C39: Mi lugar favorito

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Narrando escritora

— Bonita — le acaricia los cachetes con las yemas de sus dedos — mi bonita...¿Eres mi bonita, verdad? — la rubia asiente con una sonrisa, mientras las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos — mi bonita.

— Mi bonito — responde ella tratando de que su voz no se quebrara.

— ¡Mi bonita!

— ¡Mi bonito!

— ¡Mi bonita!

— ¡Mi bonito!

Comienzan a gritar ambos como un par de locos. Ambos estan realmente felices, la felicidad abundaba profundamente sus cuerpos, querían gritarlo a los cuatro vientos, querían que todo el mundo sepa lo felices que son, querían que sepan que la felicidad volvió a renacer en ellos.

Michael la toma de la mano y juntos se encontraban corriendo por la playa, mientras el aire frío de la noche chocaba con fuerza sus rostros.

— ¡Valentina! — grita muy fuerte el castaño.

— ¡Michael! — repite la acción la rubia.

— ¡Valentina! ¡Soy realmente feliz! — dejan de correr y él la mira profundamente, extrañaba tanto la conección que hacía con aquéllos ojitos azules que tanto ama — te dije que te encontraría — le sonríe para luego apegarla a su cuerpo — y quiero que entiendas bien esto — aparta un pequeño mechón rubio que cubría su rostro — nunca, jamás dejaré que te apartes de mi lado — Valentina sintió ganas de llorar nuevamente — te perdí una vez y no pienso hacerlo dos veces — no espera respuesta y decide abrazarla fuertemente, fué ahí que la rubia dejó caer una lágrima de su ojo derecho.
Se separan del abrazo y el castaño le sonríe. Vuelve a juntar sus manos para comenzar a dar vueltas. Escuchar la risa de Valentina, su música preferida de Michael. El castaño se encontraba perdido mirándola, mientras ella reía de la felicidad, entonces decide hacer algo. La empuja suavemente, lo cuál hace que la rubia caiga en la arena fresca de la playa.

— ¡Mike! — le reprocha tratando de hacerse la molesta, el castaño solo le sonríe para luego acercarse a ella y ayudarla a levantarse.

— Perdón bonita — le quita la arena que se había metido en sus hermosos cabellos rubios — pero...— la mira — lo tendré que hacer nuevamente.

La rubia iba a responderle pero fué muy tarde porque ya se encontraba sentada en la arena nuevamente.

— ¡Eres un tonto! — le vuelve a reprochar.

Sin darse cuenta, ambos ya habían vivido esa situación cuando eran pequeños.

— ¿Qué dijiste? — se hace el ofendido Michael.

— Qué eres un tonto — se lo repite — ahora ayúdame a levantarme.

— Pues fíjate que no lo haré.

— ¿Qué dijiste?

— Que no lo haré.

Valentina desvía la mirada, intentaba molestarse con él pero sabía muy bien que eso jamás pasaría.

— ¿Estás molesta? — Michael se acerca lentamente a ella — oye — trataba de captar su atención nuevamente pero la rubia no cedía — bonita — la toma del mentón y gira su cabeza para así conectar miradas. Le sonríe y Valentina no se pudo resistir a eso, sabe muy bien que con una sonrisa de él basta para que ceda o acepte cualquier cosa. Nunca se resistiría a la sonrisa del amor de su vida, así que la rubia respondió también con una sonrisa — sonríe así siempre bonita — le susurra con dulzura.

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora