No. 9 || And I told you to be Kind

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Jason tenía doce años.

Hace unos días su profesora, la señorita Vicki, había llamado a la mansión para pedir una reunión con los tutores del menor. Aparentemente, el joven Todd había estado mostrando ciertos inconvenientes con su comportamiento. Bruce respiró profundo diez veces al escuchar lo que su hijo hacía en el salón de clases.

–¡El ventilador estaba mal puesto, yo no lo tiré!

Bruce tomó aire y cerró los ojos un instante. Era por eso que Dick se encargaba de atender este tipo de situaciones.

–Pagaremos por el ventilador... y todos los demás daños a la propiedad que Jason ha causado–  le aseguró a la profesora, al tiempo que sacaba la chequera del bolsillo de su abrigo.

La profesora no respondió al ofrecimiento, solo se removió incómoda en su lugar.

–Esto... Jason ¿Puedes ir a la sala de profesores? –preguntó dulce al joven– Dile a la maestra Antonia que te preste la libreta de donaciones, por favor –la voz de la señorita Vicki siempre le había agradado a Jason. Era amable, genuina.

Todd asintió.

–Claro –salió del salón y comenzó a correr por el pasillo.

La profesora esperó unos segundos para que Jason se alejara lo suficiente, entonces, se giró hacia Bruce. Él no le parecía una mala persona, pero sí un padre con mucho qué perfeccionar.

–Es extraño verlo por aquí –comentó, alegre.

–¿Usted piensa? –Bruce no levantó la mirada de los cheques que estaba firmando. Su voz era fría, su porte intimidante.

–Sí –respondió la maestra Vicki, sin inmutarse–. Normalmente, es su hijo mayor el que viene a esta clase de reuniones. Richard, me parece, un jovencito bastante agradable.

–Suele estar menos ocupado que yo –asintió Bruce con sencillez. Terminó de firmar el último donativo y arrancó las pequeñas hojas verdes para extendérselas a la profesora–. Aquí está el pago por los daños y el costo aproximado de las reparaciones.

–Oh.

La mujer se quedó mirando el dinero un instante, antes de tomarlo. Observó cómo Bruce guardaba sus cosas de nuevo en el abrigo y trató de convencerse de que esto era suficiente, pero no lo era. No era suficiente en lo absoluto. Apretó sus delicadas manos en puño, tratando de reunir un poco de valor y suspiró.

–Señor Wayne –le llamó. Bruce levantó la mirada–... yo... yo de verdad pienso que esto no basta.

Bruce escrutó a la joven maestra un segundo. Sus desordenados cabellos zanahoria parecían rebotar con lo agitado de su respiración. Acomodaba sus anteojos de manera compulsiva, mientras intentaba sostenerle la mirada.

"No es una mala persona" dictaminó Bruce "Ingenua, sí, pero no mala".

–Entiendo –Bruce asintió galante–. Jamás esperé librar a mi hijo del castigo con el dinero, no soy esa clase de padre.

–No-no me...

–Por favor –le detuvo Bruce, levantando elegante su mano–, siéntase libre de poner a Jason en detención el tiempo que crea necesario. Por otro lado, le daré el teléfono de la oficina para–

–Señor Wayne –la profesora Vicki interrumpió. Sus nervios se habían ido, ahora solo parecía... triste–. Yo no creo que lo que Jason necesite sea más atención, no por parte de la escuela –habló con cautela. Sus palabras eran cuidadosas, pero el mensaje era claro.

Hubo un silencio sepulcral en el aula luego de aquello fuera dicho. Entonces, Bruce cruzó los brazos sobre su pecho, y alzó el mentón hacia la profesora Vicki.

–¿Está insinuando que debo poner más atención a mi hijo? –inquirió–. Porque debo informarle que, así como está, el sistema de educación que tengo ha funcionado bastante bien en mi familia.

La profesora desvió la mirada, buscando las palabras para no estropearlo.

–No lo dudo –habló suavemente–. He conocido a su hijo mayor, puedo ver que es un hombre bueno e independiente. Y sé que gran parte del mérito es suyo, Señor Wayne, pero... no todos los niños son iguales. Puede que Jason necesite algo diferente, algo un poco más... cálido.

Los ojos marrones de la señorita Vicki se posaron entonces sobre los de Bruce. El mayor de los Wayne se quedó callado, las palabras de la profesora parecían estar en un dialecto extraño para él. Quiso preguntar algo más, quizás incluso hablaría en un tono menos arrogante, sin embargo, Jason llegó.

–La profesora Antonia no estaba –jadeó Jason por la correteada–, pero tomé el cuaderno del cajón –le entregó el útil escolar a la maestra Vicki y se acomodó de pie a un lado de Bruce.

–Muchas gracias, Jason... aguarda –recordó, mientras cogía el cuaderno– Ese cajón... ¿No tiene candado?

Jason abrió la boca un par de veces, como un pez, mientras desviaba la mirada llevando ambas manos a sus bolsillos.

–Pues... ¿Nou? – "No uno muy bueno".

Bruce cerró los ojos, llevando ambos dedos al puente de su nariz, al tiempo que suspiraba resignado. La profesora Vicki soltó una risita, dejando pasar el asunto. Ella sabía que Jason no era un ladrón.

–Muy bien –dijo, mientras se levantaba de su asiento para llevar el cuaderno al escritorio–, anotaré las donaciones entonces, Señor Wayne. Si gusta, ya pueden retirase.

Bruce asintió, poniéndose de pie con la vista fija en ella. Jason se removió incómodo en su lugar.

–Profesora –le llamó. La maestra se giró hacia él. Bruce observó sorprendido a su hijo, mientras hablaba–... lamento lo del ventilador –musitó Jason con la vista fija en el suelo–... y también lo de la ventana... y el casillero... y el zapato de Trisha, y...

–Entiendo –sonrió la profesora. Su mirada de chocolate estaba posada en ambos, padre e hijo–, sé que desde ahora te esforzarás en ser mejor.

Jason asintió. Bruce hizo lo mismo. 

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Gracias a todo los que han leído, y a los que han comentado, y a los que han votado ¡Gracias por hacerme tan feliz! 

Escribo esta historia por satisfacción propia, pero también porque quiero que otras personas puedan disfrutar al leerla. Si alguien quiere pedir un cap o tiene una idea, siempre pueden hacerlo. Me disculpo por los posibles errores en la redacción  la ortografía, trato de editar lo mejor posible los capítulos, pero no soy tan buena. Cualquier crítica es bien aceptada, me gustaría poder mejorar mi redacción, así que ¡Adelante con los conejos! 

Este cap no ha sido mi mejor tiro, pero es algo un poco más light porque se viene en el siguiente la continuación del capitulo 7 "Tell me where the Good Man go". 

¡Gracias por leer, tengan bonito día! 

Batfamily One Shots || Son AdoptadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora