Batfamily One Shots || Son Adoptados

No. 13 || Had another Talk about what is Going Wrong

Jason abrió la puerta del bar de una patada.

–¿Y bien, Harrison? –llamó al cantinero– ¿En dónde está el imbécil de mi hermano?

El hombre grande de bigotes rubios señaló al fondo del lugar. Jason agudizó la vista para ver a un chico riendo a carcajadas en el centro de una bola de olorosos borrachos. Soltó un suspiro cansado y se dirigió hacia donde estaban ellos.

–Dick –dijo, al tiempo que se plantaba al frente de la mesa en la que se encontraba su hermano, ebrio como una cuba.

Dick levantó la mirada y sonrió.

–¡Jay! –exclamó felizmente– ¡Me da mucho hip gusto verte hip!

Jason le miró con cara de circunstancias.

–Maldita sea, Grayson ¿Es que no tienes nada de tolerancia al alcohol? –inquirió. Dick comenzó a mandarle besitos de boca de pez. Jason arqueó una ceja–. Aparentemente, no.

–Hey, hey, primor ¿Qué tal si me das uno de esos? –el ebrio que estaba en el otro extremo del grupito exclamó, al tiempo que se acercaba a su hermano con intención de recibir un beso.

Jason esperó el momento en que Dick le mandara al infierno con alguna frase estúpida de las suyas, pero ese momento nunca llegó. En su lugar, las mejillas del joven Grayson se tornaron rojas, al tiempo que ocultaba la mirada en su hombro como toda una colegiala. Una horda de risas y ruidos de celebración estallaron en el séquito.

Jay arrugó el ceño.

–¿Qué hay de mí, encanto? –el tipo que estaba justo a un lado de Dick, preguntó. Ese hombre no parecía ebrio como todos los demás, colocó una mano en la parte posterior del muslo de Dick, demasiado arriba para el gusto de Jason.

Dick jadeó, pero no pareció resistirse. Entonces, Jay notó que las mejillas de su hermano estaban rojas de verdad y sus ojos azules acuosos. El hombre acercó un tarro de cerveza a el muchacho para que bebiera.

–Aguarden –musitó Jason, entrecerrando los ojos–, esa mierda no es alcohol.

El hombre se aproximó más a Dick. Dentro de su propia mente, Richard quería gritar, ese sujeto le aterraba, quería darle un golpe y salir corriendo a esconderse en la habitación de Bruce y esperar a que este llegara para colgarse como una garrapata él, pero no podía. Su cuerpo se sentía débil, flojo y... caliente.

El sujeto apretó el agarre en su pierna, Dick gimió y cerró los ojos porque de verdad no deseaba ver lo que estaba a punto de ocurrir con él, pero un fuerte estruendo hizo que los abriera de nuevo.

–Quita tus jodidas manos de mi hermano, imbécil –no está muy seguro de en qué momento, Jason tomó al sujeto del cuello de la camisa y le levantó bruscamente hasta tenerlo cara a cara. Su expresión era una amenaza por sí sola, mientras su arma apuntando al vientre el borracho era una amenaza de verdad.

–¡Oye, tú! ¿Qué te crees, niño bonito? –uno de los ebrios presentes le gritó a Jason.

Jay le miró de reojo un instante, antes de arrojar al tipo al que estaba cargando contra la mesa de un solo movimiento de muñeca. Se giró sobre sus talones hacia el otro tipo que gritó y le miró con muerte en los ojos.

–¿Quieres decir algo? –preguntó, tronando sus nudillos contra la culata de su pistola.

El sujeto tragó y negó frenético con la cabeza.

–Bien –dijo Jason y tomó un tarro de cerveza de una de las mesas para darle un largo trago. El imbécil de Grayson lo pagaría por esto.

Y hablando de él.