3 Hablando Con El Orgulloso

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— ¿Que sucede? pareces preocupada — dijo mirándome extrañada, yo le muestro el papel y ella asiente con una cara de "te moriste" y yo le miro con una cara de "ya lo sé".

— Te lo dije — dije imitando la voz de mi hermana.

— ¿Dijiste que? - me mira confundida.

— Que no le caigo bien a ese tipo — ella asiente, suerte que no sigue mas pensando que le gusto.

Ella vuelve a mirar el papel y me mira con una sonrisa pícara.

— ¿Le mirabas con deseo?

La miré indignada, ¿como ella piensa esas locuras?

— Caro que no, tampoco es Harry Styles para que le mire así. Él es un egocéntrico.

— Lo que digas amiga, pero parecía que si lo mirabas con segundas intenciones - dijo encongiendose de hombros. Le iba a responder pero el profesor llegó y empezó la clase, la aburrida e interminable clase.

Luego de una eternidad, terminó esta clase y por el amor de Santa Catalina es el descanso. Estoy tan feliz de que finalmente haya terminado historia, pero aun seguíamos dentro de la clase porque no hace ni quince segundos sonó el timbre y la mayoría se fue volando de aquí, haría lo mismo si no fuese tan floja.

— ¿Podrías llevar mis cosas a mi loocker — Brenda sonríe inocente y yo le miré  con una cara de "que me darás en cambio" — te compro la comida.

— Pasame las cosas — dije rápidamente, ella sonrió y yo agarré sus libros.

— Gracias, eres la mejor — dijo abrazándome.

— Lo sé — salimos de la clase, ella se fue a la izquierda, rumbo a la cafetería y yo a la derecha, rumbo a los loockers, que por suerte los nuestros es uno al lado del otro.

Abrí primero mi loocker y puse tosas mis cosas, luego el de ella. Su contraseña para todo es 181818,  ya que ella quiere tener esa edad porque ahí sus padres le darán una casa para ella sola, aunque dudo mucho que lo hagan. Puse sus cosas, lo cerré y camine mirando los stickers que había en su casillero, ¿como lo puso en tan poco tiempo? Mientras pensaba en como decorar el mío, me choqué con algo y me caigo de culo, mierda.

— Lo siento — dije ayudándo a la persona a agarrar sus libros que se habían caído.

— ¿Otra vez Dlug? Creo que te gusta meterte en problemas — dijo con una voz burlona, esa voz la conozco. Es el enojon.

— Deberías agradecerme, te estoy ayudando — dije con poca paciencia, lo último que quería este año es tener que soportar un chico creido.

— Si mi memoria no me falla, nunca te pedí ayuda — dijo el muy orgulloso.

— Enojon y orgulloso, woh — dije con una sonrisa y voz falsa.

— Yo soy el dueño de este lugar y no puedo rebajarme a esto — dijo señalándome con una mano ya que la otra atajaba los libros.

— Pff ¿dueño? como sueñas alto ¿eh? — dije levantándome ya que estaba de rodillas y él ya estaba en pie.

— Si, yo soy el dueño y tienes el honor de hablar con él, tu deberías agradecerme — me guiña un ojo.

— Claro, gracias por hablar conmigo rey de Roma — dije tocando su hombro — y no te rebajarais por ser educado, por lo contrario, serias admirado — puse la mano que tenia en su hombro en mi cintura y la otra atajaba sus libros que había recojido.

— Primero, no me toques — limpió la parte donde le toque y yo rodé los ojos  — segundo, soy mas especial que el rey de Roma — yo sonreí de oreja a oreja, como se cree este chavo — y tercero, no me gusta ser caballero, es cosa de idiotas.

— ¿Y tu no lo eres? — pregunté con el ceño fruncido y él borró su sonrisa.

— Escucha hueca, yo no soy idiota solo soy un chico que no le gusta ser perfecto y baboso, me gusta como soy, entonces ¿para que cambiar?

— bien, no puedo hace nada por ti, pero hay algo que quiero saber, ¿como sabes mi apellido?

— Los magicos no revelan sus secretos — me responde con una comisura levantada.

— ¿Los idiotas también no revelan? — pregunté fingiendo asombro y él hizo una mueca muy chistosa que no pude evitar reírme.

— Di lo que quieras, pero que te quede claro hueca que yo no soy idiota — dijo frunciendo los labios.

Yo asiento con los labios fruncidos, que chico mas molesto.

— Bueno, fue bueno hablar contigo enojon pero tengo que irme — dije yéndome al comedor.

— Espera — se fue atrás de mi, atajó  mi mano y me atrajo hasta él, nuestras caras estaban cerca pero no tanto, suerte, pero... ¿porque hizo esto?



El Idiota Del Bad Boy - Cameron Dallas [SI#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora