C11: Valentina

74 5 3
                                    

Valentina

— ¿Michael ya volvió? — dijo Karol.

No le tomé importancia y salí corriendo de la habitación para ir a encontrarme con el amor de mi vida.

— ¡Oye! — me toma del
brazo — ¿Crees que voy a dejar que lo veas? ¡No seas tonta, se lo diré todo!

— ¡Suéltame! — me safo de su agarre y salgo de la casa.

— ¿¡A dónde vas!?

— ¡Maldición déjame en paz!

— ¡La que va a ir con Michael soy yo, no tú!

— ¡Suéltame! ¡Déjame!

— ¡Voy a decirle todo! ¡Le contaré todo! — me toma de los brazos y me hace caer al césped.

Sus manos jalan con fuerza mis cabellos, yo no me quedo atrás, ya que hago lo mismo pero con más fuerza.

— ¡No vas a ir! ¡Eso lo juro!

— ¡Déjame ir!

— ¡Voy a ir yo! ¡No vas hablar con él!

Derrepente toma mi medallita y me la arranca con fuerza del cuello para lanzarla quién sabe dónde. Por suerte no la lanzó tan lejos, ya que la podía ver a un lado mío. Intentaba alcanzarla pero Karol me lo impedía. De un momento a otro, siento que me la sacan de encima, al parecer Agustín lo hizo. No le tome importancia, tomé mi medallita y comienzo a correr con todas mis fuerzas, rumbo al aeropuerto.

— ¡¡Valentina!! — oigo gritar a Agustín.

Yo solo corría con todas mis fuerzas, mientras lágrimas no paraban de caer de mis ojos.

— ¡¡Valu!! — volví a escuchar mi nombre. Al parecer Agus me está siguiendo.

Paro un taxi y me subo rápidamente.

— ¡Rápido! Al aeropuerto
central — le digo al chofer.

Saco de mi bolsillo, la foto dónde nos encontrábamos Mike y yo cuando éramos niños.
No te imaginas las ganas que tengo de verte, de estar a tu lado porque sé que si lo estoy, me sentiré protegida. Te amo tanto Michael Ronda.

Luego de unos minutos, los cuales fueron años para mí, al fin había llegado al aeropuerto. Le doy el dinero al chofer y bajo rápidamente.

Mi corazón se detuvo y mis ojos comenzaron a derramar más lágrimas cuando ví a un chavo que se encontraba mirando hacia donde yo estaba.

¿Acaso es Mike?
¡Sí! ¡Es mi Mike!

Agité los brazos para saludarlo, él me sonríe. ¡Dios! Aún tiene esa magia de que me sienta derretir cuando apenas sonríe. Sin duda alguna su sonrisa no ha cambiado para nada, sigue siendo perfecta, dulce, contagiosa y tierna a la vez.

— ¡Mike! ¡Ya vine! — grito con todas mis fuerzas.

— ¿Valu? — lo oigo gritar y yo solo asiento con la cabeza — ¡¡Valu!! — grita nuevamente con una sonrisa para luego salir corriendo hacia mí.

Yo hice lo mismo. Salí corriendo con todas mis fuerzas para poder llegar a él.
No se imaginan cuántas ganas tengo de abrazarlo para nunca más dejarlo ir. Lo extrañaba un montón. ¡Lo amo un montón! Quiero gritarle a los cuatro vientos que lo amo más que a mi propia vida. Que es el amor de mi vida. Que quiero pasar el resto de mi vida a su...

Derrepente todo se volvió negro.

🖤

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora