde que fuera con su hyung.

- Vaya, son tantas...- Taehyung murmuró maravillado. El lugar era tan bonito que lo fascinaba.

Las opacas luces amarillas que provenían de hermosos candelabros de bronce colgantes no le daban mucha iluminación al cubículo pero tornaban el lugar misterio y con marcas de antigüedad, terciopelo rojo vino revestia piso y paredes -apesar de ser escandaloso- lo hacía lucir bonito porque todo encajaba perfectamente. El brillo que emanaba de las joyas era magnífico y refletia en los ojos de cada uno.- Jungkook, no creo que tenga dinero para... ¿Jungkook?- Taehyung alzó la mirada y observó a su alrededor, perdía a Jungkook por, tal vez, sexta vez esa tarde.- Jungkook...- A pasos lentos empezó a retroceder mientras su corazón se aceleraba con el pensamiento de haber perdido al menor.

- Hyung, mira esto.

- ¡Por Dios, Jungkook!- Taehyung se llevó la mano al corazón. Su respiración se agitó repentinamente a causa del susto. Miró enfadado al menor.

Jungkook rió despacio mientras lo observaba.

- Lo siento. No tenía intenciones de asustarte. Mira esto.- Jungkook lo jaló hasta estar de frente a una vitrina que guardaba varios collares de parejas.

Un señor de mediana edad surgió frente a ellos con una sonrisa escondida tras la barba, blanquecina en su mayor parte.

- ¿Puedo ayudarles con algo?- Ofreció observando detenidamente a los dos jóvenes que tenia en frente.

- ¿Puedo verlo?- Jungkook apuntó a un collar discreto, escondido tras todos los otros. La corriente que lo soportaba era plateada y su colgante se trataba de una diminuta piedra color blanco, partida al medio, la otra mitad de la piedra colgaba del otro collar.

- Por supuesto.- El señor enseguida lo sacó de su puesto y lo puso entre las manos de Jungkook.

- Tan bonita.- Jungkook parecía maravillado mientras elevaba las dos partes en el aire para observar el movimento que hacían. Taehyung miró fascinado a Jungkook y la sonrisa que llevaba, parecía realmente feliz. Su corazón volvía a acelerarse aunque, claro, por razones completamente diferentes.

- ¿Se puede saber por qué está quebrada de manera tan grotesca?- Taehyung soltó cuando se detuvo a observar las pequeñas partes separadas. Jungkook golpeó con su codo el estomago de Taehyung antes de reprender al mayor con la mirada.

- No seas insensible.- Murmuró entre dientes.

- A decir verdad, es una buena pregunta. Estaba esperando que alguno de los dos la hiciera.- El viejo hombre comenzó con una gran sonrisa.- El significado que acompaña la pequeña piedra es extremadamente antiguo. Se cuenta que miles de años atrás una princesa y un soldado se enamoraron.- Jungkook y Taehyung fijaron su atención hacia la historia que empezaba a a ser contada.- Se encontraban a escondidas cuando podían hasta el día que la princesa se enteró que su querido soldado marcharía a la guerra junto a los otros. Terriblemente apenada por la inseguridad del futuro de su amor una noche entró a la habitación de las riquezas reales  y robó de allí "El Collar De Los Amantes". Una noche antes de la partida se encontraron y ella le entregó el collar, pero el guerrero no se conformó y quebró la piedra entregándole una de las mitades a la joven. No le veía sentido que algo que fue criado para dos personas sólo quedase con una.- Jungkook y Taehyung escuchaban todo atentamente.- La princesa no entendía que pasaba y él dijo que quería que algo siguiese uniendo a ambos. Alegó regresar por la otra mitad que seguía con ella cuando la guerra terminase. Ese sería su motivo para regresar con vida.- El señor detuvo su narrativa con un suspiro triste.

- Jamás regreso ¿verdad?- Jungkook cuestionó tomado por la tristeza.

- No. Meses después llegó a la mano de la princesa tan solo la armadura de combate de su soldado. En medio a sus pertenencias encontró una carta de despedida y dentro de ella, el collar. La princesa no aguantó tanta tristeza y cierto día tomó veneno y lo depositó en su vino. Antes de su último aliento de vida lo último que vio fue algo brillar por entre sus dedos, abrió su mano y las mitades del collar se habían juntado y fulminaban una luz capaz de cegar. Se dice que la princesa murió de amor y que la pareja había depositado tantos sentimientos en el pequeño collar que este había cobrado vida.

- ¿Por qué la luz?- Taehyung no entendía.

- Cuentan que desde un inicio, si se hubiesen vuelto a ver, ambos con vida, iba a brillar de la misma forma, sin embargo, no sucedió. Se encendió aquella vez porque estaban cerca de encontrarse nuevamente, en la eternidad.

Jungkook permaneció en silencio tomado por la melancolía.

- Junta las dos partes, hijo.- Jungkook levantó la cabeza sin entender pero aun así pegó una parte a la otra. La pequeña piedra blanca se encendió y brilló internamente.- Los ojos de Taehyung se abrieron como platos.- La pareja que lo use puede que llegue a separarse alguna vez pero siempre acabará encontrándose. Una vez que los dos lo usen, están destinados a estar juntos hasta la eternidad, así como la princesa y el guerrero.

Los dos jóvenes permanecieron en silencio. Jungkook observó el precio en la vitrina que antes estaba el collar y tragó seco. Devolvió el collar a las manos del señor con una sonrisa que no logró ser sincera. Taehyung lo miró confundido, pensó por un instante que a Jungkook le había agradado.

- Es una bonita historia pero me temo que no podré llevarlo.- Jungkook le ofreció una sonrisa al señor.- Tal vez la próxima.- El viejo hombre lo observó por algunos segundos antes de devolverle la sonrisa y asentir.- Gracias por su tiempo.

- No hay de qué, jovencitos. Que tengan un buen día.- Dijo antes de retirarse con una sonrisa.

Jungkook sacó a Taehyung del lugar por la muñeca. Lo arrastró hasta que estuvieron lo suficiente lejos de la joyería.

- ¿Qué te pasa, Jungkook? Creí que querías llevártelo.- Taehyung no entendía el comportamiento del menor.

- Ya no más.

- ¿Qué? ¡¿Por qué?!

- Tengo hambre, vamos a comer.- Jungkook cortó. Taehyung lo observó por algunos segundos y entonces fue como si una lámpara se encendiera en su cabeza.

- No traes dinero ¿verdad?- Cuestionó. Jungkook evitó mirarlo.

- ¡¿Qué?! ¿Qué tonterías dices? Por supuesto que sí... Vayamos a comer de una vez por todas.

- Busca un lugar onde comer. Voy al baño, ya te alcanzó.- Terminó de hablar y salió corriendo dejando aturdido a Jungkook.

- ¿Que? ¡Regresa aquí, idiota! ¡Yo...! ¡Mierda!- Taehyung ya había salido de su campo de visión dejando a sus pies todas las bolsas de compras. Pateó el aire y salio murmurando maldiciones mientras intentaba cargar con todo. Ya se le había arruinado el día.

O al menos eso creía.





















(1/2)

- Sólo porque se lo merecen, bebxs -

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Os quiero :')

El Hijo De La Amiga De Mamá ✿ Vkook / Taekook || BTS  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora