Día 2

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Me despierto a las 7 de la mañana, después de una insistente alarma de despertador.
Hoy sería mi primer día de clase ya, y aunque entro a las 9, cada mañana dedico una hora a hacer ejercicios.
Al terminar estos, me ducho y busco mi ropa. Bajo a desayunar tranquilamente mientras leo el peridódico de hoy.
Cogi mi carpeta, mi movil, el tabaco y mi cuaderno de dibujos.
Con paso lento fui caminando hacia la facultad, escuchando música y disfrutando del aire fresco dela mañana. Estabamos al final del verano y por las mañanas aquí refresca aunque luego a lo largo del día haga calor.
Ya estaba llegando a la facultad y de lejos me pareció ver una figura rubia que caminaba con prisas.
Era aquella profesora que me heló ayer.
Me quedé mirandola. Ella con el mismo apuro que traia subió las escaleras y se internó en la facultad.
Incluso con solo verla de lejos me llamaba la atención.
Caminé yo también adentro, ya era casi la hora de entrada de la primera clase.
Entré al aula y me quedé esperando a que llegase el profesor correspondiente, teníamos como primera clase Ciencia de Materiales... no es que lo odie pero...entusiasmar no me entusiasma precisamente...
A los 5 minutos entró un señor con cara de que tenía que haberse jubilado hace años, con unas gafas más grandes que su cara, una barriga que era algo más que un embarazo de 8 meses, y un caminar pesaroso.
Se dirijió a su mesa y allí tras colocar sus cosas muy serio, nos miró y comenzó a darnos la chapa sobre que iba a ser su asignatura. Nos dejó además muy claras las reglas en su clase.
Se pasó las dos horas hablando prácticamente de lo mismo, repitiendose y agotando nuestra paciencia.
Por aquel entonces ya sabía que ese señor sería un hueso duro.
Por fin llegó el final, y los fumadores aprovechamos para tomarnos el primero de la mañana.
Salí con un par de chicos, la verdad esque solo eramos 4 fumadores en 80 alumnos, eso era algo destacable.
Nos presentamos un poco, uno de ellos era Roi, otra era Carla y el último era Martín. Me contaron de donde venían y un poco de lo que les gustaba hacer.
Roi era un "gran nadador" o eso dice el, Carla jugaba al fútbol en un equipo femenino importante de aquí y Martín..a él le encantaba dormir.
Lo que duraron nuestros cigarrillos nos conocimos y charlamos sobre todo en general.
Entramos, tuvimos otras dos asignaturas, que las impartian otros dos señores. Era la última hora antes de ir a comer, miré lo que tocaba ahora por curiosidad.
Expresión artística...me quedé mirando concentrada el horario.
A lo lejos escucho esos tacones, esta vez mas apresurados.
Yo estaba sentada en la fila justo al lado del pasillo, pasó por mi lado con prisa, y dejó el rastro de su colonia.
Era un olor entre dulce y afrutado, un perfume de manzanas, que me ha cautivado dejandome boba un par de minutos.
Levanté la mirada y ya había dejado sus cosas en el escritorio.
Hoy traia una falda de color grisaceo y una blusa negra, que le hacian resaltar el pecho y las caderas. Traia su pelo rubio en un moño del que algunos mechones se habían soltado, cayendo por los lados de su rostro, como el primer día que la vi.
Había gente hablando asique ella se quedó parada en medio del altillo y se aclaró la voz, indicando que nos callasemos.
Al momento todo el mundo estaba en absoluto silencio, mirandola. Ella con gesto muy serio empezó.
- Hmm, Hmm. Buenos días alumnos, mi nombre es Marta Rodriguez y seré su profesora este cuatrimestre de Expresión artística. A continuación pasaré lista para ir quedandome con algunas caras y posteriormente procederé a explicar en que consiste mi asignatura.
Tenía una voz que no era ni dulce ni ronca, un tono perfecto que desprendía total seriedad y frialdad.
Cogió en su escritorio unas hojas, fue llamando uno a uno esperando su "presente". Llegó a mi:
- Carrodeguas García
Levantó la vista, recorrió toda la clase.
Yo avergonzada susurré un "presente" a la vez que levantaba mi mano.
Estaba impresionada..nadie es capaz de decir mi apellido a la primera y muchos ni a la segunda, pero ella lo había pronunciado sin dudas, con decisión y perfecto a la primera.
Clavó la mirada en mi y yo me quedé sin respiración. Aguanté su mirada escrutadora un par de segundos, que me parecieron horas.
Sus ojos era profundos, y tenían una peculiaridad que antes no había podido ver al estar lejos, tenía heterocromía, su iris izquierdo era azulado en cambio su iris derecho era de un color chocolate.
Me quedé embobada mirandola hasta que me dí cuenta, me sonrojé y bajé la mirada.
A los pocos segundos, comenzó a contarnos su materia.
- nos llevaremos bien si ustedes cumplen una serie de reglas. La primera el respecto hacía su profesora que soy yo, me tratan de señorita Rodriguez o profesora, que no somos colegas.Segundo, hay ciertos materiales que obligo, y el que no los tenga tendrá un problema.Y tercero, a mi clase se entra a su hora, si llegan tarde se quedan fuera hasta la siguiente hora.
Al final de cada clase pasaré a corregirles y darles consejos sobre cada lámina que hagan por lo que deben pasarse por mi mesa antes de salir,
Queda claro?- dijo, en todo momento su semblante era serio y autoritario.
Todos asentimos, en silencio.
Comenzó a explicar las primeras nociones, eran demasiado básicas y yo ya me las sabía asique decidí quedarme mirandola, admirandola mientras hablaba, su gestos, sus posiciones.
Me he quedado atontada hasta que veo que se sienta y me mira.
Ahí está otra vez, ese hielo que me recorre por dentro.
Me quedo mirandola y ella me la devuelve con un aire de incognita.
Me doy cuenta que ha mandado trabajo y yo he estado tan ensimismada que ni me había enterado. Miro a mis compañeros e intento ver que hacen. Cuando consigo descifrarlo, levanto la vista y me encuentro con la suya denuevo mirandome con gesto más interrogante que antes.
Me sonrojo, y bajo la mirada. Rápidamente me pongo con lo que había que hacer.
Me concentro en hacer el dibujo lo mejor que puedo, le doy vueltas, boceto, marco lo que me gusta y borro lo que no. Cuando me doy cuenta está enfrente de mi, con su perfume de manzana, ahí parada delante de mi mesa, con los brazos cruzados mirando mi dibujo.
Me pongo nerviosa. Y mi mano comienza a dudar. Intento relajarme y seguir con lo que estoy haciendo pero ella se mueve y me distrae, se desplaza lentamente entre los demás alumnos y por fin consigo seguir con mi dibujo.
Finalmente levanto la vista y...ya se habían ido todos..el último alumno se encuentra saliendo ya por la puerta.
Mierda, mierda y más mierda.
Recojo rápido mis cosas, cojo mi dibujo y me dirijo a su mesa. Ella está sentada allí, mirandome fijamente.
-Per-do..perdóneme profesora, no me...he dado cuenta de la hora, me había abstraído del mundo. No volverá a pasar.- dije compungida y nerviosa, tartamudeando un poco y demasiado rápido.
Ella suelta una carcajada. Es la risa más increíble que he escuchado jamás.
-Tranquila señorita Carrodeguas, ya había notado que el dibujo la tenía cautivada totalmente.- dijo aún riendose
- Si lo siento..esque cuando dibujo me concentro demasiado y me voy a mi propio mundo.
- Tranquila, eso no está mal, todo lo contrario. Ahora me deja ver su dibujo?
- Si...sii...claro.
- Hmm...interesante.
Me quedo callada sin decir, está concentrada en mi dibujo, y yo solo rezo porque no le parezca una prataña que habría hecho mejor mi hermano de 2 años.
- Usted es muy perfeccionista verdad?
- Si..en ciertas cosas..más de lo que me gustaría. Y en los dibujos siempre intento que me queden perfectos..o lo mejor posible.
- Ahá...comprendo. Sabe? Aveces hay que liberarse, soltarse el pelo, dejar que el lápiz nos dirija y no nosotros dirigir al lápiz, dibujar lo que salga.
- Entiendo...profesora, pero a mi eso me resulta realmente dificil ya que no estoy acostumbrada..
- Ha dibujado siempre? O hace poco que dibuja?- me preguntó curiosa.
- Dibujo desde que tenía edad suficiente para agarrar un lápiz.
- Ahá...
Se quedó un rato más mirando mi dibujo, lo firmó, me lo entregó y me dijo:
- En el próximo que haga, intente lo que le he dicho, sin miedo alguno.
- Está bien, gracias profesora.
- Buena tarde señorita Carrodeguas.
- Buena tarde profesora.
Salí de allí como alma que lleva al diablo, y cuando salí al exterior solté todo el aire que parece que había tenido acumulado.
Esta mujer...me impresiona demasiado.
Es una pena, solo tenemos un día a la semana de esta asignatura . Por lo que lo más probable esque hasta la semana que viene no la vea.
Llegué a casa sobre las 2 y media de la tarde, me hice la comida y me eché una minisiesta.
Por la tarde mientras veía un par de peliculas puse al día los apuntes de hoy.
Sobre las 6 de la tarde, me cambié la ropa por unos pantalones cortos, y una camiseta, cogí mis cascos y el movil. Y salí a correr.
Lo hago cada día, es mi rutina habitual ya, y aquí no tenía porque ser diferente.
Corrí por calles, hacia un gran parque con bastante zona verde y árboleda.
Las horas se me pasaron rápidamente asique fui camino a casa, estiré y me fui a meter en la ducha. Cenar y a dormir.

Perdida en tu heterocromíaWhere stories live. Discover now