Día 311: Parte I

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POV Marta

Dos semanas han pasado desde ese día que creía que iba a cambiar mi vida... Bueno en realidad sí lo ha hecho, para mal, sé que jamás volveré a tener una oportunidad con Sofía de nuevo.

Me he pasado los días recluida en casa, sin ganas de nada, y cuanto más intento no pensar en el tema más lo hago.
Al no tener clases, ya no tengo cómo distraer mi día, lo que me provoca entrar en bucle continuamente.

Mi rutina ahora ha pasado a ser muy monótona : me levanto, desayuno en pijama, me tiro en el sofá y veo la tele, luego me ducho, me pongo otro pijama o un chándal cualquiera y me cómodo leyendo. He intentado distraerme dibujando algo pero ha sido una mala idea, Sofía parece ser mi única fuente de inspiración y eso me frustra.
Como, vuelvo al sofá, ceno y me voy a la cama. Lo que os había dicho, un asco todo.

Ana me llama cada día para ver cómo voy y reñirme por "no dejarlo estar y vivir" como ella dice.

"Has hecho lo que debías, ahora ella lo sabe todo, y si ha tomado su decisión definitiva, tú tienes que seguir con tu vida".

POV Sofía

- Angioletto, tenemos que hablar-  me dice Gia.
- claro dime- le respondo incorporandome en el sofá y dejando un sitio para que se siente.
- llevas dos semanas abatida, tirada en el sofá, sin ganas de nada, sin alegría, sin tu preciosa sonrisa. Dos semanas en las cuales has dejado de ser tú- dice cogiéndome las manos entre las suyas y mirándome a los ojos.
- no es para tanto, he estado algo más cansada de lo normal pero estoy bien-  respondo bajando la mirada.

Gia me alza la cara con su índice y dice:  - cariño te conozco y sabes que no me puedes mentir. Sabes también como yo porque estás así y esto se tiene que acabar.

Yo soy incapaz de responder.

Es verdad, sé de sobra que llevo dos semanas de mierda, y por supuesto que sé la razón de ello.

No puedo parar de pensar en sus palabras. No puedo evitar que mi corazón se vuelve loco al escuchar en mi cabeza de nuevo sus palabras.

Los primeros días intentaba ignorarlo, incluso me enfada conmigo misma por sentir eso, pero es que con el paso de los días me ido dando cuenta que cuanto más lo evito más fuerte se hace.

Además lo que me ha dicho Carla, de que mi corazón sabe lo que quiere no deja de rondarme la cabeza.

- Angioletto, vuelve la tierra- me dice.
- perdona, me he quedado pensando... -.
- lo sé tranquila, es hora de que hablemos de ello y lo solucionemos, tú no puedes estar así y yo no quiero que lo estés-.
- pero... -.
- ni peros ni peras- me interrumpe- vamos a hablar muy seriamente, bueno, voy a hablar yo y tú me vas a escuchar atentamente está claro? - dice contundente.
- sí, está claro- contesto.
- a ver, para empezar sabes que ante todo somos amigas, mejores amigas verdad? - me pregunta.
- sí lo sé- le respondo.
- bien, segundo, aunque no me lo digas y peor, que te lo niegues a ti misma, sé que sigues queriendo a marta, sé que nunca dejaste de hacerlo, que sí que estabas dolida y enfadada con ella por supuesto, pero ese sentimiento seguía ahí. Yo siempre lo he tenido claro, desde el momento en el que me lo contaste, se veía en tus ojos.
También sé y siempre tenido presente es que el día que volvierais a veros o a hablar, tus sentimientos renacerían, tu corazón se alteraría y latiría fuerte de nuevo, aunque tú no quisieses- hace una pausa.
- Gia.. yo... - comienzo a decir.
- espera déjame terminar - dice calmadamente- yo siempre he querido verte feliz y sé que con ella es tu sitio, sé que con ella lo serás, no quiero que te preocupes por mí, si tú eres feliz yo también lo seré, seguiremos siendo mejores amigas, yo encontraré también a la persona que es para mí como ella lo es para ti. Te quiero muchísimo angioletto- dice acariciando mi cara.

Me abrazó a incapaz de articular palabra y con lágrimas comenzando a caer por mis mejillas.

Tras unos minutos nos separamos cola, me mira y me dice:
- ahora haz lo que tienes que hacer, voy a decirle la verdad, ve por ella venga tira! - me levanto lentamente y pongo rumbo al baño.
Tras unos segundos, todavía por el pasillo escucho que me grita:
- lávate primero eh?! que hueles mal!- y se parte de risa.
-vete a la mierda- le respondo en el mismo tomo también riendome.

Tras salir de la ducha decido mandarle un mensaje a Marta para quedar y hablar.

" Hola marta, podemos vernos? Tenemos que hablar, es urgente."

Dejo el móvil mientras me visto y me peino, al acabar reviso el Whatsapp y veo su respuesta:
"Marta: si, ha pasado algo, estás bien?".
"Sofía: sí estoy bien, en 10 minutos en tu casa te va bien?".
" Marta: si".

Bloqueó el móvil, lo meto en el bolsillo, cojo mis llaves de casa del coche y salgo por la puerta.

Perdida en tu heterocromíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora